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sábado, 14 de junio de 2014

Cómo se inflan los precios de la gasolina (y 4)

Esta entrada procede de la anterior. [La definición de todos los términos técnicos puede encontrarse en este enlace].

El informe El papel de la especulación del mercado en el aumento de los precios de petróleo y gas, elaborado por el Subcomité Permanente del Senado de los Estados Unidos y publicado en junio de 2006, lo dejaba perfectamente claro: la desregulación del comercio internacional de futuros de derivados del petróleo en la última década abrió de par en par la puerta para la actual burbuja especulativa de los precios, un guiñol cuyos hilos se escaparon de la OPEP y hoy se controlan desde los mercados desregulados de Wall Street y de la City londinense. El informe comenzaba diciendo (p. 3):
 [...] hay pruebas que apoyan la conclusión de que la gran especulación desatada en el mercado [energético] actual ha incrementado significativamente los precios. 
Lo que documentaban los senadores en el informe era un enorme vacío jurídico en la regulación del comercio de derivados del petróleo tan grande que escapaba del control gubernamental. Ese vacío era el que había provocado el aumento gradual de los precios del petróleo hasta ponerlo por las nubes en los últimos meses de aquel año y lo elevaría por encima de los 140 dólares por barril dos años después de la redacción del informe. Siglo y medio después de las primeras producciones industriales del petróleo, el barril estadounidense había multiplicado su precio setenta veces. El informe del Senado fue ignorado en los medios de comunicación y en el Congreso. Los lobbies se encargaron de silenciarlo.

El informe señalaba que la Commodity Futures Trading Commission (CFTC), la agencia federal independiente que se encarga de la regulación de las bolsas de comercio y del mercado de futuros de materias primas, había sido creada en 1975 por el Congreso para garantizar que los precios en el mercado de futuros reflejaran las leyes de la oferta y la demanda y se evitaran las prácticas manipuladoras y las maniobras especulativas excesivas. La Ley de Mercado de Materias Primas de Estados Unidos (CEA: US Commodity Exchange Act) proclama que:
[...] la especulación excesiva en cualquier producto dentro del mercado de futuros [...] provoca fluctuaciones repentinas irracionales y cambios injustificados en el precio de dicho producto, que representan una carga excesiva e innecesaria para el comercio interestatal de las mercancías. 
Además, la CEA ordenaba a la CFTC que estableciera los límites de negociación
[...] que la Comisión considere necesarios para reducir, eliminar o prevenir esa carga [especulativa]. 

El asunto estaba en saber dónde estaba la CFTC cuando los precios empezaron dispararse en 2006. Todo parecía indicar que había estado deliberadamente alejada de sus responsabilidades de supervisión en el producto más importante comercializado del mundo, el petróleo. El informe del Senado continuaba esclareciendo el asunto (las negritas son mías):
Hasta hace poco, los futuros energéticos estadounidenses se negociaban exclusivamente en intercambios regulados dentro de los Estados Unidos, como el NYMEX, que estaban sujetos a una amplia supervisión de la CFTC, incluyendo el seguimiento continuo para detectar e impedir la manipulación de precios o el fraude. En los últimos años, sin embargo, ha habido un enorme crecimiento en la negociación de los contratos estructurados como contratos de futuros que se negocian en mercados electrónicos OTC no regulados. Debido a su similitud con los contratos de futuros regulados a menudo se llaman “pseudofuturos”.
La única diferencia práctica entre los pseudofuturos y los verdaderos contratos de futuros es que los primeros se negocian en mercados no regulados, mientras que los segundos se negocian en mercados regulados. El comercio de productos energéticos de las grandes empresas en los intercambios electrónicos OTC quedó exento de la supervisión de la CFTC por una disposición introducida a instancias de Enron y otros grandes operadores energéticos en la Ley de Modernización de Futuros de Materias Primas de 2000 en las últimas horas del 106º Congreso [Los republicanos tenían la mayoría de la Cámara y preparaban la llegada a su primera Presidencia de George W. Bush, vástago de una familia petrolera texana]. 
El impacto de la falta de supervisión del mercado fue sustancial. Los comerciantes tradicionales del NYMEX, por ejemplo, están obligados a llevar un registro de todas las operaciones e informar de sus grandes operaciones a la CFTC. Estos informes sobre grandes operaciones, los llamados Large Trade Reports, junto con los datos de las operaciones comerciales diarias, proporcionaban a la CFTC la información sobre los precios y el volumen de las transacciones, lo que los convertía en esenciales para que el organismo regulador gubernamental pudiese calibrar el alcance de la especulación en los mercados y para detectar, prevenir y perseguir la manipulación de precios. El Presidente de la CFTC Reuben Jeffrey decía en 2008 que: “el sistema de información Large Trader de la Comisión es uno de los pilares de nuestro programa de vigilancia y permite la detección de posiciones concentradas y coordinadas que podrían ser utilizados por uno o más operadores para intentar la manipulación”.
A diferencia de las operaciones llevadas a cabo en el NYMEX, los operadores electrónicos no regulados de tipo OTC no están obligados a llevar un registro o archivo de informes Large Trader por lo que sus operaciones están exentas de la rutina de supervisión de la CFTC. A diferencia de las operaciones realizadas en las bolsas de futuros regulados, no hay límite en el número de contratos que un especulador consiga vía electrónica en un OTC, ningún seguimiento de las negociaciones de intercambio y ninguna noticia de la cantidad de contratos vigentes al final de cada día.
Fuente
Después, para asegurarse que el camino de la desregulación y de la consiguiente manipulación especulativa quedase más expedito, en enero de 2006, la CFTC de la Administración de George W. Bush permitió que la Intercontinental Exchange (ICE), el operador líder de los intercambios electrónicos de energía, utilizara sus terminales comerciales en Estados Unidos para que el comercio de futuros de crudo estadounidense entrase en el mercado ICE Futures de Londres.

Hasta ese momento, el mercado ICE de Londres había negociado únicamente en materias primas energéticas europeas, el crudo Brent y el mercado de gas natural británico. En 1999, la Bolsa de Londres había obtenido el permiso de la CFTC para instalar terminales de ordenador en los Estados Unidos con objeto de que los agentes bursátiles de Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos tuvieran acceso a los productos energéticos europeos negociados a través del ICE.

Así las cosas, los operadores que desean negociar dentro de Estados Unidos los productos energéticos estadounidenses –crudo, gasolina y gasóleos- pueden eludir todos los requisitos de supervisión y presentación de informes a la CFTC de Estados Unidos haciendo sus operaciones a través de la Bolsa de Futuros ICE de Londres en vez de hacerlo a través del NYMEX de Nueva York, eludiendo los controles públicos que obligan a los participantes en el parqué neoyorquino. 

Una maniobra política en favor de los interese petroleros que lo habían llevado hasta la Casa Blanca. El regulador gubernamental del mercado de futuros energéticos estadounidense, la CFTC, abrió el camino al actual, desregulado y opaco mercado de la especulación de futuros. Téngase en cuenta, además, que ICE Futures, a pesar de estar en Londres, es propiedad y está controlada por una empresa de Estados Unidos con sede en Atlanta, Georgia.

Evolución de los precios del petróleo WTI (1972-2009).
Los precios reales están calculados ajustando los nominales
con el IPC (2009 = 100). Fuente.
Un vistazo al precio del Brent y el precio de los futuros del WTI desde enero de 2006 muestra la notable correlación que hay entre la subida de los precios del petróleo y el comercio no regulado de futuros del ICE en los mercados estadounidenses (véase la figura adjunta). En enero de 2006, cuando la CFTC permitió que el mercado ICE se abriera, los precios del petróleo se negociaban a 59-60 dólares por barril. Luego subieron como la espuma. En 2008 a los especuladores se les fue la mano y el barril superó los 140 dólares. Hoy, años después, los precios rondan los 110 dólares y la tendencia es al alza. No es una cuestión provocada por la OPEP, es un problema de negligencia culpable del regulador gubernamental norteamericano. De libro: es exactamente el mismo fallo en la regulación o de abandono de las responsabilidades in vigilando de los reguladores que provocaron la caída de Lehman Brothers y todo el desastre económico que vino después.

Como la CFTC no exige al ICE que presente informes diarios de las grandes operaciones de los productos energéticos, no es capaz de detectar e impedir la manipulación de precios. Como señalaba el informe del Senado: 
La capacidad de la CFTC para detectar e impedir la manipulación de los precios de la energía tiene graves vacíos de información, porque los operadores en los intercambios electrónicos OTC y el mercado ICE de Londres están actualmente exentos de los requisitos de presentación de informes al CFTC.
Las grandes instituciones financieras, los fondos de inversión, los fondos de pensiones y otros grandes inversores manejan miles de millones de dólares en los mercados de materias primas energéticas para intentar aprovecharse de los cambios de precios o para protegerse contra ellos. La mayor parte de la inversión en el mercado energético no proviene de los productores o consumidores de los productos, sino de especuladores que tratan de tomar ventaja de los cambios en los precios. 

De hecho, las grandes compras de contratos de futuros del petróleo crudo de los especuladores han creado una demanda adicional ficticia de petróleo –los llamados “barriles de papel”- que ha elevado su precio para entregas futuras de la misma manera que el aumento en la demanda de los contratos para la entrega de un barril físico hoy hace subir el precio del petróleo en el mercado. En lo que al mercado se refiere, la demanda de un barril de petróleo que resulta de la compra de un contrato de futuros por un especulador es tan real como la demanda resultante del mismo barril cuando la compra de un contrato de futuros lo hace una refinería, una compañía aérea u otro usuario real del petróleo.

Goldman Sachs y Morgan Stanley, dos gigantes financieros, son actualmente las dos principales empresas de comercialización de energía en los Estados Unidos. Citigroup y JP Morgan Chase, además de muchos otros fondos de cobertura, son también grandes jugadores en el tapete verde del mercado energético convertido en un casino financiero.

En junio de 2006, el petróleo cotizaba en los mercados de futuros a 60 dólares el barril; la investigación del Senado estimaba que unos 25 dólares se debían a la especulación financiera pura. Un analista estimó en  2008 que teniendo en cuenta los niveles de producción de petróleo de Estados Unidos los precios del crudo WTI deberían estar alrededor de los 25 dólares el barril, y no a 60. A los precios de hoy, eso significa que en las actuales condiciones de equilibrio entre la oferta y la demanda de crudo, al menos 60 o 70 dólares de los más de 105 dólares por barril actuales se deben a los fondos de cobertura y a la especulación pura de las instituciones financieras. Nadie lo sabe oficialmente salvo el puñado de bancos que comercian con la energía en Nueva York y Londres y desde luego ellos no van a decir nada al respecto.

Comprando un gran número de contratos de futuros y, por tanto, alzando los precios futuros a niveles más altos que los precios actuales, los especuladores han proporcionado un incentivo financiero para que las compañías refineras, los mayoristas intermediarios o las empresas aeronáuticas llenen sus almacenes. Una refinería comprará petróleo extra hoy, incluso si cuesta 110 dólares por barril, si piensa que su precio futuro será aún mayor. Como consecuencia de la demanda especulativa ficticia creada, durante los últimos años los inventarios del crudo almacenado en Estados Unidos son más altos que en cualquier otro momento de la última década. Resultado final: nos encontramos en una extraña situación en la que hay grandes reservas de crudo y altos precios del mismo.

Las evidencias también sugieren que las tantas veces cacareada geopolítica, los factores económicos y los factores naturales no explican el aumento de los precios de la energía que se observan en las cifras reales de la oferta y demanda de crudo: aunque la demanda ha aumentado considerablemente en los últimos años, también lo han hecho los suministros. En los últimos años la producción mundial de crudo ha aumentado junto con la demanda; de hecho, durante este periodo los suministros mundiales han superado a la demanda, según el Departamento de Energía de Estados Unidos. 

Para los grandes fondos de pensiones y los bancos europeos y estadounidenses ansiosos de conseguir beneficios tras el desplome iniciado en 2007 con la caída de Lehman Brothers y las crisis inmobiliarias que le han seguido, el petróleo se ha convertido en una de las mejores vías para conseguir grandes ganancias especulativas. El telón de fondo que sustenta la actual burbuja de los precios del petróleo continúa siendo la agitación en Oriente Medio, en Sudán, en Venezuela, en Pakistán, en la demanda petrolera de China o India y en la mayor parte del mundo en desarrollo. Los especuladores comercian con rumores, no con hechos

 ... y se llenan los bolsillos cada vez que usted o yo vamos a la gasolinera.