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jueves, 25 de junio de 2015

Una tercera parte de los acuíferos gigantes del mundo se agota

Según dos nuevos estudios dirigidos por la Universidad de California en Irvine (UCI), utilizando datos de satélites GRACE (Gravity Recovery and Climate Experiment) de la NASA, publicados la semana en la revista Water Resources Research (1, 2), alrededor de un tercio de las mayores cuencas acuíferas de la Tierra se están agotando rápidamente por el consumo humano, a pesar de tener pocos datos precisos sobre la cantidad de agua que queda en ellos, Según los investigadores, eso significa que segmentos significativos de la población de la Tierra están consumiendo agua subterránea de forma rápida y sin saber cuándo podrían agotarse los acuíferos. 

Tendencias del almacenamiento de aguas subterráneas para los 37 acuíferos más grandes de la Tierra según un estudio de la Universidad de California en Irvine (UCI) basado en datos del satélite NASA-GRACE (2003-2013), una misión conjunta de los centros alemanes German Aerospace Center y German Research Center for Geosciences, y de la Universidad de Texas en Austin. De ellos, veintiuno han superado los puntos de inflexión de sostenibilidad, de los cuales trece están significativamente sobreexplotados y amenazan con acabar con la seguridad regional de agua y su propia capacidad de recuperación. Fuente UCI/NASA/JPL-Caltech. Una imagen a mayor tamaño puede obtenerse en este enlace.

«Las mediciones físicas y químicas disponibles son insuficientes, dice el investigador principal Jay Famiglietti, profesor de la UCI e investigador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California, que continúa diciendo: «Teniendo en cuenta la rapidez con que estamos consumiendo las reservas de agua subterránea del mundo, necesitamos un esfuerzo global coordinado para determinar la cantidad que queda».

Los estudios son los primeros en caracterizar exhaustivamente las pérdidas mundiales de aguas subterráneas con datos obtenidos mediante imágenes desde el espacio, usando lecturas generadas por los dos satélites GRACE de la NASA. Ambos satélites gemelos miden los cambios en la gravedad de la Tierra, que se ven afectados por las masas de agua. En el primer artículo, los investigadores encontraron que 13 de los 37 acuíferos más grandes del planeta estudiados entre 2003 y 2013 se están agotando mientras que reciben poca o ninguna recarga. Ocho fueron clasificados como «sobreexplotados», es decir, casi sin reposición natural para compensar el uso. Otros cinco resultaron ser «extremadamente» o «muy explotados», dependiendo del nivel de reposición de cada uno. Esos acuíferos siguen agotándose pero mantienen todavía cierto nivel de recarga.

Los acuíferos más sobrecargados están en zonas más secas del mundo, donde las poblaciones dependen en gran medida de las aguas subterráneas y las tensiones socioeconómicas o políticas no permiten adoptar medidas tendentes a evitar la sobreexplotación.

El equipo de investigación informa que el Sistema Acuífero de Arabia, una importante fuente de agua para más de 60 millones de personas, es el más sobreexplotado del mundo. El acuífero de la Cuenca del Indo, en el noroeste de la India y Pakistán, es el segundo más sobreexplotado, y la Cuenca del Murzuk-Djado, en el norte de África, es el tercero. Pero el problema no se ciñe únicamente a los países en desarrollo, porque el acuífero del Gran Valle Central de California, que se utiliza en gran medida para la agricultura, está sufriendo un agotamiento muy rápido, pero todavía se considera como extremadamente explotado según la primera publicación.

En el segundo artículo, complementario del primero, los científicos concluyen que el reservorio total de agua subterránea utilizable del mundo es poco conocido, con estimaciones que a menudo varían ampliamente. El volumen total de agua subterránea es probablemente mucho menor que las estimaciones rudimentarias hechas hace décadas. Al comparar las tasas de pérdida de agua subterránea obtenidas por satélite con los pocos datos existentes sobre la disponibilidad de las aguas subterráneas, los investigadores encontraron grandes discrepancias en el «tiempo de agotamiento» proyectado. En el sobreexplotado sistema acuífero del noroeste del Sahara, por ejemplo, el tiempo de las estimaciones de agotamiento varió entre 10 y 21.000 años.

«En realidad no sabemos cuánto se almacena en cada uno de estos acuíferos. Las estimaciones de almacenamiento restante podrían variar de décadas a milenios», dice Alexandra Richey, primera firmante del artículo. «En una sociedad con escasez de agua, ya no podemos tolerar este nivel de incertidumbre, sobre todo porque el agua subterránea está desapareciendo muy rápidamente».

El estudio señala que la escasez de agua subterránea ya está causando a un impacto ecológico muy significativo, que incluye ríos agostados, disminución de la calidad del agua y hundimiento del terreno. Los acuíferos subterráneos se encuentran normalmente en suelos o en sustratos rocosos más profundos debajo de la superficie terrestre. La profundidad y el grosor de muchos grandes acuíferos hacen que sea difícil y costoso perforarlos o indagar por otros medios la profundidad de los mismos. Pero es imprescindible hacerlo, concluyen los autores.

Como puede verse en la siguiente figura, nuestra dependencia del agua es extraordinaria.

Cantidades de agua que se necesitan para la obtención de determinados bienes de consumo. Las comas en los números señalan los miles. Por ejemplo, obtener un kilo de carne de vacuno requiere un consumo de 15.500 (quince mil quinientos) litros de agua. Fuente: Stockholm Water Institute.