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domingo, 31 de diciembre de 2023

La vieja juerga de la noche de Reyes

 

"Twelfth Night Merry-Making in Farmer Shakeshaft's Barn", grabado de William Harrison Ainsworth, ca. 1850.

Noche de Reyes es una comedia en cinco actos de William Shakespeare, escrita probablemente entre 1599 y finales de 1601. El título usado en Inglaterra, La duodécima noche, se refiere a que, contando a partir de Nochebuena, esa es la noche que precede a la Epifanía, palabra que en griego significa manifestación.

Para muchas culturas las epifanías corresponden a revelaciones o apariciones en donde los profetas, chamanes, médicos brujos, oráculos o astrónomos interpretaban visiones más allá de este mundo. Más tarde, el sincretismo cristiano la incorporó como una fiesta en la que el dios Jesús se manifiesta en forma humana, es decir, se «da a conocer» en la tierra o, como dice el Evangelio de San Juan: «Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad». Más claro, agua, no le dé más vueltas.

Shakespeare escribió La duodécima noche para que, a modo de auto sacramental, se incorporara a las celebraciones de Epifanía en la antigua Inglaterra. Pero antes de que el de Stratford–upon–Avon la subiera a los escenarios, era algo más, era la Noche de Reyes, hoy desaparecida por aquellos pagos, que durante mucho tiempo fue una fiesta de invierno muy popular en Europa, una fecha ruidosa y alegre de reminiscencias indudablemente paganas que el puritanismo protestante borró del calendario festivo en el mundo anglosajón, en todo el norte Europa y, desde luego, en Norteamérica. 


The Star of Kings: A Night Piece, grabado de Rembrandt (1651).


Como la propia Navidad, la festividad estuvo vinculada originalmente al solsticio de invierno. Los romanos celebraban las Saturnalia durante varios días a finales de diciembre. En la Alemania precristiana, la época más importante del año era la comprendida entre el 25 de diciembre y el 6 de enero, una celebración del solsticio de invierno a la que llamaban Weihnachten, las “noches consagradas”.

La llegada del cristianismo a Europa añadió una nueva dimensión no menos esotérica. El final de la celebración se vinculó a los Reyes Magos que siguieron la estrella hasta Belén. La noche de Reyes, la noche del 5 de enero, la víspera de la Epifanía del Señor, marcaba el final de la temporada navideña de doce días.

Como desde que el mundo es mundo el personal gusta más del cachondeo que del recogimiento, en los siglos XVI y XVII la Noche de Reyes se convirtió en un asunto carnavalesco, profano e incluso obsceno. Las festividades eran una amalgama de creencias y culturas, tanto antiguas como nuevas, con muchas representaciones teatrales, que se extendió sobre todo en los Países Bajos e Inglaterra.

En los Países Bajos las obras de teatro y los festejos al aire libre ya se habían convertido en una característica de esa noche durante el siglo XIII. Los festejos se centraban en Herodes, que representaba todo lo que era exceso y tiranía. Y como resultado, la Noche de Reyes se convirtió en una noche de juerga ajena a todo recogimiento espiritual. Una noche, que también en Inglaterra, simbolizaba el mundo al revés.

Tanto cundió el jolgorio, la algarabía y el pitorreo que a finales del siglo XVI la iglesia holandesa prohibió las representaciones públicas. La fiesta se modificó. La noche de Reyes holandesa se trasladó al interior de los hogares y adquirió un aire más familiar con juegos, pasteles, canciones y coronas de papel, además de tener comida y limosnas preparadas para los pobres que acudieran a llamar a la puerta.

Había todo un protocolo que guardar durante la noche de Reyes, que incluía también cortejos callejeros en los que, como se hacía también en Halloween, parientes y amigos visitaban las casas de sus vecinos, marchando detrás de una gran estrella dorada.

Muchas representaciones de la noche de Reyes de los maestros holandeses son de gentes que cantan en la calle siguiendo una estrella. Entre ellos los más conocidos son el grabado de Jan van de Velde II de 1630 (que se piensa que es la representación más antigua de esas procesiones), y el aguafuerte de Rembrandt de 1651 titulado La estrella de Reyes: una estampa nocturna. Grupos de alegres cofrades se organizaban en las fiestas hogareñas para luego echarse a la calle a cantar. Llamaban a las puertas, cantaban y recibían a cambio dulces y licores. Al frente del grupo siempre había alguien que enarbolaba una estrella.

The Star of Kings, a Night Piece, de Jan van de Velde II 1630


En Inglaterra la noche de Reyes se celebraba de una manera similar, pero incluyendo obras de teatro y cocinando un pudín de frutas tradicional. En lugar de Herodes, el protagonista de la Noche de Reyes inglesa era el “Señor del Desgobierno”, que en la obra de Shakespeare es sir Toby, un personaje borrachín, mentiroso y pendenciero.

¿Por qué Shakespeare estrenó la primera representación conocida de su Noche de Reyes el 2 de febrero de 1607 y no lo hizo, como correspondía, en la noche de Reyes del 5 de enero?

En la Inglaterra de aquel tiempo, había variaciones en la duración de la temporada dependiendo de su entorno. Así que, sin necesidad de que los alcaldes prendieran las luces a comienzos de diciembre como hacen hoy día, la temporada de jolgorios navideños se extendía desde el 1 de noviembre (día de Todos los Santos) hasta el 2 de febrero (día de la Candelaria o Día de la Purificación).

The Inns of Court (Las Posadas de la Corte), los recintos gremiales de los abogados, donde Shakespeare estrenó La duodécima Noche, seguían ese calendario extendido. Por eso, en lugar de estrenar en el último de los doce días de Navidad,  lo hizo el último día de la temporada de celebraciones navideñas. La Candelaria era también el último día antes de que se labraran los campos e Inglaterra se preparara sobriamente para la Cuaresma.

Estrenar el 2 de febrero, sin competidores teatrales, casi un mes después de que el público se hubiera recuperado de los excesos navideños de las ancestrales Saturnalias, garantizaba una buena taquilla. Así que, después de todo, Shakespeare, el viejo zorro, echaba el telón a la temporada navideña con otra juerga de Noche de Reyes. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.


viernes, 29 de diciembre de 2023

¿Por qué estos días hace más frío en el valle del Henares que en Navacerrada?


¿Alguna vez has notado que hace más frío en el fondo de un valle que en las cumbres? Esto suele suceder cuando se produce la inversión térmica, un fenómeno que está asociado a situaciones de gran estabilidad atmosférica. 

La mañana del pasado 28 de diciembre los meteorólogos parecían haberse puesto de acuerdo con las inocentadas: las temperaturas en muchas zonas bajas de Madrid, las habitualmente más cálidas, eran varios grados inferiores a las registradas en estaciones de montaña.

Por ejemplo, a las 7 am el termómetro en Aranjuez (495 m de altitud) marcaba bajo cero (–5 ºC). En el puerto de Navacerrada, a más de 1.800 metros, se registraban diez grados más (+5 ºC). La paradoja térmica (uno espera que en las zonas altas haga más frío) se repetía en los valles del Jarama, del Tajo y del Henares.

Parece un mundo al revés y lo es si nos atenemos tan solo a las temperaturas extremas a determinadas horas del día en determinados accidentes geográficos. El fenómeno, común en valles de todo el mundo, se llama “inversión térmica”.

Antes de empezar, unos ejemplos sencillos

Observe la siguiente figura (A). Una estufa calienta una habitación. El aire caliente (flechas rojas) sube; al descender se enfría hasta desplomarse en el suelo (flechas azules). Sustituya la estufa por la superficie de la Tierra (recuerde que, como expliqué en esta entrada, es el suelo y no el Sol el que calienta el aire) y ya tenemos la primera pista. Vamos con la segunda.



Si alguna vez ha estado a pie quieto en la orilla del mar o en una piscina, habrá notado que siente los pies más fríos que el resto del cuerpo. Eso sucede porque el agua fría es más densa y se va al fondo. Piense ahora que el aire es, como el agua, un fluido.  El aire cálido es menos denso y por lo tanto sube. El aire frío es comparativamente más denso y por lo tanto tiende a desplomarse. Vamos con la tercera.

Calor y temperatura son conceptos que en el lenguaje cotidiano se confunden, pero son diferentes. Aunque sean magnitudes distintas, están relacionadas. Cuando dos cuerpos que tienen distintas temperaturas se ponen en contacto entre sí, se produce una transferencia de energía calorífica desde el cuerpo de mayor temperatura al de menor temperatura. La transferencia de calor se puede realizar por tres mecanismos físicos: conducción, convección y radiación, que actúan simultáneamente en el sistema Tierra-Atmósfera-Océano, transfiriendo calor entre la superficie de la Tierra (tanto del suelo como del mar) y la atmósfera. Los tres procesos se ilustran en la figura anterior (B).

Para lo que aquí nos interesa, la conducción es la transferencia de calor a través de la materia desde las temperaturas más altas a las más bajas. La superficie del suelo que ha sido calentada por la radiación solar (es decir, la superficie insolada) transmite su calor al aire en contacto inmediato con ella.

Viajemos ahora a los inicios del siglo XIX cuando, estudiando las relaciones entre la presión, la temperatura y el volumen de los gases, JosephLouis Gay-Lussac descubrió que la presión del gas es directamente proporcional a su temperatura: si aumentamos la temperatura, aumentará la presión. Si disminuimos la temperatura, disminuirá la presión.

Según esa regla, cuando una masa de aire desciende, a medida que lo hace se somete progresivamente a una mayor presión atmosférica (recuerde que cuanto menor es la altitud mayor es la presión, de donde se deriva el archiconocido “mal de altura”), se comprime y se calienta: es el aumento de temperatura por compresión. Por tanto, conforme una masa de aire frío y denso desciende su temperatura aumenta por compresión y se vuelve incluso más denso.

Ese aire más denso y frío es el que se extiende estos días por las tierras bajas españolas, produciendo la paradoja de que se estará más calentito en las cumbres de Guadarrama que en las tierras bajas del valle del Henares.

Inversiones térmicas: valles fríos y piscinas de aire frío

El fenómeno climatológico denominado inversión térmica se presenta normalmente en las mañanas frías sobre los valles de escasa circulación de aire en todos los ecosistemas terrestres. También se presenta en las cuencas próximas a las laderas de las montañas en noches frías debido a que la pérdida del calor de la superficie terrestre por la radiación nocturna es tan intensa que el suelo se enfría más rápidamente que el aire contiguo a él.

Cuando hay un anticiclón, el aire desciende desde las capas más altas de la troposfera, se calienta y retiene junto a la superficie el más frío, que aparece por radiación. Modificada a partir de una figura de METEORED.


Recuerde ahora que el calor por conducción siempre se transmitirá desde un cuerpo más caliente (a mayor temperatura) a otro más frío (si no se lo cree, prueba a calentar la cocina dejando abierta la puerta del frigorífico). Esto hace que las capas inferiores de aire cedan su calor al suelo enfriado por la noche por medio de la conducción, ocasionando que las primeras se enfríen más que las capas superiores, las cuales, además, se han calentado otra vez con la nueva radiación solar. Así, el aire que se encuentra justo sobre el suelo está más frío que el aire a niveles ligeramente superiores, lo cual constituye una inversión del descenso térmico vertical típico de la temperatura.

Las inversiones térmicas se producen con tiempo estable, vientos suaves y ausencia de radiación solar. En esas condiciones, el aire frío, más denso, se deposita en la superficie, de modo que será en las zonas deprimidas o hundidas donde se registren las temperaturas más bajas. El fenómeno puede observarse frecuentemente en nuestras latitudes durante los meses invernales, cuando no es extraño obtener temperaturas mínimas más bajas en las mesetas que en las cimas de los sistemas montañosos.

Cuando estas depresiones del terreno son cerradas y se sitúan en entornos donde se producen fuertes inversiones térmicas, porque durante la noche el aire frío y denso de las partes altas de las laderas que desciende por cañadas, gargantas y laderas desciende hacia el fondo de la depresión y puede formar una piscina de aire frío o CAP (cold-air pool en la bibliografía inglesa). Las temperaturas que se llegan a alcanzar en el interior de estas depresiones pueden ser muy inferiores a las de las zonas adyacentes o circundantes.

De modo que lo que está pasando a escala continental es, básicamente, una inversión térmica, un fenómeno que se presenta normalmente en las mañanas frías sobre los valles de escasa circulación. En definitiva, en cuestiones de clima, nada nuevo bajo el Sol. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.

domingo, 24 de diciembre de 2023

Muérdago: un extraño símbolo de la Navidad (2ª parte)


Cultura, folklore y mitología

El muérdago europeo todavía juega un papel en el folclore de algunos países porque desde siempre ha atraído el interés popular y ha estado rodeado de una serie de mitos y leyendas. En las culturas de la Europa precristiana, se consideraba una representación de la esencia masculina divina (y, por lo tanto, de la fertilidad y la vitalidad), porque sus semillas son pegajosas como el semen.

Un capítulo famoso en el folclore del muérdago proviene de la mitología nórdica y de la leyenda de Frigg, una de las diosas mayores en la mitología nórdica y germánica, esposa de Odín, reina de la fertilidad, el amor, el cuidado del hogar, el matrimonio, la maternidad, la sabiduría doméstica y la previsión. Frigg, equivalente a la griega Hera y a la romana Juno, tiene sueños proféticos y es la única que junto a Odín tiene permitido sentarse en el trono Hliðskjálf y observar sobre los nueve mundos a los que mantienen unidos las raíces y las ramas del fresno Yggdrasil, el árbol de la vida, o fresno del universo, en la mitología nórdica.

Según la Edda Prosaica del siglo XIII, un manual poético islandés que también contiene otras muchas historias mitológicas, Frigg, que había soñado que su hijo Baldur moriría asesinado, hizo que todos los seres vivos juraran no lastimarlo. Cuando supo que era invulnerable, Baldur, que debía de tener más ego que el mismísimo Narciso griego, presumía de ello y dejaba que los dioses menores le atacaran con todo tipo de armas.

Representación del mito de Baldur (en el centro, con un halo solar alrededor de su cabeza) en un dibujo de 1902 de Elmer Boyd Smith. Al fondo, a la derecha, Odin y Frigg sentados en su tronocelestial. En primer plano, a la derecha, Loki entrega la flecha al ciego Höðr.


Pero, como ocurrió con el talón de Aquiles, el plan de Frigg tenía un fallo: no le había exigido el juramento al muérdago porque le pareció inofensivo. Cuando lo supo Loki, un intrigante que sembraba cizaña entre los dioses menores, hizo una flecha utilizando una rama de muérdago y se la entregó al dios ciego Höðr, que mató con ella a Baldur.

Baldur murió, pero el mundo aprendió una lección: nunca te olvides del muérdago. Después de la muerte de su hijo, Frigg ordenó que colgara sobre las puertas como un “nomeolvides” que protegería a cualquiera que pasase por debajo y un símbolo del amor que haría feliz a quien se besase a su amparo. Al menos esa es una versión del origen nórdico de la relación con el muérdago.

Desde Europa, la simbología amorosa del muérdago y su relación con los besos saltó a Estados Unidos, de la mano de Washington Irving. El escritor estadounidense había regresado de una prolongada estancia en Europa y popularizó en el recién independizado país algunas tradiciones que había observado en el Viejo Continente.

En 1809 Washington Irving escribió una legendaria y romántica Historia de Nueva York (A History of New York) en la que presentaba a un santo holandés, Sinterklaas, que aparecía por Navidad cargado de regalos. Ese fue el inicio de la costumbre navideña de San Nicolás, Santa Claus o Papá Noel. Convertir el beso bajo el muérdago en una tradición navideña se remonta a otro libro popularísimo de Irving, Cuaderno de apuntes (The Sketch Book), que publicó en 1820.

En el capítulo titulado Nochebuena, una nota a pie de página dice: «los jóvenes tienen el privilegio de besar a las muchachas solteras debajo [del muérdago], arrancando cada vez una de sus bayas. Cuando se arrancan todas las bayas, el privilegio se acaba». 

El libro de Irving, un superventas de la época, jugó un papel muy importante en la popularidad de la tradición, porque la Navidad era a principios del siglo XIX una fiesta intrascendente. Irving creó el modelo para la Navidad moderna en muchos aspectos. Como besarse bajo el muérdago se mencionaba en The Sketch Book, la sociedad estadounidense hizo de la práctica un gesto de alegría navideña.

Propiedades medicinales

Desde la antigüedad, esta planta ha sido muy apreciada tanto por las que le atribuían carácter místico como por sus propiedades medicinales. En medicina popular se le atribuyen las siguientes propiedades:

Analgésicas. Tiene la capacidad de aliviar los dolores de ciática. Para usarla con este fin debe aplicarse en la zona afectada una compresa hecha con una solución macerada durante una noche de una cucharada de muérdago en polvo en un vaso de agua hirviendo.

Antiinflamatorias. Si se dejan macerar en la nevera las hojas de muérdago metidas en un frasco con alcohol de farmacia, a partes iguales y durante dos semanas, la solución resultante es un gran alivio contra las piernas cansadas o las zonas con problemas circulatorios. Por sus efectos vasodilatadores y antiinflamatorios, se usa para desinflamar las hemorroides y las varices.

Vasodilatadoras. Las bayas de muérdago, trituradas y mezcladas con zumo de limón en proporciones iguales, resultan una solución muy buena contra afecciones de la piel, como granos y orzuelos. Del mismo modo, las hojas maceradas durante unas 12 horas en agua, hasta que la mezcla adquiera una textura algo espesa, son un remedio muy efectivo para los pies cansados o doloridos. Solo hay que dejarlos reposar en la mezcla, la cual se puede diluir en más agua en un barreño, durante aproximadamente 15 o 30 minutos.

Sedantes. Se usa como sedante leve o tranquilizante que puede ayudar a calmar dolores de cabeza producidos por tensión nerviosa.

En Farmacología fitoterápica se utiliza la sumidad (Visci herba), que incluye flor, fruto o ambos. Los principios activos más importantes son las lectinas ML-1, ML-2 y ML-3, y las viscotoxinas. Las lectinas son moléculas compuestas de proteínas y azúcares, mientras que las viscotoxinas son proteínas de cadena corta.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, diferentes estudios in vivo e in vitro con numerosas lectinas de plantas han demostrado que poseen actividad inmunomoduladora y citotóxica. Estimulan los linfocitos T, la fagocitosis en diferentes poblaciones celulares y la liberación de citocinas, un tipo de proteínas que elaboran ciertas células inmunitarias que tienen efecto en el sistema inmunitario, estimulando o debilitando su respuesta.

La actividad citotóxica se ha demostrado en diversos tumores y líneas. La posibilidad de producir lectina ML-1 recombinante ha permitido obtener el fármaco Aviscumina, que ha demostrado actividad antineoplásica (impide el desarrollo, crecimiento, o proliferación de células tumorales malignas) e inmunomoduladora (estimula o deprime el sistema inmunitario, y puede ayudar al cuerpo a combatir el cáncer, las infecciones u otras enfermedades).

Los extractos de muérdago han evidenciado, también, una cierta actividad antiangiogénica. El término antiangiogénico se refiere a un agente químico o biológico que inhibe o reduce la angiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos preexistentes. Estos agentes son usados a veces para combatir el cáncer al destruir los vasos sanguíneos inmaduros recién formados en el tumor, impidiendo el suministro de nutrientes y oxígeno a las células tumorales e inhibiendo así el crecimiento del tumor.

Por otra parte, algunos ensayos preclínicos realizados en ratas y perros hipertensos indican un cierto efecto reductor de la presión arterial dependiente de la dosis; sin embargo, se desconoce el mecanismo exacto de acción.

Los preparados de muérdago se emplean por vía subcutánea, intramuscular o intravenosa como coadyuvantes en el tratamiento de enfermedades tumorales y en la profilaxis de metástasis postoperatorias. La eficacia se ha estudiado en una amplia variedad de cánceres humanos, tanto en adultos como en niños: mama, colorrectal, cervical, SNC, cabeza y cuello, vejiga, hígado, pulmón, ovario y renal, entre otros, así como en melanoma y leucemia. En general, se aprecia una mejora de la calidad de vida de los pacientes y un incremento del tiempo de supervivencia, así como una mayor tolerabilidad al tratamiento con agentes quimioterápicos.

Por su actividad inmunoestimulante, se emplea también en pacientes con hepatitis C, sida, resfriado común y enfermedades respiratorias recurrentes. Para todas estas indicaciones existen estudios preclínicos y clínicos; sin embargo, se requieren ensayos clínicos más amplios que permitan validar los resultados.

Tradicionalmente los preparados de muérdago se han empleado como coadyuvantes en el tratamiento de diferentes trastornos cardiovasculares, especialmente en la hipertensión. No obstante, apenas existe evidencia clínica de estas indicaciones y los resultados que se extraen de algunos estudios observacionales son confusos.

Las bayas de muérdago son altamente tóxicas por su contenido en viscotoxina. Su ingestión puede provocar trastornos del sistema nervioso central y cardiocirculatorios (bradicardia, hipotensión) y neurológicos (parestesias en extremidades), debidos a la acción que las viscotoxinas tienen sobre los canales del calcio de las membranas celulares.

Las intoxicaciones son poco frecuentes ya que el número de frutos ingeridos tiene que ser considerable para que se produzca sintomatología. Con la ingestión suelen aparecer vómitos y diarreas. En dosis altas pueden surgir arrítmias o insuficiencia cardiaca y trastornos de tipo neurológico como parestesias en las extremidades. 

En general no es necesario ningún tipo de tratamiento. En caso de ingestión copiosa debe inducirse el vómito, realizar un lavado gástrico o administrar carbón activado. El gluconato cálcico por vía endovenosa ha demostrado tener un efecto beneficioso como antídoto de las viscotoxinas. El pronóstico es generalmente favorable. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca. 

viernes, 22 de diciembre de 2023

Europa, lobos y ecología profunda: el mundo según Næss



El mal llamado “problema de los lobos” se está convirtiendo rápidamente en una fuente de tensión social y política en Europa. El relativo éxito de la conservación en todo el continente ha generado un debate fomentado por grupos de ganaderos preocupados y de cazadores ansiosos de disparar contra todo lo que se mueve. 

La Comisión Europea acaba de proponer un cambio de estatus para el lobo, que pasaría de ser considerado “estrictamente protegido” a “protegido”, lo que permitiría cazarlos. Sin embargo, cambiar el estado de protección puede no ser la mejor solución, especialmente porque sólo tres de las nueve poblaciones de lobos en la UE han mejorado hasta merecer un estado de conservación favorable.

Poblaciones de lobos de la UE: sólo los lobos del Báltico, los Cárpatos y los Dinárico-Balcánicos son de "menor preocupación". Evaluación de la conservación: Consejo de Europa 2022. Mapa


En cambio, tal vez haya llegado el momento de centrarse de nuevo en aprender a vivir –de nuevo– con los lobos. En este sentido, las estrategias de prevención probadas, como las vallas y el uso de perros guardianes, desempeñan un papel fundamental. Pero la cuestión puede reducirse a fomentar principios y valores éticos que enseñen la coexistencia entre especies.  Es decir, enfocar el debate desde una perspectiva fundamentalmente filosófica.

La trayectoria del filósofo medioambiental noruego Arne Næss (1912-2009) podría resultar de ayuda. Næss es conocido como el padre de la “ecología profunda”, una teoría ética basada en el principio de "igualitarismo biosférico" que sostienen que toda vida tiene un valor intrínseco, porque todos los seres vivos tienen el mismo derecho a existir. En esa línea, los lobos tienen tanto derecho a estar aquí como nosotros.

Junto con el biólogo Ivar Mysterud, Næss escribió un ensayo en el que afirmaban que «El bienestar de la especie lobo como parte de la vida humana y no humana en la Tierra tiene valor por sí mismo». A pesar de un planteamiento aparentemente radical a las normas éticas centradas en el ser humano, Næss planteó un enfoque pragmático sobre cómo se aplicaba en la práctica el principio del igualitarismo biosférico.

Arne Næss  

Por ejemplo, consideró los importantes factores contextuales de las interacciones locales entre lobos y humanos cuando escribió: «Para algunos criadores de ovejas, la necesidad de proteger a sus ovejas de los lobos o de recibir alguna compensación es hoy vital. Significa proteger la base de su economía y el hogar donde han vivido durante generaciones».

Además de los intereses humanos, también planteó la obligación moral de reducir el sufrimiento de las ovejas y de otros animales domésticos. Esto es especialmente notable porque los humanos han reducido la capacidad de estas especies para evitar a los lobos. El muflón, el ancestro salvaje de las ovejas domésticas, evita a los grandes depredadores refugiándose en las montañas. Por el contrario, después de miles de años de cría selectiva, el ganado moderno tiene menos defensas genéticas y debe valerse por sí mismo en campos cercados por los humanos.

El hombre tiene corazón, no sólo cerebro

Næss evitó una respuesta única a la cuestión de los lobos (una posición por la que otros académicos lo criticaron). Pero su enfoque en articular principios éticos generales que sirvan como telón de fondo para decisiones contextuales puede tener importancia en el cada vez más acalorado debate político sobre el lobo.

Por ejemplo, Næss utilizó el término “comunidad mixta” para designar a los lugares en que interaccionan humanos y otras especies que desempeñan un papel claro en los asuntos humanos. Desafiando la tendencia a definir la comunidad sólo en términos antropocéntricos, Næss sostuvo que este marco ayuda a «derribar algunas de las barreras que se levantan por lo general entre los humanos y cualquier otra forma de vida dentro de nuestro espacio común».

Hacerlo puede abrir caminos para una mayor identificación y empatía hacia otros seres no humanos, una capacidad que Næss creía que todos los humanos poseen y que surge de una continuidad biológica o evolutiva entre la vida humana y no humana.

De hecho, como sostuvo también el conservacionista estadounidense Aldo Leopold, percibirnos a nosotros mismos como parte de una comunidad compartida con otros es un requisito previo para la acción moral. En este caso, ayuda a concretar la idea del derecho de los lobos a existir: como nosotros, son miembros de una comunidad.

Aplicar este marco ético de “comunidades mixtas” a las deliberaciones actuales de la UE puede acarrear algunas ventajas. Por ejemplo, puede inspirar un mayor desarrollo de soluciones creativas y mutuamente beneficiosas, como la compensación económica por las pérdidas de ganado (una medida que Næss pidió), así como la mejora de la prevención de los ataques de lobos. También puede desempeñar un papel eficaz para contrarrestar el miedo y la histeria, a menudo infundados, en torno a los lobos, de cuya mala imagen popular culpaba a los hermanos Grimm.

Sin embargo, quizás lo más importante de todo sea el potencial para conectarnos con nuestras emociones. Como dijo Næss: «El hombre tiene corazón, no sólo cerebro». Para avanzar hacia una coexistencia sostenible no basta con apelar a abstracciones sobre los beneficios científicos o idear esquemas de compensación perfectamente eficientes. También debe derivar de un sentimiento de solidaridad con otras especies: un reconocimiento pleno de que, en palabras de Næss: "Los humanos no están solos en este planeta".

Curiosamente, como demostró un estudio reciente, la mayoría de quienes viven en comunidades rurales de la UE piensan que los lobos tienen derecho a existir, lo que se ajusta al relativo optimismo de Næss sobre la posibilidad de comunidades mixtas, un concepto que es importante recordar a la luz de la preocupante división política en relación con el llamado problema del lobo en Europa. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Muérdago: un extraño símbolo de la Navidad (1ª parte)

 


Una planta parásita con bayas potencialmente venenosas puede que no sea el icono más apropiado como decoración navideña. Pero, botánicamente hablando, eso es el muérdago: una planta parásita.

Muérdago, una palabra evocadora con un significado incierto. Sobre su etimología, el Diccionario de la Real Academia hace mutis por el foro: dic. (por discutido), es la abreviatura que usa. Según el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana de Joan Corominas, muérdago proviene del latín mordicus (mordiendo). También postula que podría venir del vasco “muir-tako”, con lo que nos quedamos sin saber el origen de la palabra tanto en español como en euskera.

Hay también quien, teniendo en cuenta el legendario poder venenoso de la planta (que no es para tanto, dicho sea de paso), considera que bien pudiera venir del latín mortuus, muerto. Por salir del embrollo, entre otros muchos que no cito por no aburrir, a la planta se le aplica también el nombre de “visco” (del latín “viscum”, viscoso o pegajoso) o “liga”, sustancia pegajosa obtenida de los frutos de la planta usada antaño (y hoy felizmente prohibida) para atrapar pajarillos. Liga es también uno de los nombres comunes usados en lengua inglesa, “birdlime” literalmente “pega aves”.

Para los anglosajones el nombre más común para el muérdago es “mistletoe”, que se derivaría de las primeras observaciones según las cuales el muérdago solía aparecer en lugares donde las aves habían dejado sus excrementos. "Mistle" en la palabra anglosajona para "estiércol", y "toe" es la palabra para "ramita". Por lo tanto, muérdago significa "estiércol en una ramita". Mejor parada sale la planta con el nombre común que le aplican los alemanes, “miste”, que significa “liga” en relación con las propiedades viscosas del fruto.

Plantas parásitas

La idea general que tenemos de las plantas es que son organismos verdes anclados en el suelo que elaboran su propio alimento mediante la fotosíntesis. Pero ¿todas las plantas cumplen esas condiciones? Hay más de un cuarto de millón de plantas con semillas, así que entre tanta diversidad hay de todo, entre ellas las que se han especializado en robar el alimento a otras. Son las plantas parásitas.

El parasitismo no es nada extraño entre las plantas. Ha aparecido independientemente en doce ocasiones a lo largo de la historia evolutiva de los vegetales. En total se han identificado 292 géneros y 4.750 especies parásitas. Por lo tanto, el parasitismo no es tan raro como podríamos imaginar, porque se presenta en alrededor del 1,6% de las especies de plantas con flores y frutos (angiospermas).

Especies representativas de los doce grupos evolutivos de plantas parásitas. A: Cassytha filiformis (Sudáfrica); B: Hydnora africana (Sudáfrica); C: Cynomorium coccineum (España); D: Krameria ixine (Puerto Rico); E: Rafflesia pricei (Malasia); F: Pilostyles thurberi (EEUU); G: Cytinus ruber (Francia); H: Amyema artensis (Papúa Nueva Guinea); I: Mitrastemon yamamotoi (Japon); J: Pholisma culiacanum (México); K: Cuscuta rostrata (EEUU); L: Harveya purpurea (Sudáfrica). Nickrent, 2020. Taxon 69(1), 5-27.

Entre las plantas parásitas se reconocen dos tipos. Las “holoparásitas” o parásitas completas carecen por completo de clorofila y viven tomando de la planta parasitada tanto la savia bruta como la elaborada, de las cuales reciben agua, nutrientes y alimentos elaborados por el hospedante. Entre las que viven en España cabe citar las cuscutas (Cuscuta sp.) y los jopos (Orobanche sp.).

Otras son las “semiparásitas”, que solo toman de la hospedante la savia bruta, que les aporta agua y sales minerales (los nutrientes), mientras que fabrican su propio alimento mediante la fotosíntesis. Un ejemplo de ellas es el conocido muérdago (Viscum album), que al tiempo que realiza una fotosíntesis normal absorbe agua y sales nutritivas del árbol sobre el que se encuentra, utilizando para ello unos órganos chupadores (haustorios) que, a modo de cuñas succionadoras, se introducen en los vasos conductores del hospedante.

Características botánicas

El muérdago más extendido en Europa es Viscum album, una especie incluida en uno de los siete géneros en los que se han descrito unas 575 especies distribuidas por todo el mundo cuya mayor diversidad se alcanza en los trópicos.


Viscum album es una planta semiparásita nativa de Europa y de Asia occidental y meridional, que crece sobre las ramas de diversos árboles, principalmente sobre especies de hoja caduca, como manzanos o álamos, pero también sobre algunas especies de pinos.

A lo largo de sus tallos cilíndricos, que pueden llegar a medir hasta un metro y se dividen en ramas ahorquilladas, se disponen, enfrentadas por pares, las hojas lanceoladas, enteras y de textura correosa de color amarillo verdoso. De la base del tallo, por lo general ramificada, surge un potente haustorio que ancla poderosamente en el leño del hospedante, penetra en los vasos conductores, de los que extrae sus nutrientes y al que debilita hasta llegar a matarlo.


Los muérdagos son dioicos (hay plantas macho y hembra), con flores diminutas (2-3 mm de diámetro) de color amarillento, que maduran entre finales de invierno y principios de primavera. En las flores no se pueden diferenciar las piezas del cáliz y la corola o, lo que es lo mismo, no se puede determinar si son pétalos o sépalos. El conjunto se denomina perigonio y las piezas que lo componen reciben el nombre de tépalos.

Los machos tienen las flores abiertas en cuatro tépalos que nacen de un tubo muy corto; en la cara interna de los tépalos van fijados los estambres carentes de filamentos. Las flores femeninas también se dividen en cuatro tépalos que coronan un ovario situado en posición inferior. Unas y otras flores nacen en las horcajaduras de las ramas, en tríos, una a cada lado y la otra en medio de ambas, o más raramente en grupos de cinco. Tanto las flores femeninas como las masculinas producen un intenso aroma afrutado que atrae a los polinizadores que liban en las minúsculas gotitas de néctar producidas en aquellas.

Los polinizadores más eficaces son varias especies de insectos activos en invierno, principalmente moscas, y hormigas. Las abejas melíferas y los abejorros son polinizadores potencialmente eficaces, aunque sólo se han observado en flores masculinas. El aroma de las flores masculinas y femeninas se percibe como idéntico (similares al zumo de manzana, a las manzanas maduras o a la flor de azahar), pero la diferencia radica en su intensidad.


Las flores masculinas producen más sustancias aromáticas y cantidades relativamente pequeñas de néctar, mientras que las flores femeninas producen más néctar, pero son menos aromáticas. Por tanto, parece que los insectos se sienten atraídos principalmente por el olor de los nectarios de las flores masculinas y por el néctar secretado alrededor de los estigmas de las flores femeninas.

El fruto es una baya pequeña, verde cuando está inmadura y después traslúcida, del tamaño de un guisante de color blanco o amarillo, en cuyo ápice se observan las cicatrices correspondientes a la inserción de las piezas del perigonio. El mesocarpo contiene una pulpa viscosa con una (raramente varias) semillas que madura a finales de otoño. No es comestible.

Viven sobre los manzanos, los chopos y otros árboles de hoja caduca como abedules, tilos y sauces en el norte de España desde los Pirineos hasta Portugal, raras veces en el sur. La variedad laxum vive sobre pinos de Alepo, negrales y silvestres. Por su capacidad de infestación, el muérdago causa graves daños en los árboles a los que parasita debido a la alta tasa meristemática y enzimática de su sistema haustorial.


La multiplicación la llevan a cabo los pájaros, en especial mirlos o tordos que, al frotarse contra las ramas, dejan fijadas sobre ellas las semillas pegajosas, a partir de las cuales se desarrollan los haustorios que se clavan primero en la corteza, la atraviesan y llegan hasta los haces vasculares para absorber la savia de las ramas del árbol hospedante. 

El muérdago tiene una larga historia ligada a tradiciones ancestrales. Sobre ellas y sobre sus propiedades medicinales, escribiré en la segunda parte. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.

domingo, 10 de diciembre de 2023

Autorizada la primera vacuna ARN autorreplicante: ¿qué vendrá ahora?

 


Los investigadores dirigen su mirada hacia los usos y beneficios potenciales de una tecnología que lleva más de veinte años desarrollándose.

La aprobación de otra vacuna basada en ácido ribonucleico (ARN) para combatir la COVID-19 podría parecer de importancia limitada. Pero la autorización concedida la última semana de noviembre a una vacuna contra el SARS-CoV-2 elaborada utilizando una forma de ARN que puede hacer copias de sí mismo dentro de las células (vacunas basadas en ARN mensajero autoamplificable o autorreplicante, auARNm) marca un avance fundamental.

Los investigadores llevan más de 20 años intentando hacer realidad las vacunas de auARNm, cuya primera aprobación anuncia que la tecnología más versátil de este auARNm reemplazará cada vez más al ARNm convencional en una amplia gama de escenarios clínicos, que podrían proporcionar una potente defensa contra diversas enfermedades infecciosas y cánceres. Además, como podría usarse a dosis más bajas, tendría menos efectos secundarios que otros tratamientos con ARN mensajero (ARNm).

Cuando se utilizó como refuerzo en pruebas clínicas contra el COVID-19, la nueva vacuna desencadenó niveles más altos de los anticuerpos que combaten el virus, los cuales, además, circularon por el cuerpo durante más tiempo que una vacuna convencional de ARNm.

Su eficacia y versatilidad surgen de sus originales características. Las vacunas convencionales frente a la COVID-19 basadas en ARNm consisten principalmente en instrucciones genéticas para una proteína viral rodeadas de secuencias reguladoras. La maquinaria de una célula produce una proteína, el antígeno, que estimula una respuesta inmune mientras persistan esas instrucciones. Por el contrario, las vacunas de auARNm incorporan los genes necesarios para la replicación y síntesis del ARN que codifica el antígeno, creando así una “imprenta biológica” para fabricar la vacuna dentro de las células.

En el caso de la nueva vacuna ARCT-154, la maquinaria de replicación se toma de un virus natural, el virus de la encefalitis equina venezolana, un patógeno transmitido por mosquitos que causa una inflamación cerebral mortal en caballos y humanos. Los científicos creadores de la vacuna han eliminado genes clave de la secuencia viral, haciendo así que el sistema no sea infeccioso y resulte seguro para su uso en humanos.

Al recibir una vacuna de ARN, las células del cuerpo producen antígenos (secuencias de proteínas normalmente codificadas por un virus) a partir de un conjunto de instrucciones de ARN para provocar una respuesta inmune. Si las instrucciones incluyen una enzima replicasa, esa enzima puede producir más copias de la secuencia de ARN del antígeno. Una vacuna elaborada con esta estrategia se puede administrar en dosis más pequeñas para provocar una respuesta similar a las vacunas de ARN convencionales.

La ARCT-154 requiere entre una décima y una sexta parte de la dosis por persona que necesitan otras inyecciones de refuerzo contra el COVID-19 basadas en ARNm. Reducir la cantidad de vacuna administrada en cada inyección debería dar como resultado menores costos de producción.

Aunque el perfil de efectos secundarios de ARCT-154 parece comparable al de una inyección de ARNm convencional, es de esperar que los beneficios de las dosis más pequeñas de la nueva plataforma ayuden a mitigar la gravedad de la “reactogenicidad”, es decir, la capacidad de una vacuna para producir reacciones adversas comunes y esperadas, especialmente respuestas inmunológicas excesivas y signos y síntomas asociados, que incluyen fiebre, dolor, hematomas, enrojecimiento, induración e hinchazón en el brazo en el sitio de la inyección. Estas reacciones indeseadas siguen siendo un impedimento considerable para que las vacunas basadas en ARNm se utilicen en humanos.

En la actualidad, varias vacunas contra la gripe convencionales basadas en ARNm están avanzando a través de ensayos clínicos y están mostrando signos prometedores de provocar más anticuerpos protectores que las vacunas existentes. Sin embargo, sus perfiles de efectos secundarios todavía dejan margen de mejora, por lo que la dosis más baja de las vacunas auRNAm podría ayudar a resolver algunos de los problemas más intensos de reactogenicidad.

Con la aprobación para ARCT-154 en Japón, sus fabricantes están ahora buscando autorización en Europa, donde se espera una decisión regulatoria el próximo año. Es de esperar que la autorización comience a poner un clavo en el ataúd de la idea de que el ARN autorreplicante no es una plataforma viable.

Con carácter de emergencia, el año pasado se aprobó en la India otra vacuna de auARNm para la COVID-19; sin embargo, los resultados clínicos menos eficaces de esa vacuna, la naturaleza provisional de la autorización del producto y los requisitos regulatorios menos estrictos de la India han llevado a los expertos a considerar la aprobación de la ARCT-154 como el verdadero momento decisivo en el campo de las nuevas vacunas autorreplicantes.

Más de una docena de candidatas a vacunas de auARNm se encuentran actualmente en ensayos clínicos para una variedad de aplicaciones, desde vacunas contra el herpes zóster y la gripe hasta vacunas terapéuticas contra el cáncer. Pero los investigadores ya están considerando aplicaciones más amplias de la plataforma, que tienen algunas ventajas inherentes, si los científicos son lo suficientemente hábiles como para aprovecharlas. 

viernes, 8 de diciembre de 2023

Breve historia de la Coca-Cola: un ejemplo de la economía extractiva capitalista

 

No necesito solemnizar lo obvio: Coca-Cola es más que una simple bebida. Coca-Cola Company es una de las empresas multinacionales de alimentos y bebidas más potentes. Está en todas partes. Sus productos se pueden encontrar en más de 200 países, en los que se consumen cada día alrededor de 2.000 millones de sus bebidas. Coca-Cola, valorada en unos 80.000 millones de dólares, la quinta marca más valiosa del mundo, obtendrá en 2023 unos beneficios de casi 10.000 millones de dólares.

La empresa se ha encargado de alimentar el mito de sus orígenes humildes: si la inmensa fortuna de la multinacional vaticana comenzó en el modestísimo portal de Belén, Coca-Cola lo hizo gracias un nuevo ejemplo de cumplimiento del sueño americano que en 1886 tuvo sus modestos orígenes en el laboratorio casero un farmacéutico arruinado de Atlanta.

Según la propia compañía, el producto que ha dado al mundo su sabor más conocido nació en Atlanta, Georgia, el 8 de mayo de 1886. John Stith Pemberton, un farmacéutico local, produjo un jarabe, llenó un tarro y lo llevó en persona hasta Jacobs' Pharmacy, donde lo probaron, lo declararon "excelente", lo combinaron con una bebida en auge, el agua carbonatada, y lo pusieron a la venta como bebida gaseosa a cinco centavos el vaso. Nació así una bebida que era a la vez "deliciosa y refrescante", un lema que continúa resonando hoy en día dondequiera que se comercialice Coca-Cola.


Pensando que "dos C se verían bien en la publicidad", el socio y contable de Pemberton, Frank M. Robinson, sugirió el nombre y escribió la ahora famosa marca Coca-Cola en una única palabra. El primer anuncio de Coca-Cola en un periódico apareció pronto en The Atlanta Journal, invitando a los ciudadanos a probar "la nueva y popular bebida de refresco". En los toldos de las tiendas aparecieron carteles de hule pintados a mano que decían "Coca‑Cola", con la sugerencia "Beber" agregada para informar a los transeúntes que la nueva bebida era para refrescarse en las populares fuentes de soda. Durante el primer año, las ventas fueron unas modestas nueve bebidas por día.

Pemberton nunca se dio cuenta del potencial de la bebida que creó. Poco a poco malvendió partes de su negocio a varios socios y, justo antes de su muerte en 1888, vendió su participación restante a Asa G. Candler. Candler, un ciudadano de Atlanta con gran visión para los negocios, procedió a comprar acciones hasta adquirir el control total. Entonces, como por arte de magia y siempre según la propia empresa, comenzó el imparable ascenso de un imperio basado en un humilde jarabe.

Para el historiador Bartow J. Elmore, la historia es diferente. El ascenso de la empresa y de su producto emblemático desde la nada no fueron pura coincidencia. Más bien, fueron el resultado de un plan deliberadamente calculado de “economía extractiva” destinado a adquirir recursos naturales y sociales a un coste mínimo para maximizar beneficios.

La etiqueta de ingredientes en la parte posterior de un envase de Coca-Cola inspiró el índice de Citizen Coke, el libro de Elmore. En seis capítulos, analiza las relaciones de Coca-Cola con los sectores público y privado que le permitieron adquirir y comercializar a bajo coste los seis ingredientes principales de su bebida insignia: agua, azúcar, cafeína, hojas de coca (uno de al menos de sus quince "sabores naturales"), envases y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa.

La estructura del libro es a la vez un relato cronológico y un viaje a través del ciclo de vida de una Coca-Cola, comenzando con la adquisición de ingredientes y terminando con las consecuencias materiales del consumo excesivo en la parte final de la cadena de suministro. El estómago humano es el final de la historia: en el capítulo final sobre el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa expone las consecuencias biológicas del consumo de productos que hoy pasan por “básicos” que dieron origen a la era de la obesidad.


¿Cómo adquirió Coca-Cola Company los recursos naturales que necesitaba para convertirse en uno de los artículos comerciales más omnipresentes del siglo XX? La respuesta es que la compañía sació su apetito al depender de instituciones públicas y socios del sector privado que construyeron la infraestructura necesaria para extraer materias primas para sus bebidas a bajo coste, en una nueva estrategia para acumular ganancias introducida por primera vez en la Edad Dorada del capitalismo que implicaba sumergirse en la abundancia de capital natural generada por la cooperación de imperios industriales, agronegocios y gobiernos.

Las historias más conocidas de Coca-Cola sostienen que la publicidad jugó un papel clave en su éxito. Las cifras parecen sostener esa opinión. Hoy en día, Coca-Cola tiene uno de los presupuestos publicitarios más grandes del mundo: gasta más de 3.500 millones de dólares cada año en promover sus bebidas, una suma que representa uno de cada tres dólares de sus ganancias netas.

Aunque es innegable que las campañas publicitarias impulsaron la lealtad de los consumidores hacia la marca, la empresa no podía sobrevivir sólo con publicidad. El éxito dependía de su capacidad para colocar a bajo precio un producto real y tangible en los estantes de las tiendas minoristas de todo el mundo.

Lo que hizo grande a Coca-Cola (su verdadera fórmula secreta) fue su capacidad para integrarse en sistemas tecnológicos de suministro y distribución construidos, mantenidos y financiados por otros. Coca-Cola dependía de una gran cantidad de socios de los sectores público y privado para generar las materias primas que necesitaba y demostró ser magistral a la hora de hacer amigos. Sus proveedores parecen una lista del "quién es quién" del capitalismo del siglo XX, incluidos gigantes como General Foods, Monsanto Chemical Works, Kraft, Pfizer, Hershey Chocolate Company y Cargill. Estas empresas financiaron las fábricas necesarias para crear el excedente de productos del que dependía Coca-Cola.


El Gobierno también ayudó, ofreciendo subsidios a agronegocios e industrias que alentaron la sobreproducción de las materias primas esenciales para Coca-Cola. El Gobierno federal evitó que las saturadas redes de suministro fallaran durante todo el siglo XX. También en el ámbito de la distribución, las agencias públicas financiaron la expansión de los sistemas públicos de agua y las plantas municipales de depuración que permitieron al gigante expandir exponencialmente su imperio embotellador a lo largo y ancho del siglo XX.

Coca-Cola era más que un simple envase. A mediados del siglo pasado, era el mayor comprador de azúcar del mundo, el mayor importador legal de hojas de coca en Estados Unidos y el mayor consumidor de cafeína procesada del planeta. La empresa consumía millones de metros cúbicos de agua municipales a precios irrisorios en todo el mundo y, a partir de la década de 1950, se convirtió en uno de los mayores consumidores de latas de aluminio y de envases de plástico.

En los primeros días de la empresa, Coca-Cola estableció relaciones clave en la cadena de suministro que iban desde suministros públicos como el agua hasta Monsanto y la Agencia Federal de Narcóticos (DEA) para reducir los costos de producción. En definitiva, para Elmore la fórmula secreta de Coca-Cola era un tipo particular de capitalismo basado en la «capacidad de la empresa para integrarse en sistemas de suministro y distribución tecnológicos construidos, mantenidos y financiados por otros».

Las tácticas de Coca-Cola comenzaron con un ingrediente tan fundamental como el agua, que ahora disfrutamos amplia y gratuitamente (el agua no se paga, se pagan los servicios de depurado y conducción). Pero, a principios del siglo XX, los servicios públicos de abastecimiento de agua apenas comenzaban a surgir y Coca-Cola aprovechó la oportunidad para apuntalar los sistemas a través de su modelo de embotellado por franquicias que descargaron convenientemente los costes iniciales de embotellado y envío de sus productos, que eran en un 99% agua, un poco de C02 obtenido gratuitamente del aire para carbonizarla y un mínimo de jarabe.

A partir de 1900, la empresa reclutó a empresarios locales que pagaban 3.000 dólares para establecer franquicias regionales que servirían como plantas embotelladoras cercanas al consumidor. Muchos embotelladores pidieron préstamos para comenzar y, en consecuencia, confiaron en los sistemas públicos de agua en expansión para ahorrar costes. Este ahorro de costes sirvió para que Coca-Cola ampliara su imperio embotellador a bajo coste. A medida que a partir de 1910 los sistemas públicos de agua se expandían por las zonas menos pobladas de Estados Unidos, también lo hacían las franquicias de Coca-Cola.


Más tarde, Coca-Cola utilizó una táctica similar para expandir sus negocios en el extranjero. La empresa obtuvo préstamos blandos de apoyo en el extranjero argumentando que, como se había hecho en Estados Unidos, podría llevar agua a los países del Tercer Mundo que carecían de infraestructura hídrica básica. Sin embargo, esos proyectos a menudo ayudaban a Coca-Cola a vender agua embotellada y otros productos en lugar de fomentar el desarrollo de obras públicas de agua a gran escala.

Uno de los grandes iconos subliminales de Coca-Cola era usar una de las “C”: la coca. La compañía utilizaba extracto de hoja de coca en su receta secreta. Desde el principio, obtuvo la hoja de su asociación con la DEA, que permitió a Coca-Cola comprar un ingrediente clave a bajo coste. Los documentos desclasificados por la DEA en los Archivos Nacionales muestran cómo Coca-Cola consiguió el acceso exclusivo a las importaciones legales de coca después de que esas importaciones fueran ilegalizadas en 1914.

El Federal Bureau of Narcotics (FBN) –un cuerpo policial del Departamento del Tesoro– concedió a Coca-Cola “exenciones especiales” que le permitieron comprar productos de extracto de hoja de coca, mientras que los vetaba a otros importadores. Al restringir el acceso de los compradores a las hojas de coca, el Gobierno federal ayudó a crear un monopsonio para Coca-Cola, que logró que fueran los únicos compradores del ingrediente y vinculando para siempre la sustancia con la marca.

Coca-Cola estableció relaciones similares de bajo coste para obtener ingredientes como la cafeína (primero del gigante agrícola Monsanto, luego del fabricante de café descafeinado General Foods) o para obviar su responsabilidad social, como en el infinito desperdicio de plástico y aluminio que generan sus productos.

En definitiva, la historia de Coca-Cola contada desde la perspectiva de los recursos naturales demuestra cómo, al igual que otros bienes de consumo y la agricultura, la producción de bebidas a escala fue y es una empresa extractiva con un enorme impacto social y ambiental. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.