Vistas de página en total

viernes, 6 de diciembre de 2024

EL GIGANTESCO BULO DEL TIBURÓN GIGANTE

 

Carcharocles megalodon, el tiburón más grande de todos los tiempos, ha cautivado durante décadas la imaginación del público y de los paleontólogos. La fascinación científica se debe a la enormidad de sus dientes fosilizados. Grandes como zarpas de oso y afilados como cuchillos de carnicero, le servían para destazar los cetáceos que tuvieran la mala suerte de cruzarse en su camino. La cultura popular le ha dado una fama que, como no podía ser menos, ha saltado al prolífico y bien abonado terreno de los bulos.

Desde el pasado mes de noviembre circula en redes sociales una fotografía que muestra el hallazgo de un supuesto ejemplar gigante de megalodón por unos pescadores de nacionalidad alemana a principios del siglo pasado. Sin embargo, el contenido gráfico es falso.

Las publicaciones virales en Facebook y Threads al respecto dan a conocer una descripción detallada del presunto descubrimiento de ese animal. La traducción literal dice:

A principios del siglo XX, los pescadores alemanes a bordo del "Seesturm" tropezaron con un descubrimiento extraordinario en el Mar del Norte: un megalodón viviente, una criatura que se creía extinta desde hacía millones de años.

Mientras la colosal sombra rodeaba su barco, los pescadores enfrentaron un desafío desalentador.

Con arpones improvisados y cuerdas resistentes, se involucraron en una feroz lucha contra el antiguo leviatán. Contra todo pronóstico, lograron someter al megalodón y remolcarlo de regreso a puerto, donde su historia se extendió como la pólvora.

La comunidad científica, inicialmente escéptica, quedó maravillada ante el fósil viviente.

La tripulación del Seesturm, que en su día eran simples pescadores, se convirtió en leyenda local. Multitudes se reunieron para presenciar el impresionante megalodón, y los pescadores se vieron empujados a la fama y la fortuna.

Su encuentro con el gigante prehistórico resonó a través del tiempo, un testimonio de las inesperadas maravillas que acechan bajo la superficie del vasto y misterioso mar.

Si se hace una búsqueda inversa en Google, la prueba más antigua de la imagen es una publicación hecha el 22 de febrero de 2024 en Instagram por la página AI Art, especializada en la creación de contenidos gráficos por Inteligencia Artificial (IA). La fotografía es la primera de las tres que incluye el post y su contenido es idéntico al de las publicaciones virales posteriores.

Primer registro de la instantánea en la web. Foto: captura de Instagram


Si con objeto de definir su grado de autenticidad analizamos la foto viral con el programa detector de bulos Is it AI? el resultado es que existe una probabilidad de 81% de haber sido elaborada con IA. Además, el detector de bulos subrayó que el potencial método utilizado fue el generador Midjourney.

Si se utiliza el programa Hive AI Detector para ratificar el análisis anterior, el resultado es un porcentaje del de 98,2% de que la imagen haya sido generada digitalmente.

Item más. Sin necesidad de recurrir a los detectores de bulos, la inconsistencia principal que puede observarse en la imagen son los rostros deformes de los supuestos pescadores, algunos de los cuales, incluso, sin cara, lo que refuerza el hecho de que se trata de una imagen manipulada digitalmente.

En rojo, las anomalías encontradas en la composición de la imagen, particularmente manifiestas en las caras de los presentes. Foto: captura de Google

¿Existió el megalodón?

Megalodón (GeoPlaneta, 2024), del paleontólogo, explorador y conservacionista australiano Tim Flannery, que ha sido profesor de Biología Evolutiva en Harvard y director del South Australian Museum, es una historia de todo lo que sabemos (y todavía ignoramos) de una criatura marina que se ha convertido en un icono del terror contemporáneo a partir de la novela Meg, de Steve Alten (Ediciones B, 1997) y de las dos malas películas basadas en ella.

La idea de un tiburón muchísimo más grande que el tiburón blanco de Tiburón, la película de Spielberg es aterradora: las estimaciones de peso del megalodón van de 50 a 100 toneladas (el tiburón blanco actual más grande, apenas pesa dos), su tamaño, hasta 20 metros (tres veces más que el mayor tiburón blanco).



Su boca medía tres metros de alto y otros tantos de ancho. La fuerza de su mordedura era, explica Flannery, la más poderosa de cualquier animal que haya existido, 14 veces la del tiburón blanco y hasta 3 veces la del Tirannosaurus rex (que pesaba solo 7 toneladas). El diente más grande que se ha encontrado del mega tiburón mide un palmo y pesa un kilo y medio. Parece que el bicho se alimentaba de ballenas y de otros tiburones: un superdepredador y un caníbal. Medía dos metros al nacer y podía vivir cien años.

Denominado científicamente Carcharocles megalodon, es considerado el "rey de los mares" hasta su extinción, vinculada con el enfriamiento de las temperaturas marinas, la escasez de sus principales presas (ballenas) y el surgimiento de nuevos competidores por el dominio de los recursos disponibles de la naturaleza.

Comparación de los tamaños de un diente de megalodón con otros de tiburón blanco. 

El megalodón es conocido por la ciencia desde la década de 1840 gracias a sus dientes fosilizados, aunque no se dispone de un esqueleto completo. De hecho, su nombre significa "diente grande" en el idioma griego antiguo. Los dientes son casi lo único que se encuentra de estos animalitos pues su esqueleto era de cartílago y resulta difícil que se fosilice. Con ellos y algunas vértebras hay que reconstruir el aspecto que tenían, lo que, confiesa Tim Flannery, hace que mucho sea suposición.

En conclusión, la imagen viral es un bulo del tamaño, al menos, de un megalodón. Es una imagen creada digitalmente. Aunque sabemos de la existencia del megalodón desde el siglo XIX, no existe ningún esqueleto completo de este animal.

domingo, 1 de diciembre de 2024

LA ANUNCIACIÓN DE FRA ANGÉLICO Y LA HIERBA DE LOS PORDIOSEROS

 

A la derecha tabla de La Anunciación de Fra Angelico. A la izquierda detalle del cíngulo vegetal que ciñe el tosco sayal de Adán.

La Anunciación de Fra Angelico 

La Anunciación es un retablo realizado por el pintor toscano del Renacimiento Fra Angelico, sobrenombre de Guido di Pietro da Mugello (1400-1455). Está realizado con oro y temple al huevo sobre tabla, y fue pintado hacia 1425-1427. Consta de una escena principal, con el tema de la Anunciación a la Virgen María, y de una predela o banco con cinco pequeñas escenas más. El conjunto mide 194 cm de ancho y 194 cm de alto. Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid.

Predela de La Anunciación que representa cronológicamente cinco imágenes de la Virgen María: Nacimiento y Desposorios, Visitación, Adoración de los Magos, Presentación en el Templo y Tránsito.

Historia

El conjunto fue pintado al temple sobre tabla entre 1425 y 1427 para la iglesia del convento de Santo Domingo de Fiesole (Italia). En 1611 los frailes la vendieron a Mario Farnesio para sufragar los gastos de la construcción del campanario de la iglesia; poco después este príncipe italiano se la envió como regalo al corrupto valido del rey Felipe III, el duque de Lerma.

En aquella época la obra se tenía en gran estima, pero no por su estilo o autoría, sino por su tema devoto y porque la escena principal recordaba al fresco —supuestamente milagroso— de la basílica de la Annunziata de Florencia, del que circulaban muchas copias.

Aunque el retablo se depositó en el panteón de la Casa de Lerma sito en la Iglesia de los dominicos de Valladolid, poco después se remitió al Convento de las Descalzas Reales de Madrid, posiblemente a raíz de la defenestración política del duque de Lerma. 

La tabla se conservó en el  citado convento hasta mediados del siglo XIX. Precisamente en su claustro alto lo descubriría el pintor Federico Madrazo, por entonces director del Museo del Prado, quien, tras no pocas gestiones conseguía que el rey consorte de Isabel II, don Francisco de Asís, se interesara por su traslado al Prado. 

Las monjas cedieron a regañadientes y recibieron a cambio otra Anunciación pintada por el propio Madrazo. Remitida al Museo como donación real el 16 de julio de 1861, desde ese momento la tabla de Fra Angélico se ha constituido en una de sus piezas más relevantes y conocidas.

Descripción

Desarrolla en la escena principal el tema de la Anunciación, tal como aparece narrado en el Nuevo Testamento (Lucas 1: 26-38), que el pintor sitúa en un pórtico de mármol abierto, allaperto, que recuerda al Hospital de los Inocentes, construcción de un coetáneo de Fra Angelico, el arquitecto Brunelleschi, con arcos de medio punto que descansan sobre finas columnas blancas. 

La Virgen está situada a la derecha. Parece que ante la llegada del ángel ha suspendido la lectura del libro que ahora mantiene sobre el regazo. El pórtico se encuentra en un jardín, hortus conclusus, representación del paraíso. En el ángulo izquierdo de la pintura se ven las manos de Dios y de ellas sale un rayo de luz dorada que viene recto hacia la derecha en el que viaja la paloma del Espíritu Santo. 

El vergel que hay delante del pórtico está cuajado de florecillas y tiene una espesa vegetación con algunos árboles, encaramado en los cuales puede verse a un ángel que vigila a dos personajes vestidos con sayales: Adán y Eva, que pisan descalzos unas rosas vulnerantes. Su expresión es de sumisión y de arrepentimiento. En conjunto, la escena representa el principio y el final del pecado, los primeros padres y la salvación del hijo de María. 

La obra fue realizada en un momento de transición entre la pintura gótica y el Renacimiento. De la época medieval (el trecento italiano) quedan rasgos como la minuciosidad propia de la miniatura, como puede verse en la flora delante de Adán y Eva, en las detalladas alas del ángel o en su halo dorado. La luz y el color son ya renacentistas (del quattrocento), así como la austeridad de la arquitectura.

El pintor es minucioso con la representación vegetal. Mirando con atención, entre árboles, arbustos y herbáceas he podido identificar hasta cuarenta plantas diferentes. Voy a fijarme en una de ellas, la que aparece formando un cíngulo alrededor de los sayales de los compungidos Adán Eva: es la hierba de los pordioseros, Clematis vitalba


Clematis vitalba, la clemátide o yerba de los pordioseros, es un miembro de una familia, las Ranunculáceas, muy primitiva desde el punto de vista genealógico algunos de cuyos miembros, los acónitos por ejemplo, producen algunos de los venenos más potentes de la naturaleza.

Cuando en 1753 el naturalista sueco Carlos Linneo la describió por primera vez eligió dos nombres muy significativos. Tenía ante sí un ejemplar de herbario en el que se veía claramente que era una planta lianoide, trepadora, así que para el género eligió Clematis, un término latino que procede del griego klɛmətis (planta que trepa), mientras que para la especie eligió vitalba, que en latín significa “viña blanca”, en alusión a su parecido con Vitis vinífera, la vid común.

C. vitalba es una liana que puede alcanzar varios metros trepando por cualquier soporte gracias a sus tallos leñosos macizos en la base, pero con ramas verdes y volubles. Tiene hojas divididas en cinco foliolos peciolados, enteros o dentados, caducas en invierno. Entre junio y agosto las flores aparecen agrupadas en gran número en el extremo de los tallos; carecen de corolas, pero en su lugar tienen cuatro sépalos blancos que parecen pétalos; tienen múltiples estambres y numerosos carpelos que producen unos frutos secos, muy pequeños (aquenios) prolongados en un inconfundible estilo plumoso que favorece la dispersión por el viento. 

Es común en toda la región Mediterránea, en el oeste y en el centro de Europa. En España se encuentra dispersa por toda la península, aunque es más frecuente en la mitad norte. Es típica de riberas y humedales.

A: rama florida; 1, sección longitudinal de una flor. 2, estambre con filamento ensanchado y antera terminal; 3, androceo (conjunto de estambres) en una flor de la que se han eliminado los sépalos. 4, frutos en una flor desprovista de sépalos y estambres. 5, fruto (aquenio) aislado con un largo estilo plumoso. 6, sección longitudinal de un fruto mostrando en su interior una semilla en la que es visible el minúsculo embrión apical; el resto, de color amarillento, son las sustancias de reserva (endospermo).

La yerba de los pordioseros

Entre otras sustancias del arsenal fitoquímico que fabrica la clemátide para defenderse de los herbívoros se cuenta la protoanemonina, una toxina irritante que hace que cuando se hiere o se macera provoque picor, erupciones o ampollas al contacto con la piel o las mucosas. La ingestión de la toxina puede provocar náuseas, vómitos, mareos, espasmos, hepatitis aguda, ictericia o parálisis.

Detalles de C. vitalba. A-C: flores; D-E; frutos. F: hoja. Fotos de Rafael Tormo.

En medicina popular se ha utilizado la hoja en fresco, triturada y en aplicación tópica, como analgésica contra las neuralgias e inflamaciones osteoarticulares. Además, las hojas frescas (secas pierden sus propiedades) son rubefacientes y vesicantes, lo que quiere decir que producen irritaciones, inflamación y vejigas cuando entran en contacto con la piel. 

Se dice que los pordioseros utilizaban las hojas frescas para provocarse llagas para inspirar más compasión, una práctica de la que derivaría su nombre común, que es a dónde yo quería llegar y quiso llegar Fray Angélico con el cíngulo de clemátides que pintó en las cinturas de Adán y Eva, los cuales, conocido el árbol del bien y del mal, fueron expulsados del Edén y condenados a una vida de miseria de la que solo podían escapar ganando el pan con el sudor de sus frentes. 

Y en esas estamos.

sábado, 23 de noviembre de 2024

LOS ESCARABAJOS QUE ROBAN A LAS ABEJAS DE LA HIEDRA

 

El escarabajo cleptoparásito Stenoria analis.

Stenoria analis, un escarabajo cleptoparásito especialista en robar la comida de las larvas de la abeja de la hiedra (Colletes hederae), de cuya biología me ocupé en un artículo anterior. El escarabajo se encuentra en Europa occidental y el norte de África.

El cleptoparasitismo (literalmente, parasitismo por robo) es una forma de alimentación en la que un animal se aprovecha de presas o alimentos que otro animal ha capturado, colectado, matado, o preparado. El cleptoparásito se beneficia tanto por obtener la presa u otro objeto que no puede obtener por sí mismo, o por ahorro del tiempo y el esfuerzo exigido para obtenerlo.

Stenoria analis es un pequeño escarabajo de color negro y ocre, que vuela en tiempo soleado con un vuelo rápido que se parece al de abejas y avispas. Esa semejanza de vuelo es la que aprovechará para ejercer su elaboradísima actividad cleptómana destinada a asegurar el alimento de su descendencia. Como esa estrategia depende de la avispa de la hiedra, empezaré por recordar algunos aspectos de la biología de esta.

Ciclo de vida de la abeja hiedra

El otoño es la época de aparición de C. hederae, una especie de abeja excavadora que, a diferencia de las abejas sociales, es solitaria, lo que significa que cada hembra excava y mantiene su propio nido sin la ayuda de otras abejas (incluidos los machos de su propia especie). Sus nidos, unas minas meticulosamente excavadas en el suelo, proporcionan un refugio seguro para la hembra y su descendencia.

Los nidos, que por lo general forman parte de una “aldea” en la que se reúnen varios se encuentran por lo general muy cerca de las hiedras trepadoras (Hedera helix), una elección que no es arbitraria, sino una decisión estratégica tomada por la hembra para asegurar una fuente de alimento fácilmente disponible para sus crías.

Mientras que las hembras están siempre ocupadas construyendo nidos y buscando alimento para sus larvas, los machos están dedicados a tiempo completo a buscar parejas potenciales. Sus incansables esfuerzos y su persistente búsqueda de una pareja receptiva son cruciales para la supervivencia y continuidad de la especie.

A diferencia de muchas otras especies de abejas que están activas durante los meses de primavera y verano, la abeja hiedra emerge a finales del verano y principios del otoño, normalmente entre agosto y noviembre, coincidiendo con la floración de las hiedras, porque la abeja está especializada en recolectar exclusivamente el néctar de esta planta.

La vida de una abeja hiedra comienza cuando una hembra construye su nido en el suelo. Usando sus poderosas mandíbulas, cava una madriguera, generalmente cerca de las hiedras que le proporcionarán néctar y polen. Dentro de cada madriguera crean varias celdas de cría, cada una de las cuales contiene un huevo. Luego, la hembra dejará en cada celda una mezcla de miel y polen, la reserva de alimento para las larvas en desarrollo.

Ciclo de desarrollo de la abeja hiedra: (a) una hembra recolecta polen de hiedra; (b) un macho visita la hiedra para beber néctar y aparearse con hembras; (c) una hembra cavando un nido; moviéndose hacia atrás la abeja saca el material al exterior; (d) si aparece una hembra, una multitud de machos intentan aprovechar su oportunidad para aparearse; en el proceso, se desarrollan las llamadas "bolas de apareamiento"; e) la hembra transporta el polen a su nido para llenar la cámara de cría con una mezcla de polen y néctar; las larvas eclosionadas de los huevos depositados se alimentarán de esa reserva. Imagen.

Las larvas nacen de los huevos y se alimentan de las provisiones almacenadas hasta que alcanzan la madurez. Esta etapa puede durar varias semanas, dependiendo de las condiciones ambientales y de los recursos disponibles. Una vez que han crecido completamente, las larvas entran en fase de pupa dentro de sus celdas desde donde emergerán como abejas adultas… siempre y cuando no les hayan robado la despensa.

Al llegar a la edad adulta, el objetivo principal de la abeja hiedra es la reproducción. Los machos salen de su nido un poco antes que las hembras y su trabajo consiste en esperar ansiosamente que emerjan sus parejas potenciales mientras patrullan incansablemente revoloteando alrededor de los sitios de anidación.

Cuando una hembra asoma por la bocamina, los machos se agolpan en montonera a su alrededor. Una vez que se completa el apareamiento, las hembras almacenan el esperma para usarlo más adelante, ya que hibernarán bajo tierra durante los meses más fríos y retrasarán la puesta de huevos hasta el año siguiente.

Biología y ciclo de vida del escarabajo cleptoparásito Stenoria analis

Después de haber sido fecundada, la hembra del escarabajo deposita sus huevos en las plantas cercanas a las aldeas de abejas hiedra. Las hembras hacen puestas que constan de más de cien huevos. A medida que los huevos casi transparentes se desarrollan, los cambios en su interior se pueden observar fácilmente y se vuelven más obvios a medida que, después de entre 15 y 24 días, se acerca la eclosión de las larvas, que ocurre a finales de verano. Las larvas son extraordinariamente pequeñas y tienen tres garras curvas, por lo que se conocen como “triungulinas”.

Como en la mayoría de los insectos, el cuerpo de la larva triungulina está formado por la cabeza con piezas bucales y órganos sensoriales, el tórax con tres pares de extremidades; b) garra triungulada; c) cabeza con fuertes mandíbulas. Imagen.

Reunidas por decenas, forman unos amasijos informes que se agitan al unísono con las cabezas marrones dirigidas hacia afuera. Probablemente atraídas por la emisión de feromonas que imitan químicamente a las que emiten las abejas hembra, combinada con el mimetismo óptico y por los movimientos (no me atrevo a llamarlos lascivos) de las larvas que imitan los de una abeja hembra, las abejas macho que patrullan por los alrededores se sienten atraídas por las montoneras de las triungulinas y revolotean cerca de ellas tal y como harían para acercarse a las abejas hembras recién eclosionadas que emeren de las bocaminas nidulares.

Ciclo de vida del escarabajo Stenoria analis: a) actividades de apareamiento; b) oviposición en una planta (Armeria maritima); (c,d) con el tiempo, se pueden observar cambios en los huevos; e) las larvas del escarabajo han eclosionado y se posan sobre las membranas vacías de los huevos, ahora de color blanco; f) las larvas del escarabajo se disponen de manera que las cabezas de color marrón apuntan hacia el exterior; g) si el agrupamiento de (f) se deposita en una colonia de abejas hiedra, varios machos se abalanzan sobre él y las larvas se adhieren rápidamente a las abejas; h) una abeja macho libanéctar de Hieracium umbellatum; se pueden ver varias larvas en su dorso; i) apareamiento de las abejas hiedra; el macho está infestado de triungulinas; k) abeja hiedra hembra con triungulina. Imagen.

En un comportamiento conocido como pseudocópula, los machos, enardecidos y ciegos por el deseo sexual, intentan el apareamiento con las masas de triungilinas. Es el momento que esperaban las larvas: usando sus garras curvas o sus potentes mandíbulas se aferran a los pelos del cepillo del primer par de patas del protórax de las abejas machos y, firmemente adheridos a ellos, despegan cuando los frustrados machos levantan el vuelo y parten a la busca de nuevas hembras con las que copular.


Las larvas triungulinas se adhieren a un confundido macho de abeja que intenta copular. Video de Beatrice Sippel.  

Una vez detectada una abeja hembra verdadera, los machos reaccionan aferrándose a ella. La cópula es ahora real, como también lo es que el estrecho abrazo con las patas delanteras permite que las avispadas triungulinas se transfieran a la hembra. Ahora solo queda esperar a que termine la cópula y la hembra fecundada (y parasitada) se dirija al suelo de regreso a las cámaras del nido.

Luego, las larvas del escarabajo se adhieren a la pared de la celda en cuyo interior, una vez sellado, devoran el huevo de la abeja antes de hacer lo mismo con la nutritiva despensa depositada por la abeja hembra. Solo se encuentra una triungilina por celda: si coinciden dos, una mata a la otra.

Transcurridos unos días, la triungulina se metamorfosea en larva secundaria, un gusanito suave y grueso que flota sobre la miel mientras se alimenta de ella. Continúa creciendo y después de dos estadios se transforma en una larva obesa y blanca. Esta continúa consumiendo miel hasta que cerca de finales de abril se convierte en una ninfa que sufre una muda final y deja de alimentarse, quedando inmóvil dentro de las cutículas mudadas, las exuvias, de los estadios metamórficos previos.

Stenoria analis. 1: (a, b) Oviposición en un pedúnculo de Hieracium umbellatum; c) oviposición en Pinus nigra; 2: (a, b) Larvas un día después de la eclosión; c) disposición de las larvas dos días después de la eclosión. Imagen.

Inicialmente blanca, la ninfa se oscurece lentamente hasta que emerge como imago unos diez días después de la muda final. El imago permanece inmóvil durante unos días antes de desprenderse de las diversas membranas que lo rodean para salir de la celda y quedar a la intemperie el verano siguiente. Para entonces ya será un adulto perfectamente equipado para buscarse la vida... a costa de otros.

CREPIDIUM ACUMINATUM: UNA ORQUÍDEA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

 

Crepidium acuminatum. Foto de la Flora of India.

Crepidium acuminatum es una orquídea perenne de pequeño tamaño (unos 10 cm) que en alguna de sus zonas de distribución (Asia Oriental, Filipinas y Australia) se recolecta silvestre en grandes cantidades para uso local como medicina por sus propiedades tónicas y supuestamente afrodisiacas.

En algunas partes del Himalaya, que según parece es su única área original, la recolección de plantas silvestres para uso medicinal, incluida esta especie, excede con creces la capacidad de la planta para regenerarse y muchas especies se están volviendo en peligro de extinción.

C. acuminatum crece en posiciones húmedas y sombreadas en suelos ricos en humus en bosques, rocas sombreadas a lo largo de valles, generalmente sobre el suelo, pero ocasionalmente en rocas cargadas de musgo; en elevaciones de 300 a 2300 metros en el Himalaya.

C. acuminatum es una de las ocho plantas que en la India se conocen colectivamente como 'Astavarga', cuyas partes subterráneas se consideran en la medicina tradicional (Ayurveda) como tónicos de amplio espectro que pueden fortalecer la fuerza vital del cuerpo, mejorar la capacidad de regeneración celular y estimular el sistema inmunológico.

Fuente de la imagen

El Ayurveda es uno de los sistemas de salud holísticos más antiguos que se conocen, que recomienda diversos usos de las plantas para la prevención y cura de enfermedades y dolencias. El antiguo sistema de medicina está ganando popularidad debido a su fácil disponibilidad, bajo costo, mejor accesibilidad y mayor seguridad que la medicina alopática.

La demanda de medicamentos a base de hierbas aumenta día a día debido a la creciente popularidad de esos medicamentos. Alrededor de 560 especies herbáceas de la Indiahan sido incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas. Aṣṭavarga es un grupo de ocho especies de plantas “milagrosas “mencionadas en distintos textos Nighaṇṭu antiguos (Materia Medica of India).

Cada una de ellas se puede utilizar por sí sola y también se utilizan en la preparación de diferentes tipos de tónicos rejuvenecedores en la medicina ayurvédica tradicional. Uno de los más importantes es 'Chyavanprash', una formulación poliherbal que comprende más de cincuenta ingredientes vegetales diferentes, que se utiliza ampliamente en la India como tónico general, estimulante energético, fortalecedor del sistema inmunológico y afrodisíaco.

sábado, 16 de noviembre de 2024

LAS ABEJAS MINERAS QUE DEPENDEN DE LAS HIEDRAS

 


Finalizada la explosión de vida de primavera y verano, cuando la mayoría de los insectos comienzan sus ocultas etapas de letargo o de metamorfosis invernal, surge la oportunidad para quienes hacen del otoño la estación ideal para aprovechar unos recursos que, aunque más escasos, no deben compartirse con otros competidores.

El otoño es la época de aparición de Colletes hederae, una especie de abeja excavadora solitaria que se puede encontrar en toda Europa, desde Irlanda hasta Eslovenia, incluida la península ibérica. Esta pequeña abeja descubierta en 1993, a la que en adelante me referiré como “abeja hiedra”, tiene una apariencia y un comportamiento muy característicos.

Al observarla de cerca uno no puede evitar quedar cautivado por sus características únicas. La combinación de colores que adornan su cuerpo es realmente hermosa. La esbelta estructura corporal (mide entre 10 y 12 milímetros de longitud) decorada con tonos anaranjados, pardos y negros permiten distinguirla de otras abejas mineras, aunque lo que verdaderamente distingue a la abeja hiedra es su rostro cubierto de pelo plateado, una característica llamativa que la distingue fácilmente de otras especies de abejas.

Descripción general

A diferencia de las abejas sociales, la abeja hiedra es solitaria, lo que significa que cada hembra excava y mantiene su propio nido sin la ayuda de otras abejas (incluidos los machos de su propia especie). Sus nidos, unas minas meticulosamente excavadas en el suelo, proporcionan un refugio seguro para la hembra y su descendencia.

Los nidos se encuentran por lo general muy cerca de las hiedras trepadoras (Hedera helix), una elección que no es arbitraria, sino una decisión estratégica tomada por la hembra para asegurar una fuente de alimento fácilmente disponible para sus crías.


Macho de Colletes hederae emergiendo del nido. Foto de Charles J. Sharp

Mientras que las hembras están siempre ocupadas construyendo sus nidos y buscando alimento para sus larvas, los machos están dedicados a tiempo completo a buscar parejas potenciales. Sus incansables esfuerzos y su persistente búsqueda de una pareja receptiva son cruciales para la supervivencia y continuidad de la especie.

Además de su llamativa apariencia, la abeja hiedra posee algunas características únicas. Una de ellas es su momento de aparición. A diferencia de muchas otras especies de abejas que están activas durante los meses de primavera y verano, la abeja hiedra emerge a finales del verano y principios del otoño, normalmente entre agosto y noviembre.

Esta aparición otoñal está directamente relacionada con la floración de las hiedras, ya que la abeja hiedra está especializada en recolectar exclusivamente el néctar de esta planta. La sincronización de su ciclo de vida con el período de floración de la hiedra es una adaptación fascinante que distingue a la abeja hiedra de otras abejas: ha evolucionado para aprovechar al máximo el abundante néctar que aportan las flores de la hiedra durante esa época del año.

La dependencia exclusiva de la hiedra como su principal fuente de alimento tiene implicaciones ecológicas significativas, porque al desempeñar un papel vital en la polinización de las hiedras, asegura su reproducción y supervivencia. Sin los diligentes esfuerzos de las abejas hiedra, el delicado equilibrio del ecosistema se vería alterado, porque afectaría no sólo a las plantas sino también a muchas otras especies que dependen de las hiedras.

Ciclo de vida de la abeja hiedra

La vida de una abeja hiedra comienza cuando una hembra construye su nido en el suelo. Usando sus poderosas mandíbulas, cava una madriguera, generalmente cerca de las hiedras que le proporcionarán néctar y polen. Dentro de cada madriguera crean varias celdas de cría, cada una de las cuales contiene un huevo. Luego, la hembra dejará en cada celda una mezcla de néctar y polen, la reserva de alimento para las larvas en desarrollo.

Macho de Colletes hederae polinizando uas flor de hiedra.

Las larvas nacen de los huevos y se alimentan de las provisiones almacenadas hasta que alcanzan la madurez. Esta etapa puede durar varias semanas, dependiendo de las condiciones ambientales y de los recursos disponibles. Una vez que han crecido completamente, las larvas entran en fase de pupa dentro de sus celdas desde donde emergerán como abejas adultas.

Al llegar a la edad adulta, el objetivo principal de la abeja hiedra es la reproducción. Los machos salen de su nido un poco antes que las hembras y su trabajo consiste en esperar ansiosamente que emerjan sus parejas potenciales mientras patrullan incansablemente revoloteando alrededor de los sitios de anidación.

Cuando una hembra asoma por la bocamina, los machos se agolpan en montonera a su alrededor. Una vez que se completa el apareamiento, las hembras almacenan el esperma para usarlo más adelante, ya que hibernarán bajo tierra durante los meses más fríos y retrasarán la puesta de huevos hasta el año siguiente.

Cuando una hembra asoma por la bocamina, los machos se agolpan en montonera a su alrededor. Una vez que se completa el apareamiento, las hembras almacenan el esperma para usarlo más adelante, ya que hibernarán bajo tierra durante los meses más fríos y retrasarán la puesta de huevos hasta el año siguiente. Imagen.

Vida útil de la abeja hiedra

La vida útil de la abeja hiedra es relativamente corta, porque las abejas adultas suelen vivir sólo unas pocas semanas. Esta vida efímera subraya la importancia de la sincronía temporal de la especie. Al emerger a finales del verano y principios del otoño, la abeja maximiza la disponibilidad de flores de la hiedra, asegurando así el éxito de su ciclo de vida antes de que llegue el invierno.

Los cambios estacionales juegan un papel importante en la vida de la abeja hiedra. A medida que cambian las estaciones y fluctúa la disponibilidad de las flores de las hiedras, la abeja debe adaptar su comportamiento. Hiberna como larva bajo tierra durante los meses más fríos, conservando energía y esperando la próxima temporada de floración para reanudar sus actividades.

La polinización y la abeja hiedra

Las hiedras dependen en gran medida de las abejas hiedra para la polinización. A medida que la abeja recolecta néctar de las flores, transfiere polen de los órganos reproductores masculinos (estambres) a los órganos reproductores femeninos (estigmas) de las flores. Este proceso de polinización es esencial para que las hiedras produzcan frutos y semillas, asegurando su supervivencia y contribuyendo a la salud general del ecosistema.

La estrecha asociación entre la abeja y las hiedras no se limita a la recolección de néctar y polen. La hiedra también sirve como hábitat de anidación para las abejas. El denso follaje y la estructura de la hiedra proporcionan condiciones adecuadas para la construcción de madrigueras, protegiendo los nidos de elementos externos y posibles depredadores.

La abeja hiedra se enfrenta a varias amenazas y desafíos que impactan a su población. Los depredadores, como ciertas especies de aves y otros insectos, pueden alimentarse de las abejas adultas o destruir sus nidos. El escarabajo meloide Stenoria analis es un parásito de la abeja que pone sus huevos cerca de las madrigueras; las larvas triungulinas del escarabajo se desplazan aferradas en las abejas adultas hasta que, finalmente, abandonan a sus transportistas en el interior de las celdas y consumen la reserva de néctar y polen que la abeja hembra había preparado para su larva.

Las relaciones entre las abejas hiedra y los escarabajos ladrones son tan fascinantes que merecen un artículo aparte que escribiré otro día.

AVANZA EL OTOÑO: FLORECEN LAS HIEDRAS


Cuando avanza el otoño, las hiedras se cubren de flores rebosantes de un néctar sumamente nutritivo que hace las delicias de varias especies de moscas, de algunas abejas y de unos imitadores de las abejas, los sírfidos.

Originaria de los bosques húmedos del oeste, el centro y el sur de Europa, norte de África y Asia, desde la India hasta Japón, la hiedra común (Hedera helix) es una de las escasas plantas supervivientes de la flora de las laurisilvas que, como los madroños o los laureles, dominó los bosques de la húmeda y cálida Europa del Terciario.

De hecho, a pesar de su abundancia en los bosques de nuestras latitudes, la hiedra pertenece a una familia, las Araliáceas, casi exclusivamente tropical, y no se parece a otras plantas que no nos resultan familiares (salvo algunas ornamentales como Schefflera o Fatsia japonica). El ginseng, Panax gingseng, es otro representante famoso de esa familia.

Se piensa que la fácil dispersión de sus semillas gracias a las aves que consumen sus frutos ayudó a que la hiedra colonizara de nuevo amplias zonas de donde había desaparecido durante las glaciaciones cuaternarias.

En España viven tres especies de hiedras (Hedera helix, H. iberica y H. maderensis). La que sigue es la descripción de la más común de ellas, H. helix. Para denominarla, en 1753 Linneo usó el nombre genérico de Hedera, literalmente hiedra en latín, y helix epíteto tomado del griego antiguo que significa "torsión, vuelta", en alusión a sus troncos retorcidos.

Las hiedras comunes son plantas de hoja perenne que se arrastran o trepan fijándose a todo tipo de sustratos gracias a unas pequeñas raíces adventicias pegajosas, cortas y marrones, cuya única misión es fijadora, porque, como carecen de haces vasculares, son incapaces de obtener agua o nutrientes cuando se fijan en otras plantas. En las hiedras, como en la inmensa mayoría de las plantas, el agua y los nutrientes se obtienen gracias a las raíces subterráneas.

Las hojas son simples, lobuladas, alternas, coriáceas, brillantes, lustrosas, de color verde oscuro, a veces veteado de blanco, de entre cinco y diez centímetros. Pueden apreciarse dos tipos de hojas diferentes en una misma planta: las de las ramas no floríferas, acusadamente lobuladas; y las de las ramas floríferas, romboidales, carentes de lóbulos y además mucho más claras. Un observador desinformado puede creer que ve una especie diferente, un tanto extraña, que recuerda a plantas exóticas.

Las flores otoñales, pequeñas, verdosas, fragantes y muy nectaríferas, van dispuestas en umbelas globulares. Los frutos son pequeñas bayas negruzcas muy nutritivas. Las flores son pequeñas y regulares (simétricas) y el cáliz tiene cinco sépalos pequeños a modo de dientes. Hay cinco pétalos amarillo-verdosos de 3-4 mm de longitud y cinco estambres amarillos. Desde la distancia, un banco de hiedra verde oscuro puede aparecer de color amarillo verdoso pálido durante un corto tiempo cuando está en flor.

Morfología de Hedera helix. 1, 2, aspecto general de la planta con algunas umbelas. 3, umbela florífera. 4, un sírfido libando néctar. 5, 6, detalle de las flores. es: estambre; fc: flor cerrada; hf: hoja florífera; hn: hoja normal;  ov: ovario (en 6 cubierto de néctar viscoso oscuro); pe: pétalo.

¿La hiedra mata los árboles?

La hiedra no es un parásito. Es una enredadera, por lo que no tiene tronco y, como no puede soportar su propio peso, necesita apoyo. Se arrastra por el suelo durante la primera parte de su vida, luego se acerca a la luz trepando por un soporte, un árbol o cualquier otro (incluyendo muros y pérgolas), y solo entonces florece y fructifica.

La hiedra, por otro lado, tiene todas las de perder con la muerte de su soporte, porque entonces, con algunas excepciones, se desploma y no puede continuar su ciclo de crecimiento y reproducción. Sin embargo, la hiedra puede pesar mucho, lo que obliga al árbol soporte a producir más madera, lo que le cuesta recursos. Además, la presencia de hiedra aumenta enormemente la superficie del follaje sobre el que presiona el viento, como hacen las velas: esa captura del viento puede llegar a ser tan importante que rompa o arranque el árbol.


Entonces, ¿la hiedra mata a los árboles? Puede ser, pero no sistemáticamente y, en cualquier caso, no los parasita. A veces, la hiedra favorece a su árbol de soporte. La hiedra y los árboles tienen interacciones complejas, no del todo dañinas, no del todo beneficiosas. Pero antes de arrancar la hiedra, veamos si es útil para otras especies, entre otros para nosotros.

El ecosistema hiedra: un sustento para la fauna

Basta con mirar una planta de hiedra en flor para ver la abundancia de abejas que se alimentan de su néctar. En muchos lugares, la hiedra es la última planta en florecer antes del invierno, por lo que ayuda a un gran número de insectos polinizadores a sobrevivir al invierno, incluida la preciosa abeja minera de la hiedra. 

Al menos doscientas especies de insectos se alimentan del néctar de las flores de la hiedra. En otoño, puede proporcionar a las abejas hasta el 90% de sus recursos alimenticios. Tras la floración viene la fructificación, siempre fuera de temporada con las plantas dominantes: los frutos maduran en diciembre-enero. Son comestibles para las aves. Cuando el invierno es duro y se agotan otras fuentes de alimento, mirlos, zorzales y otros paseriformes los consumen para sobrevivir. Pero cuidado: ¡los frutos de la hiedra son venenosos para los humanos!

Además, la hiedra proporciona el cobijo de su follaje perenne y sus enmarañadas ramas, un buen lugar para esconderse y anidar para decenas de especies de aves e insectos.


Las enredaderas desempeñan otras funciones importantes en los ecosistemas forestales. Como se ha sugerido para la hiedra, se ha demostrado en el bosque subtropical que la caída de las hojas de las lianas suministra proporcionalmente más hojarasca y de mejor calidad que la de los árboles. 

Ya sea que ayuden a nutrir a los árboles o derriben algunos dejando espacio para otros, las lianas tienen una influencia considerable en la ecología forestal, y los expertos creen que su acción es generalmente beneficiosa para la biodiversidad de los bosques. Respetar la hiedra significa favorecer a cientos de especies que viven en ella o se refugian en ella, y, salvo casos especiales, sin dañar los árboles.

Uso medicinal

Además del uso muy común como ornamental para cubrir paredes y muros, las hojas desecadas, recolectadas en primavera y verano de las hiedras se han usado en medicina popular porque contienen un arsenal fitoquímico en el que se almacenan saponósidos, flavonoles, ácidos ácido cafeico y clorogénico, fitosteroles, poliacetilenos y un aceite esencial, entre otros compuestos.

En diferentes modelos experimentales, los extractos de hoja de hiedra han mostrado actividad espasmolítica, antiinflamatoria, antioxidante, antimicrobiana y, sobre todo, broncodilatadora, entre otras. El mecanismo de acción broncodilatadora se debe a los saponósidos, que actúan como tensioactivos sobre la mucosa bronquial, disminuyendo la viscosidad de la secreción mucosa.

Administrados por vía oral o rectal los saponósidos están indicados en el tratamiento de diferentes tipos de tos, particularmente cuando está asociada a hipersecreción de mucosidad viscosa, y como coadyuvantes en el tratamiento de afecciones bronquiales. La mayoría de los preparados contienen extractos secos hidroetanólicos (de agua y alcohol) incorporados a un excipiente sólido (comprimidos) o un medio líquido alcohólico (gotas) o no alcohólico (jarabe) para administración oral. Ocasionalmente, pueden encontrarse también supositorios.

La abeja solitaria Colletes hederae libando en una flor de hiedra. Foto

Curiosidades

La hiedra tiene que aferrarse a algo para sostenerse a medida que crece. Puestos a creer, se dice que eso nos recuerda que debemos aferrarnos a Dios como guía y sustento de nuestras vidas. Como el del acebo, el muérdago o los abetos, el uso de la hiedra como ornamento navideño se remonta a la noche de los tiempos.

El hecho de que la hiedra, como los acebos, permanezca verde durante todo el año llevó a creer que tenía propiedades mágicas y a su uso como decoración del hogar en los meses invernales. También simbolizaba la vida eterna, el renacimiento y la llegada de la primavera. En la antigua Roma la hiedra se asociaba con Baco, dios del vino y la juerga. Por eso se usaba como adorno en los antiguos fastos grecorromanos.

En Alemania es tradicional que la hiedra solo se utilice en el exterior y se suponía que un trozo atado al exterior de una iglesia la protegería de los rayos. Aunque no es tan popular como el acebo, muchas culturas todavía usaban la hiedra en las fiestas celebradas durante el invierno.

Con el tiempo, los cristianos incorporaron a las fiestas religiosas muchas costumbres de celebraciones paganas. Durante algún tiempo, los cristianos prohibieron la hiedra como decoración debido a su capacidad de crecer en la sombra, lo que llevó a asociarla con el secretismo y el libertinaje. Sin embargo, finalmente se impuso la costumbre de decorar con acebo y hiedra las fiestas cristianas.

En unas semanas lo comprobaremos.

sábado, 2 de noviembre de 2024

BREVE HISTORIA DE LA FANTA

 

Coca-Cola oficialmente la lanzó en Italia en 1955 con su clásico color anaranjado, pero en realidad había nacido antes debido al embargo de la Segunda Guerra Mundial.

Para los fanáticos de los refrescos de naranja algo viejunos, Fanta es una de las marcas más conocidas. El gigante de las bebidas Coca-Cola presentó en sociedad su versión anaranjada hace casi 70 años y rápidamente se transformó en una de sus etiquetas icónicas. Sin embargo, según los historiadores, su verdadero origen se encuentra en Alemania en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

En 1923 Roberto Woodruff asumió la presidencia de The Coca-Cola Company y emprendió la internacionalización de la marca. Hasta ese momento la bebida cola se había posicionado como un ícono norteamericano, pero su implantación en otros mercados fallaba. Con el objetivo de consolidarla fuera de Estados Unidos, la firma decidió crear 27 plantas embotelladoras repartidas por todo el mundo. Uno de esos destinos fue Alemania. 

Para hacerse cargo de ese mercado eligieron a Ray Rivington Powers, un expatriado estadounidense conocido por ser un tipo capaz de vender frigoríficos a los esquimales. Las botellas de Coca-Cola se vendían como churros, pero el ejecutivo descuidó las finanzas de la filial y enseguida los ejecutivos de la casa matriz en Atlanta decidieron dar un golpe de timón.

Nueva estrategia

Tomó las tiendas el alemán Max Keith. El directivo eligió otro camino para potenciar la implantación. Optó por posicionar a la gaseosa insignia entre la clase trabajadora y mostrarla como un producto nacional y no como el "sueño americano de la felicidad". Las ventas se multiplicaron y llegaron a comercializar alrededor de cinco millones de botellas al año.

La mecánica internacional de la corporación funcionaba de esta manera: las filiales eran supervisadas por un nuevo departamento, Coca-Cola Export Corporation, que exportaba el jarabe secreto con el cual cada subsidiaria extranjera elaboraba la bebida añadiendo materias primas locales.

El avance del partido nacionalsocialista en Alemania culminó con la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933 y la conformación del Tercer Reich. La empresa continuó funcionando y, según cuenta el historiador Javier Hernández en el libro Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno nazi estaba interesado en lograr la nacionalización de la bebida para apropiarse de la fórmula.

Embargo y origen de Fanta

Todo cambió cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial después del bombardeo de Pearl Harbor en 1941. Por el embargo al Eje, la casa matriz cortó relaciones con su filial alemana y, por lo tanto, también dejó de exportar su jarabe. Con su provisión embargada y sin suministros, la fábrica dejó de operar, pero Keith pensó que tenían que lanzar un nuevo producto original para que las máquinas continuaran funcionando. 

Usaron los insumos que tenían a mano, entre ellos suero lácteo y pulpa de frutas, y así crearon una nueva bebida similar al ginger ale. Hay dos versiones del origen del nombre de la nueva bebida gaseosa. Por un lado, se cree que proviene de acortar la palabra ‘fantasie' (fantasía, en alemán), mientras que otros aseguran que es la abreviatura de ‘fantastisch' dado que los empleados de la empresa habrían exclamado que el producto era "fantástico". 

Al poco tiempo Fanta logró buenas ventas, aunque no se equiparaban con las de su primera versión de cola. Según cuenta Max Pendergrast en For God, country and Coca-Cola, incluso era utilizada como edulcorante para algunos platos debido al racionamiento del azúcar. 

Con el fin de la guerra, la filial alemana volvió a fusionarse con su matriz en Atlanta. En la sede central retomaron el invento de su subsidiaria alemana y lo relanzaron en 1955 en Nápoles. En ese momento nació la tradicional Fanta anaranjada. Cinco años después debutó en Estados Unidos.