A pesar de que, Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos lo haya afirmado, la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) no contiene restos de fetos abortados ni fragmentos peligrosos de ADN.
Vistas de página en total
miércoles, 7 de mayo de 2025
LA VACUNA TRIPLE VÍRICA NO CONTIENE RESTOS DE “FETOS ABORTADOS”
lunes, 5 de mayo de 2025
EN ESTE APAGÓN NADIE HABLA DE PRECIOS, PERO LA CODICIA DE LAS ELÉCTRICAS ES LA CUESTIÓN DE FONDO
Desde hace tiempo, el investigador del CSIC y experto en energía Antonio Turiel viene alertando sobre un apagón masivo por la falta de inversiones y prevención en el sistema energético español. Turiel habla de «responsabilidad criminal» y de codicia por parte de las grandes empresas del sector y sugiere que el Estado impulse «la estabilización», porque en el sistema convergen ahora grandes cantidades de energía fotovoltaica y eólica.
Pero la innovación requiere compromiso de inversión por parte de las eléctricas. Y estas, siguiendo su práctica habitual de economía extractiva, intentan seguir ganando miles de millones de euros anuales interiorizando los beneficios y externalizando los costes y las pérdidas en los consumidores.
Como ha señalado el experto Javier García Breva, han pasado demasiados días sin que se conozca el origen del gran apagón del 28 de abril. Lo que llama la atención a medida que transcurre el tiempo es el hermetismo del sector eléctrico.
Quizás convendría recordar las prácticas sectarias de un sector como el eléctrico, impregnado de una cultura empresarial fundamentada en la endogamia, en la opacidad y en el secretismo que, de cuando en cuando, cubren con un torrente de tecnicismos que aburren a las ovejas y solamente sirven para que se genere oscurantismo y desinformación. A la interpretación de la factura de la luz me remito sin ir más lejos.
Alguien quiere subir el precio de la electricidad
Se anuncia que tardaremos tiempo en saber las causas del apagón. Solo cabe recordar que un apagón de características similares que sufrió Australia en 2016 tardó dos años en esclarecerse. También existe la posibilidad de que no lo sepamos nunca. Esta realidad, frente al éxito, poco reconocido, de haber recuperado el suministro en menos de veinticuatro horas, justifica el cabreo del presidente del Gobierno y el desconcierto general al ver la capacidad del sistema eléctrico para conseguir lo más difícil y su incapacidad para lo más elemental.
Se trata de la misma opacidad del pool eléctrico y el método de conformación de precios de la electricidad, que se referencian al precio de la energía más cara. Esta metodología ha sido bendecida por Von der Leyen en la última directiva del mercado eléctrico. Especulan con los activos de generación para optimizar beneficios con cargo a las facturas de los consumidores. Dos semanas antes, debido a la abundancia de potencia renovable, pararon las nucleares porque con los bajos precios del mercado mayorista de la electricidad no eran rentables.
La nuclear es la fuente de energía menos flexible. Se para automáticamente, pero su arranque es lento y complejo. Por el contrario, las energías renovables son la fuente más flexible y modulable, que se puede hibridar con cualquier tecnología como el almacenamiento. Además, abaratan el precio de la electricidad y su tendencia de costes es decreciente.
La seguridad energética hoy día la garantiza un sistema energético con mayor capacidad de energía flexible, que es la que permite ajustar la oferta y demanda de energía en tiempo real en cualquier centro de consumo, reduciendo y desplazando la demanda. Eso no es posible con las nucleares ni con las centrales de gas.
El bajo porcentaje de electrificación de la demanda y el escaso desarrollo del almacenamiento en baterías, añadido a la falta de recursos energéticos distribuidos, hace que nuestro sistema energético sea muy poco flexible y susceptible de sufrir crisis por el desequilibrio entre la energía centralizada y la energía descentralizada y distribuida, agravado por la mínima capacidad de interconexión eléctrica con Francia, que apenas ha crecido desde el siglo pasado ante la inoperancia de la Comisión Europea.
Para que no se repita un “cero nacional” habrá que dar pasos hacia la transformación del modelo eléctrico centralizado hacia un modelo de flexibilidad energética apoyado en la proximidad entre los centros de generación y de consumo y la participación de los recursos energéticos distribuidos en el mercado y en el análisis de cobertura mediante la agregación de la demanda.
Lo hitos de la transformación hacia un modelo energético flexible pasan por acabar con la situación de “isla energética” de la península ibérica, desconectada del sistema eléctrico europeo, y denunciar tanto el bloqueo de Francia como la pasividad de la Comisión Europea ante el incumplimiento del objetivo del 15% de capacidad de interconexión, que en España no llega al 3%.
La hibridación de las instalaciones renovables con baterías de almacenamiento en todas las tensiones es imprescindible para un progreso adecuado de las renovables. Todas las instalaciones renovables, tanto las grandes como las pequeñas, nuevas o existentes, deberían obligatoriamente contar con baterías.
La función que han cumplido los grupos electrógenos en este apagón es la función que debería cumplir el autoconsumo con almacenamiento en cada centro de consumo. La generación distribuida aumenta la capacidad flexible del sistema eléctrico, asegura el suministro y la estabilidad de la red eléctrica. Es viable tecnológica y económicamente; pero, aunque las directivas europeas no establecen ninguna limitación al autoconsumo, siguen existiendo barreras regulatorias y del propio sector eléctrico que retrasan su implantación porque aumentan la competencia y, como consecuencia, abaratan los precios.
En este apagón nadie habla de precios, pero es la cuestión de fondo. Todos los que ahora proponen más nucleares, más gas y más redes, deberían hablar de sus costes y de cómo se pagarán. En la regulación vigente todos los costes y déficits del sistema eléctrico se trasladan automáticamente a los consumidores en la tarifa eléctrica. Lo que pretenden es un mercado eléctrico sin competencia porque les garantiza precios altos de la electricidad y la desprotección de los consumidores.
Es el momento de ser beligerantes como nunca contra la desconfianza en las energías renovables.
LA IMPARABLE LLEGADA DE LOS VEHÍCULOS SIN CONDUCTOR
Llevaba cinco años sin pasar unos días en San Francisco. Más allá de otras consideraciones, lo que más me ha llamado la atención ha sido la proliferación de taxis sin conductor, todos ellos de la empresa Waymo, la empresa creada por Google hace ahora diez años.
La conducción autónoma, que se desarrolla a gran velocidad, pero de manera desigual en unos pocos mercados, es ya una realidad que contradice a quienes aseguraban que era imposible y que nunca la veríamos funcionando. Me parece que conviene parar y revisar exactamente dónde nos encontramos.
En apenas año y medio, Waymo ha pasado de 50.000 a 250.000 viajes de pago semanales en sus cuatro mercados estadounidenses (Phoenix, San Francisco, Los Angeles y Austin), una cifra que refrenda de manera definitiva la madurez operativa de la tecnología de conducción autónoma y el interés de los usuarios por un servicio que ya empieza a ser prácticamente cotidiano en algunas ciudades.
Este crecimiento viene acompañado de la preparación de un nuevo informe aún inédito, que analiza 91 millones de kilómetros recorridos sin conductor, y que concluye que el vehículo autónomo Waymo Driver reduce drásticamente los accidentes graves frente a la conducción humana.
La seguridad es un argumento incontestable, porque los datos son rotundos: un 92% menos de peatones heridos, un 82% menos de ciclistas y motoristas y un 96% menos de choques en intersecciones en comparación con los promedios de conducción humana equivalentes. A la vista de este diferencial, resulta difícil discutir que la conducción autónoma será, tarde o temprano, la opción por defecto en zonas urbanas densas. La reducción del coste social de la siniestralidad es demasiado valiosa como para ignorarla.
Los que pensaban que la conducción autónoma era imposible «a menos que todos los vehículos sean autónomos» se equivocaban: cada vehículo autónomo añadido a un sistema mejora la seguridad de este. La misma investigación reconoce, no obstante, un límite muy concreto, que probablemente es una de las principales barreras de entrada a la adopción a escala mundial: cada despliegue exige una cartografía de alta definición (los llamados HD maps) que hay que crear y, sobre todo, mantener actualizados con todos los posibles incidentes que afectan a las vías.
La literatura académica señala que los métodos tradicionales son «muy costosos», requieren vehículos de mapeo específicos y personal altamente cualificado, y se vuelven rápidamente obsoletos a medida que la ciudad cambia su fisonomía o simplemente se llevan a cabo determinadas operaciones de mantenimiento, como la limpieza o la reparación de un simple bache. Estos costes ocultos explican por qué todavía hablamos de cuatro o cinco ciudades, y no de cuarenta o cincuenta.
Waymo, de hecho, cartografía exhaustivamente cada nueva región antes de abrir el servicio. Esa dependencia de mapas ajustados al centímetro es la antítesis de la «escalabilidad» con la que solemos asociar al desarrollo de software. Mientras no exista un estándar global y procesos de actualización en tiempo real, exportar el modelo a ciudades con infraestructuras caóticas o sujetas a normativas erráticas o cambiantes, como ocurre en buena parte de Europa, Latinoamérica o el sudeste asiático, resulta muy caro y complejo.
No obstante, Uber acaba de firmar un acuerdo con la compañía china de conducción autónoma Momenta de cara a una expansión en ciudades europeas el próximo año 2026, así que posiblemente empecemos a poder verlos más de cerca.
Por otro lado, conducir ya no es lo que era. Conviene poner la lupa sobre el hecho de que, paralelamente, conducir se está convirtiendo en una actividad cada vez más insoportable. Entre los radares de tramo, los límites de velocidad cada vez más bajos, las zonas de bajas emisiones, los controles automatizados y la vigilancia constante, el placer de conducir ha desaparecido para la inmensa mayoría.
La conducción privada ya no es el sinónimo de libertad que nos vendían hace años, sino un ejercicio constante de estricto cumplimiento normativo, y todo ello en un entorno de poblaciones cada vez más envejecidas, al menos en el mundo desarrollado. En ese contexto, dejar el volante a un sistema autónomo no es solo más seguro: es más sensato y eficiente, y probablemente, también más placentero.
La administración estadounidense acaba de relajar varias normas federales para que los fabricantes puedan solicitar exenciones de seguridad cuando los vehículos sean exclusivamente autónomos, una medida que pretende «ganar la carrera contra China». El mensaje es claro: Washington está dispuesto a rebajar barreras si eso atrae capital y talento. En la Unión Europea, por el contrario, los marcos normativos siguen fragmentados y llenos de problemas, y constituyen un terreno mucho menos fértil para la experimentación masiva.
Mientras Estados Unidos afina su regulación, la compañía china Pony.ai ha logrado recortar un 70% el coste de su sistema y aspira a la rentabilidad en 2025, apoyada por sus alianzas con Toyota, BAIC y GAC y por un sistema regulatorio más homogéneo dentro de China. Esa combinación de manufactura barata y apoyo gubernamental amenaza con convertir a los operadores chinos en los fabricantes de facto de la conducción autónoma global, sobre todo en mercados emergentes donde Waymo o Cruise ni están ni se les espera.
La respuesta americana no se limita a Waymo: Uber acaba de pactar con May Mobility el despliegue de miles de robotaxis, mientras los camiones de Aurora ya realizan entregas sin conductor entre Dallas y Houston. Pero todas ellas comparten el mismo talón de Aquiles: un crecimiento geográficamente concentrado y dependiente de esos costosos mapas y de acuerdos estrictos con cada autoridad local.
Waymo contempla la posibilidad de vender vehículos autónomos a particulares en el largo plazo. La idea despierta inquietud: si sustituimos el modelo de flota compartida por coches autónomos particulares, podríamos agravar la congestión, no reducirla, porque el coste marginal de mover un coche sin conductor es muy bajo y la tentación de «viajes vacíos» (circulando sin pasajeros) crecería, además del fenómeno de la evolución del uso como vehículo para recogidas, etc.
Si algo demuestra la experiencia vivida desde la primera ciudad, Phoenix, hasta la última, Austin, es que la conducción autónoma ha dejado de ser un experimento y empieza cada vez más a ser una infraestructura urbana más. No obstante, su despliegue global será desigual: veremos islas de autonomía, centros urbanos bien cartografiados, corredores logísticos, etc., rodeados de áreas donde el volante humano seguirá siendo imprescindible.
Por otro lado, para que la autonomía aporte todo su valor social (menos siniestros, menos emisiones, menos coches aparcados, etc.) necesitamos dos condiciones: una, mantenerla en régimen de flota compartida, integrándola con el transporte público y gravando los trayectos vacíos; y dos, desarrollar estándares abiertos de cartografía dinámica y de intercambio de datos que permitan a cualquier operador actualizar sus mapas sin duplicar cada inversión.
Y si no lo hacemos por eficiencia o sostenibilidad, hagámoslo al menos por aburrimiento: si conducir ya no es divertido, que al menos sea innecesario. Porque lo que está claro es que la autonomía ya ha ganado el debate técnico y ético, ahora solo falta que lo asumamos como sociedad y lo despleguemos inteligentemente.
domingo, 4 de mayo de 2025
EL GRANATE DEL METRO O DE CÓMO LA GEOLOGÍA MOLDEÓ NUEVA YORK
El "skyline", el perfil de los rascacielos de la ciudad de Nueva York, responde a los acontecimientos geológicos de los útimos 400 millones de años.
![]() |
El "Granito del metro". Foto del Museo Americano de Historia Natural |
En los Salones Mignone de Gemas y
Minerales del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York se muestra al
público uno
de los ocho granates más impresionantes del mundo, el “Subway Garnet” (“Granate
del metro”), una enorme gema (tiene el tamaño de un balón de balonmano y pesa
casi cinco kilos) que en realidad fue desenterrada durante unas operaciones de desatranco
del alcantarillado de la ciudad, lo que privaba al hallazgo del oscuro encanto
que le otorga el ferrocarril subterráneo.
Descubierto en 1885 a unos dos
metros y medio por debajo de la calle 35 entre la 7ª Avenida y Broadway, este enorme
granate almandino no es
exactamente una hermosa gema, pero es el testimonio de un pasado geológicamente
legendario del lecho rocoso, el esquisto de Manhattan, que moldeó el “skyline”, el perfil urbano de una
de las mayores ciudades del mundo.
El 27 de mayo de 1930 se inauguró
al público el edificio Chrysler, de más de 312metros de altura y la estructura
más alta construida por el hombre por aquel entonces. Todavía hoy, Manhattan
alberga algunos de los rascacielos más altos del mundo occidental, como la
Torre Uno de 547 metros de altura del reconstruido World Trade Center, terminada
en 2013, que hoy ocupa parte del enorme solar que dejaron la Torres Gemelas después
de los atentados del 11-S de 2001.
Los edificios altos parecen estar
por todas partes en Nueva York, pero cuando el avión sobrevuela al despegar de
cualquiera de uno de los dos aeropuertos la ciudad, ambos situados en Queens,
una mirada más atenta revela que en realidad están agrupados en dos áreas
distintas: Downtown, el
centro financiero, y Midtown,
el barrio en el que se levantan hitos monumentales como el Chrysler y el Empire
State Building, construidos entre 1930 y 1931.
Historia geológica de Nueva
York
La razón de esos dos núcleos bien
diferenciados reside en la historia geológica de Nueva York. La isla de
Manhattan consta de tres formaciones rocosas: el esquisto de Manhattan, el
mármol de Inwood y el gneis de Fordham.
Estas rocas son los restos de la
colisión de dos enormes masas continentales. Hace unos 450 millones de años, la
colisión de las zonas bálticas de la Europa moderna con las porciones
septentrionales de América formó el continente primigenio de Laurasia. Laurasia
acabó por fusionarse con Siberia antes de dirigirse hacia el sur hasta colisionar
hace 300 millones de años con Gondwana, una masa continental formada por la
unión tectónica de Sudamérica, África, Australia y la Antártida.
La colisión de Laurasia y
Gondwana cubrió un océano entero hasta formar una gigantesca masa continental:
Pangea. En esa época, la actual Nueva York se encontraba muy cerca del centro
de este supercontinente, justo donde los movimientos tectónicos de la orogenia
Tacónica estaban levantando montañas ciclópeas.
Esas antiguas montañas que se
alzaban donde hoy se extiende la planicie de Nueva York probablemente
alcanzaron alturas similares a las que vemos hoy en el Himalaya. Enterrados
bajo trece kilómetros de montañas en crecimiento, los antiguos sedimentos
marinos (calizas y arcillas), recalentados a temperaturas cercanas a los 600 ºC
y sometidos a presiones inimaginables (se calculan unas 5.000 atmósferas), se
transformaron con el tiempo en rocas metamórficas: mármol, esquisto y gneis. El
proceso metamórfico también formó minerales como la cianita azul o el granate
rojo, que siguen apareciendo hoy durante las excavaciones subterráneas de Nueva
York.
La erosión arrasó las otrora
imponentes montañas, dejando solo sus muñones. Cien millones de años después,
Pangea finalmente se desgarró y los fragmentos de corteza continental
comenzaron sus largos viajes para convertirse en los continentes que vemos hoy
en día.
Hace tan solo 2,6 millones de
años, cuando comenzó un gran período gélido de glaciares, una capa de hielo de
miles de metros de espesor cubría la mayor parte de Norteamérica. En su extremo
sur, donde hoy se encuentra Nueva York, el hielo derretido depositó toneladas
de morrenas compuestas de arenas, guijarros y rocas.
El lecho viejo rocoso y duro de
Nueva York se encuentra actualmente a distintas profundidades, desde 5,5 metros
bajo la superficie en Times Square hasta 79 metros bajo la superficie en
Greenwich Village.
Al estar enterradas y comprimidas
bajo la antigua cordillera neoyorquina, las rocas situadas debajo de la ciudad
moderna son excepcionalmente duras, capaces de soportar el peso incluso de los
edificios más altos. Donde el lecho rocoso capaz de proporcionarles el soporte
necesario se encuentra muy por debajo de la superficie, los rascacielos no son
prácticos, ya que es demasiado difícil alcanzarlo. Sin embargo, donde el lecho
rocoso se encuentra cerca de la superficie se pueden construir edificios altos,
por lo que el Downtown y Midtown albergan los rascacielos más altos de
Manhattan.
Un recorrido geológico por
Nueva York
![]() |
Afloramiento de esquistos de Manhattan en el corazón de Central Park. |
El Museo Americano de Historia Natural tiene elaborada una guía didáctica de Central Park, disponible online con profusión de fotografías y localización de afloramientos de esquistos, mármoles y granitos. Personalmente, prefiero un recorrido por Morgninside Park, donde pueden combinarse geología y literatura; allí, en las faldas de la colina de la Universidad de Columbia, es donde Colson Whitehead sitúa uno de los centros de acción de su Manifiesto criminal, una excelente novela imprescindible para entender el desarrollo de Nueva York desde la década de los 80 del siglo pasado.
ENVUELTAS EN PROPIEDADES CASI MÁGICAS, REGRESAN LAS AZUFAIFAS
Dicen que, las azufaifas, los frutos del azofaifo, ofrecen muchos beneficios para la salud. Quizás sea así... si es que eres una rata o una mosca de la fruta.
![]() |
Flores de Ziziphus jujuba |
Para mí, las azufaifas o
azofaifos son recuerdos de mi niñez, de las ferias de barrio en las que los
asnos de pequeños comerciantes bajaban de las Alpujarras con los serones
repletos de unos frutos (almecinas, azofaifas, pan de higo, moras, zarzamoras y
majoletas) que no veíamos el resto del año.
Las azofaifas siempre fueron los
pequeños frutos que carecen de cualquier valor nutricional excepcional. Por lo
tanto, fue toda una sorpresa cuando me preguntaron si es verdad que, comercializadas
ahora como dátiles chinos, pueden combatir el cáncer, mejorar las funciones
cerebrales y alargar la vida. Un poco de golpeteo en el teclado del ordenador me
reveló que ha habido mucha investigación nutricional dedicada a las azufaifas, pero
con resultados poco relevantes.
Lo primero es lo primero. Las
azufaifas son los frutos que produce el ginjo o azofaifo Ziziphus jujuba,
un árbol originario del sur de Asia, también conocido como jujube, jinjolero, ginjo,
jínjol y achufaifo, entre otros nombres comunes. Aunque su tamaño depende
directamente de la humedad que haya recibido, es una planta caducifolia que
puede llegar a medir más de diez metros de altura, aunque habitualmente alcanza
unos dos metros o tres. El tronco es recto, con bultos y corteza muy arrugada. La
ramificación zigzagueante y colgante, es muy densa y espinosa, como resultado
de su adaptación natural para protegerse de los herbívoros.
![]() |
Hojas y frutos inmaduros del azufaifo |
Las hojas alternas, de rabillo
corto, son coriáceas, de entre 2 a 7 cm de longitud, de forma oval-lanceolada
con el margen finamente dentado y el ápice agudo o redondeado. Las hojas, de color
verde claro brillante, tienen tres nervios principales longitudinales y dos
estípulas espinosas en la base.
En el hemisferio norte florece
entre abril y agosto. Las flores son pequeñas, poco llamativas, pentámeras,
verdosas y situadas en grupos de dos o tres a lo largo de las ramas. El fruto
es una drupa comestible con aspecto de aceituna, de unos 2 o 3 cm de longitud, y
una sola semilla. La piel del fruto es inicialmente de color verde claro y toma
un color marrón rojizo cuando está maduro. Cuando está fresco, la pulpa es
verde claro a amarillento pálido, de textura harinosa —parecida a la de la
manzana— y dulzona.
El árbol, que da un fruto de
color rojo, se cultiva desde hace más de 4.000 años, especialmente en China,
donde tiene una larga historia de uso como alimento y como ingrediente en su
medicina tradicional. En España es una planta conocida desde hace siglos; en el siglo XVI Cervantes la cita en el entremés de El viejo celoso, cuando
Hortigosa, la celestina, lleva un mozo a Lorenza para que disfrute porque su
viejo marido no la satisface:
Hortigosa: «Ahora bien,
señora doña Lorenza, vuesa merced haga lo que le tengo aconsejado, y verá cómo
se halla muy bien con mi consejo. El mozo es como un ginjo verde; quiere bien,
sabe callar y agradecer lo que por él se hace; y, pues los celos y el recato
del viejo no nos dan lugar a demandas ni a respuestas, resolución y buen ánimo:
que, por la orden que hemos dado, yo le pondré al galán en su aposento de vuesa
merced y le sacaré, si bien tuviese el viejo más ojos que Argos y viese más que
un zahorí, que dicen que vee siete estados debajo de la tierra».
Por supuesto, el hecho de que se
haya utilizado como medicina durante milenios no significa que haya dado
resultados. Sin embargo, me parece que vale la pena examinar sus posibles
efectos sobre la salud.
Azofaifas que parecen aceitunas entre kiwis dorados y pepinos-melón en una mercado de Madrid. Foto de Blanca Olivé |
En cuanto a las afirmaciones
sobre sus supuestos
beneficios, abundan. Se dice que calman la mente, alivian la tensión, curan
el insomnio, mejoran la memoria, aumentan la inmunidad, combaten el cáncer,
protegen el hígado, mejoran la digestión y alargan la esperanza de vida.
Afirmaciones tan variadas levantan sospechas de inmediato porque históricamente
no existe una sola sustancia que haya demostrado tener un beneficio clínico en
tantas afecciones distintas.
Como cualquier fruta o verdura,
las azufaifas contienen cientos de fitoquímicos con algún interés. Contienen
polifenoles, vitaminas, terpenos, nucleósidos y muchos otros. Un extracto
contendrá muchos de estos y, si lo colocas en una placa de Petri con algunas
células cultivadas y juegas con la dosis, algo acabará por pasar. Tal vez las
células se multipliquen menos rápidamente, tal vez liberen algunas moléculas
señalizadoras, tal vez liberen antioxidantes.
Lo mismo ocurre con ratones o
ratas. Aliméntalos con algún material vegetal o extracto en diferentes dosis y
algo se observará. Puede que no sea nada útil, pero sí lo suficiente como para
conseguir una publicación en alguna revista menor.
Hay una revisión
de la literatura terapéutica del azofaifo. En un estudio, por ejemplo, el
extracto de azufaifo usado para alimentar ratas aumentó la actividad de las células
asesinas naturales (los linfocitos) que combaten a los microbios invasores. En
otro, el extracto de azufaifo mató las células cancerosas en un tubo de ensayo.
En ratas, un polisacárido extraído de las azufaifas fortaleció su revestimiento
intestinal. En otro estudio, unas ratas a las que habían manipulado quirurgicamente para deteriorar la parte del cerebro que
controla la atención y la memoria experimentaron
cierta recuperación con un extracto de azufaifo.
En el laboratorio, un polipéptido
aislado del azufaifo mostró actividad inhibidora de la colinesterasa. La
colinesterasa es una enzima que degrada el neurotransmisor acetilcolina, que ya
escasea en los pacientes con Alzheimer. Eso fue suficiente para proponer que
las azufaifas pueden tener potencial para ayudar a las víctimas de esta
enfermedad. Pero existen numerosos inhibidores de la colinesterasa que se
encuentran en hongos, organismos marinos y flores, algunos de los cuales, como
la galantamina de las campanillas de invierno (Galanthus nivalis), la
industria ha convertido en fármaco, y no hay razón alguna para creer que el
extracto de azufaifo sea de alguna manera superior a estos, y cualquier
sugerencia de que las azufaifas pueden ser un tratamiento para el Alzheimer
puede calificarse bondadosamente como prematura.
En lo que respecta a la
longevidad, ha habido un estudio que demostró la extensión no solo de la
esperanza de vida, sino también de la salud…: ¡en las moscas hembra de la fruta!
Las moscas fueron alimentadas con una dieta suplementada o no con polvo de
fruta de azufaifo. Las moscas alimentadas con las comidas suplementarias
vivieron más tiempo y estaban más sanas.
Ahora bien, ¿cómo se determina el
estado de salud de una mosca de la fruta? No hace falta decir que las personas
no somos moscas gigantes de la fruta.
Mi búsqueda en la base de datos
clínica más utilizada, PubMed, arrojó 677 publicaciones sobre Z. jujuba. Muchas se referían al cultivo de la fruta, pero
un gran número describía los efectos de los extractos en las células de
roedores y, por lo general, atribuían cualquier beneficio que se observara a
los antioxidantes. ¡Pero no apareció ni un solo estudio que investigara los
efectos de las azufaifas en seres humanos! El más cercano era un estudio que
demostró que el sabor del bizcocho se puede mejorar con la adición de extracto
de azufaifo.
Prácticamente todos los estudios
provienen de China, en su mayoría de instituciones dedicadas al estudio de las
medicinas tradicionales orientales. El hallazgo de algún beneficio en cultivos
celulares o en roedores no es una sorpresa porque las azufaifas son una fruta y
los extractos de frutas siempre ofrecen beneficios potenciales para la salud,
ya sean arándanos, bayas de goji, uvas, manzanas, cerezas o casi cualquier otra
fruta o verdura que se les ocurra. El único mensaje que se deduce de todo esto es
que deberíamos comer muchas frutas y verduras.
Sin embargo, aprendí algo que distingue a las azufaifas de otras frutas. Hay un árbol antiguo en Al-Qurnah, Irak, muerto hace mucho tiempo, pero que aún se mantiene en pie, y que aparentemente es un azufaifo. Más que eso, se dice de él que es el "árbol del conocimiento del bien y del mal" original que Dios plantó en el Jardín del Edén.
Si eso es así, entonces resulta que Eva tentó a Adán con un azufaifo y la cosa no resultó demasiado bien. Aunque sea así, como son recuerdos de mi niñez, me encanta comer azufaifas a pesar de que no espero que comerlas me ayude a dormir mejor, calmar mi mente o ayudarme a recordar todo lo que acabo de aprender sobre estos "dátiles chinos" rojos.
sábado, 3 de mayo de 2025
ACACIAS, ARTE Y GOMA ARÁBIGA
Las acacias verdaderas producen goma arábiga, una sustancia con varias aplicaciones que ha impulsado el arte y el comercio mundial durante siglos.
![]() |
Senegalia senegal (flores, izquierda y frutos, derecha) |
Esta primavera, mientras me encontraba viajando por Estados Unidos, en Washington, en la Galería Nacional de Arte se inauguró una exposición en la que se mostraba la obra de Elizabeth Catlett (1915-2012), una escultora y grabadora afroestadounidense nacionalizada mexicana.
Su obra, como se muestra en la
exposición, se basó en gran medida en la litografía, un proceso de grabado en
el que se dibuja un diseño sobre piedra, se trata con goma arábiga y,
posteriormente, se entinta e imprime. Este proceso artístico no sería posible
sin las auténticas acacias, unos árboles de tronco corto y ramas bajas.
Los botánicos incluimos las verdaderas acacias en dos especies: Vachellia seyal y Senegalia senegal. Hay muchos árboles, generalmente espinosos, a los que se conoce comúnmente como acacias, aunque en puridad biológica las verdaderas acacias son esos dos arbolitos caducifolios y espinosos (africano, el primero y nativo de la península Arábiga, Pakistán, la costa oeste de la India y las regiones semidesérticas de África, el segundo) que, además de ser leguminosas, producen goma arábiga, una sustancia multiusos que ha impulsado el comercio mundial durante siglos.
Las acacias alcanzan una altura
de entre cinco y doce metros, con un tronco corto muy ramificado. Sus características hojas compuestas consisten
en pequeños folíolos dispuestos en filas a cada lado de un nervio central, y
sus pequeñas flores amarillas se acumulan en racimos multifloros alargados o esféricos.
![]() |
Vachellia seval (hojas, izquierda, e inflorescencias esféricas |
Los leños de ambas especies secretan
goma arábiga, una savia insípida, inocua, de color blanquecino pálido o anaranjado
que se suele recolectar en África subsahariana y en la India monzónica al final
de la temporada de lluvias. Esta sustancia que cristaliza en forma de lágrima globular
y un tamaño pequeño, ha sido utilizada por artistas durante milenios.
Uno de los primeros usos
registrados de la goma arábiga fue como aglutinante o espesante de pinturas.
Debido a que la goma arábiga es soluble en agua y adhesiva, puede mantener
unidas las partículas de pigmento y unirlas a las superficies. Alrededor del
año 2000 antes de nuestra era, los antiguos egipcios mezclaban pigmentos hechos de minerales
molidos con goma arábiga para crear unas
tintas que aplicaban en los papiros con pinceles formados por hierbas y
juncos.
![]() |
Pedazos de goma arábiga cruda en una placa Petri |
La goma se siguió utilizando como
aglutinante de pintura o tinta a lo largo de la historia. En el siglo I e.c., Plinio
el Viejo escribía usando tinta elaborada con hollín, carbón y
goma. En la Edad Media, la goma arábiga llegó a Europa a través de peregrinos y
comerciantes que viajaban a los puertos del llamado Levante, la región costera
del Mediterráneo oriental. La goma llegó
a los monasterios cristianos, donde los escribas lo disolvían en agua para
crear tinta o pintura, que copistas y amanuenses utilizaban en la copia e
iluminación de códices, beatos y manuscritos.
El colonialismo y el comercio de goma arábiga
Los puertos árabes, que cayeron
bajo control turco después de que el Imperio Otomano se impusiera al califato
árabe y a los pequeños estados sucesores, dominaron el comercio de goma arábiga
hasta la segunda mitad del siglo XV, cuando
los marinos portugueses entraron en contacto con los habitantes de la costa
occidental de África.
![]() |
Un pegamento de los años 70 del siglo pasado |
La demanda europea de goma
arábiga en el siglo XVIII aumentó para sostener un
mercado textil en crecimiento. Al imprimir textiles, la goma arábiga
desempeñaba el papel indispensable de agente espesante que ayudaba a impregnar
y fijar los tintes en la tela. Las sustancias utilizadas anteriormente, el
almidón y la harina, no lograron alcanzar el nivel de detalle deseado en los
diseños impresos. A medida que el gusto comercial impulsó la producción a gran
escala de algodones y linos estampados, también aumentó la
necesidad de los europeos de grandes cantidades de goma arábiga.
A lo largo del siglo XIX, las
compañías comerciales estatales, la Real Compañía Africana británica, la
Compagnie des Indes francesa y la Compañía holandesa de las Indias
Occidentales, compitieron por el control del comercio de la goma arábiga en Saint-Louis
(Senegal), una gran feria en la que los proveedores locales, los bereberes,
se reunían con los comerciantes europeos. Mientras que los franceses buscaron y
lograron un cuasi monopolio del comercio en Saint-Louis a través de acuerdos
con los bereberes de
Trarza, los ingleses y los holandeses se especializaron en el comercio
"ilegal" más al norte, en Portendick, que se encuentra en la actual
Mauritania.
La lucha entre estas naciones estalló durante la Guerra de los Siete Años, en la que Gran Bretaña capturó Saint-Louis en 1758, trasladando el dominio europeo del comercio de goma hacia los ingleses. Al debilitar la influencia comercial de Francia, Gran Bretaña intentó establecer un monopolio en el comercio mundial de goma arábiga, a pesar de que el tratado de Versalles de de 1783 devolvió Saint Louis y el río Senegal a control francés y los comerciantes privados franceses recuperaron el poder sobre el comercio de goma en África Occidental.
Por lo tanto, la importancia de
la goma arábiga estuvo ligada a la conquista política y al dominio colonial en
África Occidental. El historiador James L. A. Webb, Jr. describe la prevalencia
del comercio de goma durante este período, cuando
escribe que: «Desde finales del siglo XVII hasta la década de 1870, la
goma arábiga era el producto más importante comercializado por los europeos que
se detenían a lo largo de la "costa de la goma" del sur de Mauritania
o comerciaban en la desembocadura del río Senegal». De hecho, la goma arábiga era
el único recurso natural exportado en grandes cantidades desde África
Occidental a Europa antes de la abolición de la trata de esclavos en el siglo
XIX.
Innovaciones artísticas
A medida que la goma arábiga entraba
en Europa en cantidades cada vez mayores durante los siglos XVIII y XIX,
impulsó la producción artística en múltiples facetas en todo el continente. Una
de esas manifestaciones era la pintura de acuarela, que había existido en
diversas formas desde la antigüedad, pero que pronto
alcanzó un nuevo y gran prestigio en Gran Bretaña.
![]() |
Caja de acuarelas original de William Reeves. Museo Joseph Allen Skinner, South Hadley, Massachusetts, Estados Unidos. |
La técnica de la acuarela al pastel, inventada por William Reeves en 1780, surgió como una innovación material fundamental en la historia de la acuarela. La goma arábiga se utilizaba como aglutinante en estas pequeñas, delicadas y duras costras de pintura. Poco después de la invención de los pasteles de acuarela, los fabricantes de pinturas conocidos como Artists' Colourmen vendían cajas listas para usar, lo que permitía a los artistas trabajar al aire libre.
Desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, Gran Bretaña entró en la llamada "Edad de Oro de la acuarela", una época en la que los artistas elevaron la categoría de esa técnica y la llevaron a nuevos niveles de potencial expresivo en las conocidas pinturas con grandes paisajes de colores brillantes.
A medida que los materiales de
acuarela incorporaron la goma arábiga, la industria de la impresión pronto pasó
a depender de la savia de las acacias. En 1798, el escritor y artista alemán Alois Senefelder
inventó una nueva técnica de impresión que contribuiría a la rápida
reproducción y circulación de imágenes en el siglo XIX: la litografía. El
artista o impresor dibujaba un diseño en una piedra plana antes de fijar la
imagen a la superficie con una solución de goma arábiga. Durante sus
experimentos, Senefelder observó que la goma arábiga era un componente
principal en la preparación de la piedra litográfica.
Debido a que la piedra
litográfica experimentaba un desgaste mínimo durante la impresión, una sola
piedra podía producir un número casi ilimitado de impresiones. Además, el
proceso de impresión, que sólo exigía que el artista dibujara en piedra, era
más conveniente que los procesos anteriores y laboriosos de la xilografía y el
aguafuerte en planchas de cobre y permitía una calidad estética más variada de
las imágenes impresas.
Por esas razones, los artistas
comenzaron a adoptar plenamente este nuevo proceso de grabado en la década de
1820, especialmente en Francia. La litografía mezcló intereses artísticos y
comerciales, convirtiéndose en una buena opción para ilustraciones de revistas,
imágenes satíricas y cuadros que se podían colgar en casa.
La goma arábiga y la fotografía
Aunque la goma arábiga era un
agente de reproducción en el contexto pictórico, también cumplió una función
diferente en la fotografía. A mediados del siglo XIX, los fotógrafos
experimentaban frecuentemente con materiales y procesos fotográficos. Una
innovación en los inicios de la fotografía se conoció como la técnica
de la goma bicromatada, que consistía recubrir el papel con una emulsión
fotosensible (compuesta por una mezcla de goma arábiga, una sal de dicromato,
como el potasio, y un pigmento) y se exponía a la luz a través de una imagen
negativa para endurecer la emulsión. Eso daba como resultado fotografías de
alto contraste, granuladas y suaves, lo que permitió a los artistas desafiar
las fotografías manufacturadas y estandarizadas, populares en Europa.
El legado duradero de la goma arábiga
En el siglo XX, empresas
británicas y francesas continuaron controlando el comercio de goma arábiga
hasta que las naciones de la región africana del Sahel obtuvieron su
independencia alrededor de 1960. Sudán pronto se convirtió, y sigue siendo, el
mayor productor mundial de goma arábiga, proporcionando
alrededor del 80% del suministro mundial de esta sustancia. A medida que
países como Sudán asumieron el control del suministro de goma arábiga de forma
independiente, se enfrentan a una creciente demanda mundial de este producto y
sus nuevas aplicaciones comerciales.
En la economía global actual, la
goma arábiga sigue siendo vital en múltiples industrias. En la industria de
alimentos y bebidas, se utiliza para mejorar la textura de diversos alimentos, para
prevenir la cristalización de refrescos e impedir la separación de los líquidos
empleados en diferentes bebidas. En la industria farmacéutica, se utiliza en la
creación de diversas vitaminas y comprimidos, y mejora la consistencia de los
medicamentos administrados por vía oral.
Las propiedades de la goma
arábica siguen siendo únicas. Ningún otro ingrediente puede hacer lo que hace
la savia de las acacias africanas. No puede ser reemplazada por nada más. Se ha intentado, pero
no se ha logrado. Eso se refleja en el explosivo crecimiento de la industria:
las exportaciones de goma sin procesar y semiprocesada casi se
han triplicado en las últimas tres décadas.
Hoy en día, tanto el árbol de acacia en sí como el proceso
de cosecha de goma arábiga están en peligro. El árbol se enfrenta a varias
amenazas, incluyendo la disminución del hábitat debido al cambio climático, el
pastoreo, las sequías, los incendios y la sobreexplotación.
El aumento de las temperaturas ha
hecho que la cosecha, que se realiza a mano, sea cada vez más peligrosa, y la
viabilidad económica del negocio local está amenazada por la inestabilidad
política. Los esfuerzos de conservación como el Proyecto
de la Gran Muralla Verde buscan combatir la desertificación y el cambio
climático mediante la plantación de árboles en toda la región del Sahel.
viernes, 2 de mayo de 2025
ROBERT F. KENNEDY JR., MEL GIBSON Y EL AZUL DE METILENO: UNA TONTUNA MÁS DE TIKTOK
Hace unos meses, un video de
Robert F. Kennedy Jr. vertiendo un líquido azul en un vaso de agua difícilmente
habría llamado la atención. Ahora sí, porque el representante de lo que queda
del Camelot de Martha`s Vineyard es el flamante secretario (ministro) de Sanidad
y Servicios Sociales nombrado por Donald Trump. Pero dado que ahora ocupa la
cima de la pirámide de salud estadounidense, sus actividades, por inanes que
sean, despiertan cierto interés entre cierto personal.
Aunque Kennedy no ha comentado nada
sobre el video, a juzgar por la forma de la botella y el impresionante color
azul del líquido, no hay duda de que se trata de azul de metileno, un tinte que,
desde que apareció, ha arrasado en las redes sociales. Al parecer, todo arrancó
por un video que publicó
Mel Gibson el pasado mes de enero en el que afirmaba que tres amigos se
curaron de cáncer (en fase cuatro) después de hacer un régimen de suplementos
que incluía azul de metileno.
Desde entonces, a pesar de que
esa afirmación ha sido ampliamente criticada
por muchos médicos, legiones de entontecidos usuarios de TikTok muestran con
orgullo sus lenguas azules y hablan sin parar sobre un mejor rendimiento
cerebral y sexual, el fortalecimiento del sistema inmunitario, la prevención
del cáncer y la protección contra el Alzheimer. Si nos atenemos a las
evidencias clínicas, con lo único con lo que pueden contar es con mear azul.
Sin duda, el azul de metileno es
una sustancia química muy intresante. Su origen se remonta a la segunda mitad
del siglo XIX, el auge de la incipiente industria de los tintes, impulsado por
el descubrimiento
accidental del primer tinte sintético, el malva, por parte de William Henry
Perkin. No pasó mucho tiempo antes de que otros tintes surgieran de los
matraces de los químicos, incluyendo el azul de metileno, sintetizado en 1876
por Heinrich Caro en la empresa alemana BASF.
Era un tinte textil útil que llamó la atención de Paul Ehrlich, premio Nobel de Medicina de 1908, quien se había interesado en la capacidad de ciertos tintes para teñir microbios, para poder verlos al microscopio. Ehrlich descubrió que el azul de metileno no solo teñía selectivamente al parásito causante de la malaria, sino que también lo mataba. Ese fue un descubrimiento interesante, pero se dejó de lado porque ya se había demostrado que la quinina era un tratamiento muy eficaz contra la malaria. Sin embargo, dado que el parásito está desarrollando resistencia a los fármacos actuales, el azul de metileno está experimentando un resurgimiento (que nada tiene que ver ni con el cáncer ni con la senilidad).
Durante la década de 1930, surgió otro uso del azul de metileno: permitía detectar la pureza de la leche, una preocupación creciente en aquel entonces. El azul de metileno puede existir en forma azul "oxidada" siempre que haya oxígeno disponible, o en una versión incolora "reducida" en ausencia de oxígeno, conocida como azul de leucoetileno. La leche siempre contiene algo de oxígeno disuelto, y dado que las bacterias de la leche necesitan oxígeno para sobrevivir, una reducción del oxígeno disuelto significa que las bacterias se están multiplicando sin problemas.
Unas gotas de azul de metileno tiñen de azul una muestra de leche, y el color persiste mientras haya suficiente oxígeno. Por tanto, el tiempo que tarda en desaparecer el color es proporcional a la cantidad de bacterias presentes. La leche correctamente pasteurizada no virará de color, mientras que el azul desaparecerá lentamente de la leche cruda contaminada. En los laboratorios de las embotelladoras de leche se sigue utilizando esta prueba.
El azul de metileno tiene otro
uso importante: el tratamiento de la metahemoglobinemia,
una enfermedad en la que se ve afectada la capacidad de la hemoglobina para
transportar oxígeno. La hemoglobina, una molécula compleja presente en los
glóbulos rojos, contiene en su núcleo un ion de hierro con una carga +2 (hierro
ferroso: Fe++). El oxígeno se une a este ion durante el paso de la
sangre por los pulmones, y desde allí se transfiere a las células según lo
requieren. El ion ferroso puede perder un electrón, lo que le otorga una carga
+3, y este ion férrico (Fe+++) no muestra afinidad por el oxígeno.
La hemoglobina con un ion férrico se denomina "metahemoglobina" y no
puede transportar oxígeno a los tejidos, lo que provoca anemia y, en casos agudos,
la muerte.
Cualquier sustancia química capaz
de extraer un electrón del hierro ferroso puede causar metahemoglobinemia. Por
el contrario, una sustancia capaz de donar un electrón al hierro férrico puede
utilizarse para tratar esta afección. El azul de metileno es una de esas
sustancias. Administrado por vía intravenosa en dosis de 1-2 mg por kilo de
peso corporal, una enzima del organismo lo convierte en leucometileno incoloro.
Este es un donante de electrones eficaz y reduce el hierro férrico a ferroso, que
devuelve a los glóbulos rojos la capacidad para transportar oxígeno.
¿Qué tipo de sustancias químicas
puedes desencadenar la metahemoglobinemia? Los nitritos son el ejemplo clásico.
Se utilizan como aditivos en las carnes procesadas, donde reducen el riesgo de
contaminación por Clostridium botulinum, la bacteria que puede provocar botulismo,
una afección potencialmente mortal.
La cantidad de nitrito añadido a
la carne procesada no se acerca en absoluto a una dosis que pueda causar
metahemoglobinemia, pero una dosis alta de nitrato en el agua potable puede ser
un problema. Los nitratos se utilizan comúnmente como fertilizantes, y las
aguas residuales de los campos pueden llegar al agua potable. Al ingerirse, los
nitratos pueden reducirse a nitritos en el estómago, especialmente en bebés, lo
que los pone en riesgo de sufrir metahemoglobinemia.
Sin embargo, el mayor riesgo de
los nitritos no proviene de la ingestión accidental, sino de la ingestión
intencional por parte de personas que intentan suicidarse. Existen numerosos
informes en la literatura
médica que describen suicidios por ingestión de nitritos, así como casos en
los que, afortunadamente, la persona fue encontrada a tiempo para salvarse
gracias a la administración de azul de metileno.
Además de tratar la
metahemoglobinemia, el azul de metileno se utiliza a veces durante la cirugía
para visualizar tejidos y fluidos donde el tinte se absorbe preferentemente.
Sin embargo, el porqué del azul de metileno ha surgido como suplemento
dietético, con afirmaciones de efectos maravillosos, es un misterio, dada la
falta de evidencia que lo respalde.
Algunos estudios de laboratorio con cultivos celulares han demostrado que esta sustancia química puede desenredar el conjunto de proteínas que caracteriza la enfermedad de Alzheimer, pero las expectativas iniciales de que, por lo tanto, pudiera servir como tratamiento para la enfermedad no se han cumplido. Tampoco existen estudios clínicos que demuestren que el azul de metileno tenga efectos sobre la memoria, la cognición, la longevidad, el sueño, el envejecimiento de la piel o el aumento de la energía, como afirman sus defensores. Sin embargo, existen riesgos —en su mayoría leves, como náuseas o diarrea—, pero existe un problema potencialmente grave, porque es un inhibidor de la monoaminooxidasa, una enzima que degrada algunas sustancias bioquímicas naturales como la serotonina que controla el estado de ánimo.
Los inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son fármacos ampliamente
utilizados para tratar la depresión al aumentar los niveles de serotonina en el
cerebro. Sin embargo, en presencia de azul de metileno, el nivel terapéutico
puede superarse y puede presentarse una afección conocida como "síndrome
serotoninérgico", que puede causar agitación, taquicardia,
alucinaciones y falta de coordinación muscular. Cualquiera que tome ISRS debe
evitar el azul de metileno. Lo mismo debe hacer cualquier otra persona hasta
que exista evidencia clínica de su beneficio.
No sabemos por qué Kennedy tomaba azul de metileno, si es que lo hacía. Si era para mejorar su capacidad cognitiva, no le sirvió para nada.