domingo, 19 de noviembre de 2023

Una decena de las plantas más venenosas del mundo

 

Flor y frutos de la belladona

Como los animales, de los que me ocuparé en otro momento, muchas plantas han desarrollado mecanismos para evitar la depredación. A diferencia de aquellos, las plantas no tienen la capacidad de huir y, por tanto, deben recurrir a otras formas de protegerse.

La protección puede conseguirse mediante defensas físicas, como espinas y aguijones, pero también se logra gracias a la producción de toxinas, una variedad de compuestos químicos que pueden inducir cualquier efecto, desde una leve molestia hasta la muerte.

Las plantas venenosas ocupan un lugar muy importante en la cultura humana, que implica desde sus usos homicidas como venenos en la antigüedad (pero también en plena Guerra Fría) hasta sus beneficiosos usos medicinales. El que sigue es un resumen de diez de las plantas venenosas más mortíferas del mundo.

Belladona (Atropa belladona)

Quizás la más famosa de la lista sea Atropa belladona, de la que me ocupé con detalle en esta entrada. Esta planta pertenece a la misma familia que los tomates, las patatas y las berenjenas, y se puede encontrar en toda Europa, incluso en España, así como en el norte de África, Asia occidental y algunas partes de Norteamérica.

A pesar de ser una de las plantas más tóxicas conocidas, hasta el punto de que bastaría ingerir tan solo diez de sus bayas para acabar con la vida de un humano adulto, su nombre en realidad proviene de su uso como producto de belleza (bella donna en italiano significa mujer hermosa), porque se utilizaban como colirios para dilatar las pupilas y hacer que los ojos de las coquetas parecieran más grandes, brillantes y atractivos. Afortunadamente, la práctica está hoy en desuso debido a sus efectos adversos, que incluyen distorsiones visuales e incluso ceguera.

Como la datura, el beleño o la mandrágora, la belladona pertenece a la clásica y ensoñadora farmacopea de las "hierbas de las brujas" y como tal ha sido protagonista de muchas leyendas, supersticiones y rituales. Para muchas tradiciones europeas, la belladona ha sido -y sigue siendo- objeto de creencias, leyendas y fábulas diversas. Fue utilizada en el antiguo Egipto como narcótico; en las orgías dionisíacas griegas como afrodisíaco, en las ofrendas romanas a Atenea, diosa de la guerra, para provocar el fulgor en la mirada de los soldados, en Siria para "alejar los pensamientos tristes", y en tierras celtas y centroeuropeas para honrar a Bellona, diosa de la guerra. En la Edad Media su uso y difusión era secreto y se relaciona con Paracelso y otros autores vinculados a la alquimia, así como con las "brujas".

Tabaco (Nicotiana tabacum)

Una de las plantas más famosas y queridas (al menos entre los fumadores), además de ser adictiva tal y como comenté en esta entrada, es también una de las más tóxicas. El tabaco es la planta comercial no alimenticia más cultivada en el mundo: en 2020 fue consumida aproximadamente por el 22,3% de la población mundial. A pesar de su popularidad, todas las partes de la planta, especialmente las hojas, contienen los alcaloides tóxicos nicotina y anabasina.

El tabaco está considerado un veneno cardíaco y, si se ingiere directamente, puede incluso provocar la muerte. Indirectamente, el tabaco sigue siendo notablemente peligroso y es responsable de la muerte de ocho millones de personas al año según la OMS, principalmente como consecuencia del tabaquismo. Sin duda merece un lugar en el podio de las más letales: ninguna otra planta mata tantos seres humanos como el tabaco.

Las tabacaleras agregan no menos de 599 sustancias a los cigarrillos para hacerlos más adictivos, entre otras cosas. La suma de los aditivos más los elementos que componen el tabaco, el papel, la colilla y la tinta producen unos 7 mil compuestos químicos en su humo. Uno de ellos es el cianuro de hidrógeno, un químico potencialmente mortal que impide que el cuerpo use adecuadamente el oxígeno, lo que lleva a la muerte de las células. Lo usaron los nazis en las cámaras de gas y todavía se utiliza para fabricar veneno para ratas. 

La cantidad de cianuro de hidrógeno presente en esa compleja composición varía del 0,6 al 27 por ciento, según la marca de cigarrillos, pero también la concentración es distinta de acuerdo a la forma en la que se fuma. Además, está presente en el humo de segunda mano, por lo que afecta a los no fumadores que lo inhalen.

La concentración de cianuro de hidrógeno en el humo de los cigarrillos no basta para envenenar a una persona, pero provoca síntomas concretos, como dolor de cabeza, mareos o nauseas, que son frecuentes en los fumadores. Además, puede desarrollar debilidad, pérdida de peso y trastornos gastrointestinales. Y afecta seriamente a la fertilidad.

Por otra parte, no hay evidencia de que el cianuro de hidrógeno pueda provocar cáncer, pero se cree que puede ayudar a que otras de las 69 sustancias cancerígenas que posee el humo de cigarrillo desarrollen tumores.

Hábito y flores de Nicotiana tabacum

Manzanillo (Hippomane mancinella)

La letalidad del manzanillo, el árbol más venenoso del mundo, se manifiesta por el nombre que le dieron los descubridores españoles: “manzanilla de la muerte”. Incluso una leyenda sostiene que la ingesta de sus frutos provocó la muerte de los desesperados náufragos españoles de la expedición de 1527 que encabezó Pánfilo de Narváez en su búsqueda de la fuente de la eterna juventud.

Estos árboles se encuentran en zonas tropicales de América y tienen la reputación de ser "los árboles más peligrosos del mundo" por una buena razón: cada parte del árbol, desde la corteza hasta la savia, es altamente tóxica para los humanos y posiblemente para todos los mamíferos, aunque algunos reptiles se alimentan de sus frutos y se alojan en su copa.

El contacto con la savia produce una violenta sensación de ardor, inflama los tejidos y provoca ampollas y erupciones en la epidermis. En las mucosas, la sensación es aún más agresiva, y es particularmente peligrosa en el tracto digestivo. La causticidad es tan elevada que consume con facilidad la tela de algodón y otros materiales ligeros.

Flor y fruto del manzanillo Hippomane mancinella


Pararse debajo del árbol durante la lluvia causa ampollas en la piel por el simple contacto con este líquido: incluso una pequeña gota de lluvia con la sustancia lechosa hará que la piel se ampolle. También se sabe que la savia daña la pintura de los automóviles. El contacto con su látex produce dermatitis ampollosa, queratoconjuntivitis aguda y posiblemente grandes defectos del epitelio corneal.

El humo producido por la quema de hojas y madera es igualmente irritante. Sin embargo, la madera es dura y de muy buena calidad, y muy apreciada, aunque debe someterse a un largo y complejo proceso de secado al fuego antes de poder cortarse. No acaba ahí la cosa: su polen es altamente alergénico y puede desatar severas reacciones en personas sensibles.

Lirio de los valles (Convallaria majalis)

Hermoso, de olor dulce… y venenoso. El lirio de los valles, una bonita planta con flores famosa por su delicado perfume y su simbolismo de amor y felicidad (incluso la duquesa de Cambridge la llevaba en el ramo de novia) es, de hecho, altamente tóxico. Esto se debe a una alta concentración de glucósidos cardíacos activos en el corazón, y a que sus flores y atractivos frutos rojos pueden ser fatales si se comen.

Convallaria majalis. 1, inflorescencia. 2, planta completa. 3, frutos. 4, detalle de una flora con la corola (C) de seis piezas, los seis estambres (e) y el estilo (O), que es el extremo del ovario.


Como muchas plantas tóxicas, el lirio de los valles se ha utilizado en la medicina popular durante siglos, desde en un supuesto tratamiento para la gota hasta una cura para el mutismo. Sin embargo, no existe evidencia científica de que la planta pueda tratar enfermedades humanas.

Junto con el ricino, es uno de los dos temibles venenos vegetales que usa Walter White en la popularísima serie Breaking Bad.

Adelfa (Nerium oleander)

Otra planta tóxica pero hermosa es la adelfa, una asesina dulcemente perfumada. Conocida por sus llamativas flores retratadas por pintores desde Klimt hasta Van Gogh, este bonito arbusto o arbolillo está repleto de veneno. Como el lirio de los valles, contiene glucósidos cardíacos tóxicos. Afortunadamente, tiene un sabor muy amargo, lo que significa que las intoxicaciones por adelfa son raras.

La planta tiene una larga historia de cultivo, tanta que Plinio el Viejo escribió sobre sus propiedades venenosas en su famosa obra Naturalis Historia en el año 77 d. C. Como característica de la dudosa precisión del libro, también habla de su utilidad como antídoto para las mordeduras de serpientes, cuando en realidad probablemente te mataría con más rapidez.

La elegante adelfa, cuyas flores son de color carmesí, magenta o blanco, es una de las plantas más tóxicas del mundo. La ingestión de cualquier parte de la planta, pero especialmente las hojas, provoca taquicardias, porque la planta es rica en heterósidos cardiotónicos, en especial digitoxigenina y oleandrina. Como consecuencia, se producen arritmias, es decir, la frecuencia cardíaca se vuelve irregular: al principio se acelera y luego desciende hacia una frecuencia muy inferior a la normal, hasta que el corazón deja de latir por completo y el intoxicado muere por parada cardíaca. Otros síntomas previos son náuseas, vómitos, vértigo, deposiciones diarreicas, excitación, depresión y convulsiones.



Incluso inhalar el humo de una adelfa quemada es una amenaza para la salud. Se dice que ha habido casos de intoxicaciones producidas por campistas que usan ramas de adelfa para asar carne o pescado. De hecho, según The Vegetable Kingdom; or The Structure, Classification, and Uses of Plants (D. Appleton & Co., 1853. p. 599) se cree que algunos de los soldados de Napoleón murieron en España cuando usaron ramas de adelfa para asar carne. La flor es tan peligrosa que incluso la miel hecha por las abejas que liban en las adelfas para obtener néctar es tóxica, lo que no es el único caso entre las plantas.

Guisante del rosario, regaliz americano u ojo de cangrejo (Abrus precatorius)

Es una liana trepadora perenne que alcanza los 5 metros de longitud. El término Abrus proviene del griego abrόs agraciado, delicado en referencia al follaje. El epíteto específico precatorius proviene del latín y significa «rezar» o «el que reza», en referencia al uso de las semillas como granos para elaborar rosarios.

Abrus precatorius. 1, rama foliada con flores (F), legumbres cerradas (Lc) y legumbres abiertas (La) que muestran las semillas rojas. 2, rama con legumbres abiertas. 3, grupo de semillas comparadas con una mariquita (4).

Es nativa de las montañas de India e Indochina, aunque también se encuentra en África, en América y en las Antillas. En las semillas y los extractos solubles en agua de la planta está presente una lectina llamada abrina, similar a la ricina y también muy tóxica: puede matar a una persona con una cantidad en circulación de menos de 3 microgramos produciendo síntomas idénticos a los de la ricina.

Las semillas son muy vistosas. Poseen un llamativo color rojo brillante, con un extremo negro, y recuerdan a una mariquita. Atraen mucho a los niños. Son muy valoradas en bisutería y se emplean para hacer adornos (collares, pulseras, etc.), pero su utilización es peligrosa dada su toxicidad. Se han registrado casos de envenenamiento y muerte a raíz del pinchazo en un dedo con las semillas de los abalorios. Tienen actividad antimicrobiana e insecticida. Varias tribus africanas utilizan semillas en polvo como anticonceptivo oral. Las semillas también se emplean para tratar hinchazones dolorosas y la tuberculosis.

Su toxicidad es tal que incluso se ha utilizado para la matanza ilegal de ganado utilizando sólo un pequeño clavo recubierto con la pasta de semillas.

Árbol de los suicidas (Cerbera odollam)

Con el espantoso nombre coloquial de "árbol de los suicidas", no es difícil suponer cómo esta planta ingresó en mi lista. Originario del sur y sudeste de Asia y de Australia, este árbol produce un fruto altamente tóxico llamado othalanga que cuando se ingiere puede paralizar el corazón y se ha utilizado tanto con fines homicidas como suicidas.

Cerbera odollam tiene bastante parecido a la adelfa Nerium oleander, otra planta altamente tóxica de la misma familia (Apocynáceas). Concentrada en el núcleo duro de los frutos y en las semillas, contiene cerberina, un glucósido cardíaco que bloquea los iones de calcio en la musculatura del corazón, lo que provoca la interrupción de los latidos y muy frecuentemente la muerte por paro cardíaco. La mayoría de los pacientes sufren también procesos de trombocitopenia

Árbol de los suicidas (Cerbera odollam). 1, planta completa con detalles de sus partes. 2, las flores de 5 pétalos y las hojas recuerdan a las de su pariente, la adelfa. 3, frutos verdes. 4, interior de los frutos con un endocarpo duro (hueso) que contiene un semilla blanca. El endocarpo y la semillas son venenosos.

Los frutos, cuando aún están verdes, parecen pequeños mangos, con una carcasa fibrosa verde que encierra un endocarpo ovoide que mide aproximadamente 2 cm × 1.5 cm, en cuyo interior hay una semilla con dos mitades carnosas blancas cruzadas. En la exposición al aire, el núcleo blanco de las semillas se vuelve violeta, luego gris oscuro y, en última instancia, marrón o negro.

Un estudio de 2004 encontró que la fruta era responsable de aproximadamente una muerte por semana en el estado de Kerala, en el sur de la India, motivado principalmente por suicidios. Su popularidad como arma homicida se debe a que es difícil de detectar en las autopsias y su sabor puede quedar enmascarado por especias fuertes.

Ricino (Ricinus communis)

El ricino es una herbácea cosmopolita de gran tamaño que puede crecer varios metros en las tierras cálidas o en lugares muy abrigados de nuestras costas, sobre todo en Andalucía y Levante; las bajas temperaturas limitan su crecimiento, las heladas le son fatales y la planta muere todos los años en las tierras frías del interior de nuestro país.



Las semillas son muy tóxicas por la presencia de una proteína, la albúmina llamada ricina, que también se encuentra en las hojas, aunque en concentraciones mucho más bajas. Basta la ingestión de unas pocas, masticadas o tragadas, para que se produzca un cuadro de intensa gastroenteritis con deshidratación; puede dañar gravemente el hígado y el riñón e incluso producir la muerte. Es una de las toxinas biológicas más potentes que se conocen.

También pueden aparecer alteraciones oftalmológicas como irritación, conjuntivitis, miosis y midriasis. Pueden desarrollarse proteinuria, hematuria e insuficiencia renal y los niveles de creatinina en suero pueden verse incrementados. En casos graves puede dar lugar a la hemolisis de glóbulos rojos con insuficiencia renal aguda posterior. Se han dado casos de muerte debido a insuficiencia multiorgánica. La agonía puede durar hasta diez días, aunque lo normal es que si el paciente no ha muerto en tres o cinco días se recupere.

Al tratarse de una albúmina semejante a la producida normalmente por el hígado que al metabolizarse se descompone en aminoácidos, la ricina no deja rastro en los análisis bioquímicos de las víctimas y pasa desapercibida en los análisis forenses habituales, lo que la convierte en un veneno indetectable. Como dice Walter White en Breaking Bad, no hay ninguna prueba eficaz para confirmar el envenenamiento y por eso fue elegida para algunos intentos de asesinato.

Acónito, matlobos, etc. (género Aconitum)

El género Aconitum está compuesto por más de 200 especies de herbáceas perennes que por lo general crecen en zonas nemorales (sombreadas y húmedas) de todo el hemisferio Norte. Además del extendido “acónito”, los nombres comunes que reciben la mayoría de las especies aluden a sus capacidades venenosas.

El nombre genérico (Aconitum) probablemente alude a una planta venenosa cuyo hábitat era común entre las rocas de algunas zonas de Grecia. Hay dos raíces que se atribuyen a su nombre: akone ("piedra"), en referencia a su hábitat; y koné ("matar"), obviamente haciendo referencia a su toxicidad.

Uno de los nombres comunes que se refieren a su terrible toxicidad es “matalobos”, en alusión a que las flechas sumergidas en una pócima con Aconitum se usaban para cazar lobos. En otros sitios el nombre común es “capuchón de monje”, ya que se parece a las capuchas que usaban los monjes en la Edad Media. Hoy también se conoce como “casco del diablo”, para sugerir que parece un sombrero y que es diabólico. Esa capacidad “diabólica” se debe al veneno aconitina.

Aconitum napellus. Izquierda: detalles de la flor despiezada. Centro: porte general. Derecha: esquema de una sección de la flor de la que se han eliminado los pétalos laterales para mosstar el ovario y los estambres.


Cuando se ingiere cualquier parte de la planta, desde las flores hasta las raíces, la aconitina se absorbe a través del intestino y comienza a funcionar. Se une a los receptores de las membranas celulares que ayudan a regular los canales de iones de sodio de las células musculares y cardíacas. Mantener esos canales abiertos hace que el sodio fluya libremente hacia el interior de la célula. Incapaces de repolarizarse, las células quedan sujetas en un estado de "apertura" y se paralizan. Usando una analogía mecánica, si las válvulas del motor de un automóvil se abren, pero luego no se cierran, el coche se ahoga, justo lo que les ocurre a las desdichadas víctimas de la aconitina.

La aconitina se ha utilizado como veneno para flechas en la caza de cabras montesas y osos, por ejemplo. También se ha utilizado en espantosos ensayos "médicos" históricos en humanos. Se dice que en 1524 el papa Clemente VII administró intencionalmente acónito a dos prisioneros condenados para probar la eficacia de un posible antídoto. El prisionero que recibió el antídoto sobrevivió y fue recompensado con cadena perpetua en lugar de muerte; el prisionero que no lo recibió murió entre estertores agónicos.

Estramonio (género Datura)

Otro género mortal y peligroso es el que agrupa a los estramonios, también conocidos como trompetas del diablo y campanas del infierno. Como expliqué en esta entrada, todas las especies de este género son extremadamente tóxicas y potencialmente psicoactivas.

Datura stramonium. 1, flor. 2, fruto cerrado. 3, fruto abierto mostrando las semillas negras dentro de un ovario dividico en cuatro cámaras por sendos tabiques.

Sus propiedades alucinógenas han llevado a que los grupos indígenas de América las utilicen para provocar visiones y realizar "viajes" espirituales. Sin embargo, esta puede ser una práctica muy peligrosa ya que la diferencia entre una dosis recreativa y una letal es muy pequeña. Sólo un conocimiento muy completo de sus propiedades puede convertirla en una experiencia remotamente segura.

Las plantas también se han asociado con la brujería occidental y se dice que las brujas las utilizaban en sus "ungüentos voladores" alucinógenos. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.