viernes, 24 de junio de 2011

¡Estos curas, qué cosas tienen!

Todo parece indicar que se está corrigiendo el gran problema de la economía que Ronald Reagan, cuyos conocimientos económicos eran similares a los del hombre de Cromagnon sobre Informática, pero que tenía muy clara su rudimentaria posición política, apuntó en la campaña electoral de 1979 que lo llevaría a la Presidencia: «La economía de Estados Unidos no funciona porque los ricos no son suficientemente ricos y los pobres no son suficientemente pobres». Este crudo epigrama, toda una afirmación que los neoliberales deberían grabar en los frontispicios de sus sedes, era la receta política de unas doctrinas económicas que años antes la Escuela de Chicago había puesto en circulación.
Para no perder la perspectiva nada mejor que tomar algunos datos de plena actualidad. Empecemos por la recién nacida Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de España elaborada por el Consejo Económico y Social (http://www.ces.es/memorias.jsp) y conjuguemos su lectura con La encuesta de estructura salarial, cuya última entrega hizo pública la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística (http://www.ine.es/prensa/np658.pdf), que es un retrato completo de los salario de los españoles. Su lectura es muy esclarecedora.
Gracias a ambos documentos nos enteramos que los directivos ganan en bruto al año casi tres veces lo que el trabajador medio y cuatro veces lo que los empleados de la categoría más baja, la formada por los peones de la agricultura, pesca o construcción. La diferencia ha crecido alrededor de 38 puntos desde 1995, cuando comenzaron a recabarse los datos y cuando el sueldo de la categoría de directivos era el 142% de la media y ahora es el 181%. La brecha salarial entre directivos y empleados españoles creció durante 2008 y 2009, en lo peor de la crisis. Mientras el sueldo medio de los directivos creció una media del 4,5% en 2009, hasta los 63.150 euros -el mayor incremento de todas las categorías-, el del empleado medio mejoró menos, un 2,9% (22.511 euros). Y el de los peones, el puesto peor remunerado, prácticamente se estancó en los 15.343 euros (un 0,1% más). La distancia salarial entre los españoles, en definitiva, ha crecido con la crisis.
http://www.elpais.com/est.pl?id=20110621elpepunac_18.Tes&fp=20110623&te=impresion&to=noticia&a=elpepuesp&k=2021395021.gifLos beneficios de los bancos y grandes empresas y de sus directivos crecen y crecen en medio del empobrecimiento general. Los balances que los mismos bancos publican para publicitarse ante sus clientes son una muestra de descrédito social en este momento de crisis sistémica: El BBVA obtuvo el año pasado un beneficio de 4.606 millones de euros (M€), un 9,4% más que en 2009. El Santander ha obtenido unos beneficios medios en los últimos cuatro años de 8.500 M€. Las empresas que forman el Ibex 35 ganaron el año 2010 unos 50.000 M€, un 23% más que durante 2009. Telefónica obtuvo un beneficio neto récord en 2010 de 10.167 M€, con un incremento del 30,8% respecto al año anterior. Esta misma empresa batió el récord de reparto de dividendos en plena crisis. La operadora abonó 7.300 M€ a sus accionistas, el mayor dividendo pagado por una empresa española. No satisfecha por ello, Telefónica ha anunciado un recorte de plantillas del 20%, lo que significa el despido de varios miles de trabajadores. Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.871 M€ en 2010, la cifra más alta de su historia.
Entre las causas del crecimiento de beneficios está el que las empresas han acometido un duro proceso de ajuste de gastos que afecta a la contención salarial, recortes de plantilla, externalización de funciones y ajuste de gastos externos. Ese ajuste, sin embargo, no ha afectado a los sueldos de sus directivos: El Presidente del BBVA, Francisco González, ganó en 2008, durante el estallido de la crisis, 16 M€ lo que no le impedía hacer declaraciones pidiendo congelación de salarios, reducir impuestos, despido libre, etcétera. En 2009 Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, recibió 3,5 M€ de "gratificación por consecución de objetivos”. Los altos directivos del Ibex 35, se subieron el salario el año 2010 en casi un 20 por ciento, muy por encima del coste de la vida y del incremento de la productividad de sus respectivas entidades. Los directivos mejor pagados son Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, con unos 10 M€; Ignacio Sánchez Galán, que cobra 5,34 M€ y Francisco González, presidente del BBVA con 5,31 M€.
El Banco Santander volvió a ser en 2010 la entidad que mejor retribuyó a su consejo de administración. Los consejeros del banco presidido por Emilio Botín ganaron en 2010 39,7 M€. La cifra es un 13,4% mayor a la declarada en 2009. Por su parte, la veintena de miembros de la alta dirección ganaron 78,4 M€, frente a los 74,7 millones del año anterior, aunque esta última cifra no incluía la parte de bonos diferido en acciones que son un pellizco similar. Abengoa pagó en 2010 8,79 M€ a sus 15 consejeros, la mayor parte en variable (5,6) y dietas (2,3), una cantidad similar a la desembolsada en 2009.
En abrupto contraste, la Memoria del Consejo Económico y Social pone de relieve los desequilibrios de la economía española: el desempleo, el descenso de los ingresos, la riqueza y la renta disponible de los hogares siguen marcando el empeoramiento de las condiciones de vida de la población. Seis millones de trabajadores españoles cobran menos de mil euros al mes. Más de cuatro millones de personas en España están muy por debajo de esa cifra y sobrevive como pueden con 570 euros mensuales, el salario mínimo interprofesional. Los casi ocho millones de pensionistas que hay en España perciben mensualmente una media de 747 euros. La media oculta que casi medio millón cobran menos de 350; unos tres millones tienen una pensión entre 350 y 600 euros, y poco más de dos millones perciben entre 600 y mil euros.
La Memoria subraya que el porcentaje de población en riesgo de pobreza en nuestro país es casi la cuarta parte del total, con el aumento anual más importante (un 1,3% en 2010), desde que se elaboran los registros relativos a esta magnitud. El incremento de la pobreza produce en paralelo un aumento de la desigualdad: La renta de la población con mayores ingresos en España fue seis veces superior a la de la población con ingresos más bajos. A la pobreza se une el desamparo social: La protección por desempleo alcanzó a poco más de tres millones de personas, de donde se deduce que más de un millón de desempleados no recibieron ninguna prestación. La tasa de cobertura retrocedió desde el 80% registrado en diciembre de 2009 al 77,4% en 2010. El seguro de desempleo, que ha sido la herramienta de protección social que más ha hecho para amortiguar la pérdida de ingresos que acarrea el paro: «ha comenzado a dar señales de no ser suficiente para alcanzar a todas las situaciones, con un protagonismo cada vez mayor de la vertiente asistencial».
No soy economista, pero intento comprender. No soy católico practicante pero intento saber que queda en esta situación de los principios y valores cristianos que aprendí de niño. Por eso me interesa saber qué está haciendo la Iglesia Católica ante lo que está pasando. Pues lo de siempre: la jerarquía a lo suyo, a cultivar al poder económico de los ricos al tiempo que predica la resignación de los pobres con la promesa de una vida mejor. Por su parte, la Iglesia de base, la que trabaja en los barrios y atiende a los humildes, hace lo que hicieron Jesucristo y su primo El Bautista: predicar en desierto.
El llamado Foro de Curas de Madrid, que forman 120 sacerdotes que trabajan en algunas de las parroquias más pobres de la región como Vallecas, Canillas, El Pozo o la Cañada Real, critica en un documento público titulado Los Mecenas de Rouco la alianza entre el Arzobispado de Madrid y el poder económico y político para financiar la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en agosto en la capital.
Estos díscolos sacerdotes, que crearon en 2008 este foro para expresar su voz crítica dentro de la Iglesia, no se oponen a la visita de Benedicto XVI ni a la Jornada de la Juventud, sino a «cómo se hace, cómo se ha organizado y cómo se están financiando los fastos». Así, el documento denuncia el «escándalo social» que supone el alto coste del viaje en plena crisis económica, lamenta que el «pacto con las fuerzas económicas y políticas refuerza la imagen de la Iglesia como institución privilegiada y cercana al poder» y echa en falta que no se haya tenido en cuenta a la Iglesia de base y a las parroquias para una cita basada en el «boato» y «alejada de la humildad y la sencillez del mensaje de Jesús».
Sus críticas se centran en la alianza entre el cardenal de Madrid y las empresas del Ibex 35 como Iberdrola, Banco Santander, BBVA, Sacyr Vallehermoso, Telefónica o Endesa que, a través de la Fundación Madrid Vivo, colaboran en la Jornada Mundial de la Juventud. A su juicio, es un «escándalo» comparar la «facilidad con que los poderes públicos financian este acontecimiento» al tiempo que hacen "tantos recortes en recursos económicos y en derechos sociales como se está exigiendo a la mayoría de los ciudadanos».

Los firmantes de la misiva, unos tocapelotas, claro, que de forma desvergonzada la han enviado al cardenal Antonio María Rouco Varela con el resultado que es de prever, censuran en ella el alto coste de la Jornada, cifrado en 50 M€, y recuerdan que el patrocinio de la cita proviene de un poder económico responsable en buena medida de la crisis y que estas grandes empresas obtienen importantes beneficios fiscales a cambio de esa colaboración. Estas grandes empresas, además, están haciendo «buenos negocios en medio de la crisis a costa de los ciudadanos» y de los desahucios por impago de hipotecas». A su juicio, la cita, planteada así, «se aleja de la humildad y sencillez del mensaje de Jesús».
En su irresponsable ataque de hipercriticismo, esta tropilla de irredentos curas rojos subraya que no se ha tenido en cuenta a la Iglesia de base y a las parroquias madrileñas de cara a esta visita, salvo para cuestiones prácticas de alojamiento y cesión de aseos y duchas. Ante este olvido, reivindican su derecho a ser escuchados porque, según dicen, la opinión de la Jerarquía no es la única en la Iglesia madrileña ni representa el sentir de todos los cristianos.
¡Qué cosas tienen!