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Trump recibe en el Despacho Oval al ministro de Asuntos Exteriores y a otros altos funcionarios rusos |
La semana que termina fue una mina de
primicias periodísticas provocadas por Trump que sumieron a la Casa Blanca en
el caos.
¡Qué semana para el periodismo de
investigación! Desde que el presidente Trump despidió al director del FBI,
James Comey, la intriga en torno a posibles connivencias entre la campaña de
Trump y Rusia ha ido in crescendo, y
ha culminado con el nombramiento de un fiscal especial para investigar el
asunto. Ese nombramiento es la traca final de una mascletá que ha ido
desgranándose día tras día para sacar a la luz pública los detalles de las oscuras
conexiones del ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn con Turquía, la
posible interferencia de Trump en la investigación del FBI sobre la campaña presidencial
de 2016, la salida de pata de banco del presidente cuando sugirió que el FBI debería
enviar periodistas a la cárcel, y otras cuantas cosas más.
La que sigue es una selección de los grandes
titulares de esta semana extraídos de los mejores periódicos de Estados Unidos.
El Washington
Post dejó caer la primera bomba al informar que el presidente compartió
información altamente clasificada con el ministro de Asuntos Exteriores y el
embajador rusos, a pesar de la insistencia de los expertos de los servicios de
Inteligencia en que no diera información sensible procedente de países aliados a
Rusia. El aliado en cuestión -según reveló el Washington Post en otra primicia- era Israel, que no había dado
autorización a los estadounidenses para compartir una información muy sensible
sobre el funcionamiento interno del Estado Islámico. Según un funcionario
estadounidense: "Trump reveló más información al embajador ruso de la que
hemos compartido con nuestros propios aliados".
Según el New
York Times, en un memorándum que escribió el entonces director del FBI
James B. Comey después de reunirse con Trump en febrero, el presidente le dijo "Espero
que deje pasar el asunto", para conseguir que dejara la investigación sobre
las conexiones de Flynn. Un portavoz cercano al ahora ex director del FBI
también dijo que Trump sugirió a Comey que debería considerar meter a
periodistas en la cárcel por revelar información sensible para los intereses
del país.
Flynn trabajó secretamente como lobista para
el Gobierno turco durante la campaña de Trump y estaba bajo investigación por
el Departamento de Justicia. Esta semana, el New York Times informó que el equipo de Trump lo sabía antes de que
el general Flynn empezara a trabajar en la Casa Blanca y, pese a ello, le
ofreció el puesto de Consejero de Seguridad Nacional.
Después de cobrar más de 500.000 dólares para
representar los intereses de Turquía, Flynn influyó para detener una operación
militar que contaba con la oposición de Turquía, según el influyente digital McClatchy. El plan de la Administración
Obama de retomar Raqqa, la capital de facto del estado islámico, que llevaba
siete meses preparándose y que implicaba cooperar y armar a las fuerzas kurdas,
que se consideran uno de los aliados más eficaces de los Estados Unidos en la
lucha contra ISIS, contaba con la oposición del Gobierno de Erdogan.
Nada nuevo bajo el sol: en esto, Trump hizo
lo que Rajoy con Bárcenas. Según Yahoo
News, Trump envió el mensaje a Flynn el mismo día de abril en el que los
líderes del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes anunciaron que
Flynn podría haber infringido la ley por no divulgar un pago de 34.000 dólares que
le había pagado RT, una red de televisión que los servicios de Inteligencia
describen como un sitio de propaganda rusa.
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James Comey testifica ante la Comisión Investigadora del Senado |
Según Reuters,
durante los últimos siete meses de la campaña de 2016, el equipo de Trump tuvo
al menos 18 contactos secretos con funcionarios de Rusia y otras personas con
vínculos con el Kremlin. Esos contactos están siendo revisados por el FBI y por
los investigadores del Congreso que indagan sobre la complicidad del equipo de
Trump con Rusia. Seis de los 18 contactos involucran al embajador ruso Sergey
Kislyak y a varios asesores de Trump, incluyendo a Flynn.
Según el Washington
Post, durante una conversación privada, el líder de la mayoría de la
Cámara, Kevin McCarthy, dijo a los principales legisladores republicanos que
creía que el presidente ruso Vladimir Putin "pagaba" a Trump. El
presidente de la Cámara de Representantes, el republicano por Wisconsin Paul
Ryan, zanjó la conversación e instó al grupo a mantenerlo privado, tal y como
se oye en una grabación de la conversación verificada por el periódico. En el
más puro estilo mafioso, se oye decir a Ryan: "Aquí nadie dice ni pío, ¿de
acuerdo?" Así es como sabemos que somos una verdadera familia". Un
portavoz de Ryan afirmó que el intercambio nunca tuvo lugar y luego lo
llamó" un intento de humor ".
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El ex Consejero de Seguridad Nacional Michael Fynn |
Para terminar la semana, el Washinton Post informó que la
investigación policial sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016
ha identificado a un actual alto funcionario de la Casa Blanca como una persona
implicada. El informe no nombra al funcionario, Dice que es “alguien cercano al
presidente”.
El mismo día, el New York Times dejó otra jugosa charla interna de la reunión con
los rusos en la Casa Blanca. Después de cesar al director del FBI, Trump le
dijo al ministro ruso de Asuntos Exteriores: "He disparado al FBI en la
cabeza. Acabo de despedir al jefe. Estaba loco, era un verdadero lunático. He
estado sometido a una gran presión debida a Rusia. Asunto zanjado”.
No está zanjado si los periodistas están
sobre la pista. ©Manuel Peinado Lorca