miércoles, 21 de agosto de 2019

Flora ornamental de Dénia: el braquiquito o kurrajong

El braquiquito o kurragong (Brachychiton populneus) está plantado por varias calles de Dénia, aunque los mejores ejemplares forman alineaciones en la calle Partida Madrigueres Nord (CV-725) a cuyos flancos se extienden las naves del polígono comercial e industrial de la ciudad. 
Es un árbol de ocho a doce metros de altura, aunque en su lugar de origen puede alcanzar los veinte. El tronco es grueso, ensanchado en la base, recto y cilíndrico. La corteza es al principio lisa y de color verdoso, después de color pardo rojizo amarillento y rugosa, y con la edad presenta grietas estrechas y poco profundas. La copa es un poco piramidal, amplia y densa, con las ramas cortas, mas o menos horizontales, rojizas, relucientes, lisas y estriadas con ligeras grietas claras. Las ramillas son colgantes relucientes y rojizas, con líneas blanquecinas apenas marcadas.  Almacena agua en la parte baja de su tronco y de ahí que sea uno más de los árboles que en algunos sitios llaman “arboles botella”.
Hojas. Foto
Las hojas son persistentes, alternas, con varias formas, ovado-acuminadas o estrechamente lanceoladas, con base cuneada y bordes enteros. Están dispuestas en manojos terminales. A veces presentan tres lóbulos agudos, raramente cinco, con el del centro mas largo que los laterales, especialmente en las partes jóvenes de la planta. Miden de seis a ocho centímetros de longitud por dos a tres centímetros de anchura, son de color verde oscuro reluciente, con haz y envés lampiños y las nerviaciones de color verde amarillento con tonalidades rojizas. El pecíolo es largo, flexible, delgado, de color rojizo y de tres a cinco centímetros de longitud. 
Las flores son unisexuales, de forma acampanada y con los bordes revueltos. Miden de 1,5 a 2 centímetros de diámetro, tienen color blanco amarillento por fuera, y a veces con manchas de color rojizo en el interior y al principio están cubiertas  son tomentosas por el exterior. Se disponen en las axilas de las hojas superiores sobre cortos racimos colgantes. Florece en primavera y las flores son muy visitadas por las abejas que liban en sus nectarios.
Frutos abiertos dejando ver las semillas
Los frutos son duros, coriáceos, terminados en punta (apiculados), sin pelos exteriores (lampiños) pero tapizados interiormente por pelos rígidos. Miden de cuatro a seis centímetros de longitud por 1,5 a tres de anchura, son de color marrón negruzco en la madurez y se disponen sobre largos pedúnculos, de hasta 5 centímetros de longitud. Se abren por una hendidura longitudinal, por lo que técnicamente son folículos. Contienen de cuatro a dieciocho semillas amarillas de alrededor de un centímetro de longitud. Están parcialmente cubiertas de pelos cortos de color gris pardusco, algo urticantes, por lo que se deben manejar con precaución. A esta capacidad urticante obedece el nombre de “pica-pica” que se le da en algunas localidades catalanas.
Es un árbol originario de Queensland, Victoria y Nueva Gales del Sur en Australia, que se introdujo en Europa en 1820. Vive sobre una gran diversidad de terrenos, aunque precisa que tengan buen drenaje y sean profundos. No soporta grandes fríos, pero ocasionalmente resisten temperaturas bajas. Es bastante tolerante a la sequía, aunque requiere riegos continuados en verano. Necesita una exposición soleada. El crecimiento es rápido y no es muy longevo, aunque siempre vivirá más que usted y que yo.
Semillas extraídas del fruto. Foto
La madera es blanda, esponjosa, poco duradera y prácticamente sin utilidad. Los aborígenes de Australia obtenían fibras de sus cortezas, que empleaban en cordelería y en la elaboración de redes para recoger peces y pájaros, de donde proviene su nombre vernáculo australiano kurragong (árbol pesquero). Sus hojas se utilizaban como forraje para el ganado. También se comían las raíces de las plantas jóvenes una vez tostadas como sucedáneo del café.
Su nombre genérico Brachychiton está compuesto de los vocablos griegos brachys, corto y kytos, abrigo o túnica, aludiendo a los pelos cortos que recubren las semillas.  La denominación específica populneus hace referencia al parecido de algunas de sus hojas con la de los chopos (Populus). A falta de otra, la denominación común utilizada por los viversitas y jardineros es la científica castellanizada. © Manuel Peinado Lorca @mpeinadolorca.