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sábado, 16 de marzo de 2024

En las islas, los vertebrados pueden ser polinizadores más importantes que los invertebrados

 


En comparación con las zonas continentales, en los ecosistemas insulares los insectos (los principales polinizadores de las plantas con flores) están subrepresentados. Según una nueva investigación, esa es la causa de que en las islas las plantas con flores tiendan a ser más generalistas en sus necesidades de polinización. Además, algunas especies de vertebrados que suelen ser insectívoras o granívoras en los continentes, en las islas se ven obligadas a ampliar su dieta y consumir otros recursos como néctar o polen.

Una de las interacciones planta-animal más relevantes para el funcionamiento de un ecosistema es la que existe entre las angiospermas (plantas con flores) y sus polinizadores. Sin polinizadores, aproximadamente un tercio del cuarto de millón de especies de angiospermas no podría reproducirse. Además, sin estas plantas las poblaciones de polinizadores se verían mermadas debido a la falta de recursos florales (polen, néctar y agua floral). La pérdida de polinizadores también tendría efectos en cadena para otras especies.

En las islas, los polinizadores especializados suelen estar infrarrepresentados, en particular los insectos, y las plantas tienden a ser más generalistas en sus necesidades de polinización en comparación con sus parientes continentales. Algunas especies de vertebrados, por ejemplo, las aves y los lagartos, que suelen ser insectívoros o granívoros en el continente, se ven obligados a consumir también néctar y polen en las islas, donde la disponibilidad de recursos suele ser limitada. Al alimentarse de recursos florales, estos vertebrados oportunistas pueden actuar como polinizadores eficaces que aumentan el éxito reproductivo de las plantas.

Ahora bien, no todos los animales que visitan las flores son polinizadores, ni todos los polinizadores proporcionan la misma eficacia de polinización a la planta. En unestudio de campo llevado a cabo en tres grupos de animales (insectos, aves y lagartijas) residentes en la isla mayor del pequeño archipiélago de Cabrera, los investigadores han evaluaron los dos componentes que miden la eficacia de la polinización: el componente cuantitativo se valoró mediante observaciones directas de las flores, es decir, el número de visitas y el número de flores visitadas, mientras que el componente cualitativo (frutos y semillas madurados; número y tamaño de semillas; tasa de germinación de plántulas) fue analizado realizando experimentos de exclusión de polinizadores.

La planta elegida fue Lavatera arborea, una especie de la familia Malvaceae que puede alcanzar hasta tres metros de altura, está muy extendida en el reino floral Holártico desde el Mediterráneo occidental al norte de Irlanda. Sus hábitats suelen ser cercanos al mar, como costas rocosas, playas y acantilados donde anidan aves marinas, pero también se puede encontrar en zonas alteradas como campos y bordes de carreteras.

A pesar de su amplia distribución, se desconoce su sistema reproductivo y cuáles son sus polinizadores. Observaciones previas sugerían que esta planta de flores grandes, vistosas y de fácil acceso, podría ser polinizada por diferentes vertebrados (específicamente, aves y lagartijas), así como por insectos y, por lo tanto, sería un caso de estudio ideal para comparar la eficacia de cada grupo en la polinización.

En total, entre los polinizadores se registraron diecisiete especies de insectos diurnos y tres nocturnos pertenecientes a cinco órdenes: himenópteros (hormigas, avispas, abejas y abejorros), dípteros (moscas y sírfidos), thysanópteros, lepidópteros (polillas) y dermápteros (tijeretas); tres paseriformes (Sylvia cantillans, S. atricapilla y S. melanocephala) y la lagartija balear Podarcis lilfordi. No se observó que ninguno de ellos dañara la flor o robara el néctar.

Visitantes de flores de Lavatera arborea observados durante los censos. A) Sylvia cantillans; (B) Breves momentos de aleteo de Sylvia cantillans durante las visitas a las flores. (C) Currucas, Sylvia melanocephala (izquierda) y Sylvia cantillans (derecha) con polen (manchas blancas) de L. arborea. Flores de L. arborea visitadas por (D) Podarcis lilfordi; E) Ancistrocerus ebusianus; F) Crematogaster scutellaris; g) Episyrphus baleatus; H) Xylocopa violacea; (I) Mythimna cf. obsoleta; J) Forficula auricularia.


Las aves visitaron las flores con 2,5 veces más frecuencia que los insectos y no se encontraron diferencias significativas en el número de visitas entre insectos y lagartijas ni entre aves y lagartijas. Además, tanto las aves como las lagartijas visitaron más flores que los insectos, mientras que no se encontraron diferencias en el número de flores visitadas por aves y lagartijas. Sin embargo, cuando los tres grupos visitaron las flores, la maduración de frutos y semillas fue mayor que cuando se excluyó a cualquiera de ellos. Además. aunque la planta no necesita polinizadores para producir semillas porque tiene flores hermafroditas y es capaz de autofecundarse, su éxito reproductivo aumenta cuando se permite que todos los polinizadores visiten las flores.

Estos hallazgos pueden ayudar a comprender mejor el papel de los diferentes grupos de polinizadores en la reproducción de otras especies de plantas, especialmente en islas donde la polinización compartida por vertebrados e invertebrados en la misma especie es habitual.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Una propuesta ecológica para Taylor Swift: los Bosques Eras

Taylor Swift es, sin duda, una de las mejores artistas actuales. Fue elegida Personaje del Año 2023 por la revista Time. Recientemente, ganó el premio Grammy al Álbum del Año, su cuarta victoria, el récord en esta categoría. Alrededor de 123 millones de espectadores vieron la reciente Super Bowl, la mayor audiencia televisiva desde que el hombre pisó por primera vez la Luna. Una razón importante fue que la Swift estaba entre el público animando a su novio Travis Kelce, líder de los Kansas City Chiefs.

Swift es una gran “influencer” con 281 millones de seguidores en Instagram. Gracias a su apoyo, en 2023 se registraron 35.252 nuevos votantes el Día Nacional del Registro de Electores, un aumento del 23% con respecto al año pasado.

No cabe duda de que Taylor Swift está en la cima de su carrera. Casi rompió Ticketmaster con The Eras Tour, que se prevé recaudará alrededor de 2.200 millones de dólares, lo que la convertiría en la gira de conciertos con más éxito de la historia.

Visto el éxito de esa gira, me parece que la cantante tiene una excelente oportunidad para enmendar la controversia sobre su responsabilidad climática. Irónicamente, pero haciendo de la necesidad virtud, la gira puede servir para contrarrestar la mala imagen que le ha creado la huella de carbono que deja tras sus continuos desplazamientos en avión.

La controversia de la huella de carbono

Dada la naturaleza de su actividad, Swift viaja con frecuencia por todo el mundo. Debido a los horarios preestablecidos, los vuelos comerciales suelen ser inapropiados para agendas apretadas y podrían crear problemas de seguridad, Swift vuela en su avión privado, un Dassault Falcon 900LX.



En 2022, el Daily Mail la nombró la principal celebridad contaminadora de dióxido de carbono (para ver la respuesta de rechazo de Swift, cliquee aquí). Para la Super Bowl de febrero de 2024, Swift viajó desde Japón a Las Vegas en su avión privado. Según algunas estimaciones, este único vuelo probablemente generó 41 toneladas de dióxido de carbono. Para hacerse una idea, las emisiones globales anuales per cápita son 6,5 toneladas. Es decir, un solo vuelo de Swift generó más emisiones de ese gas de efecto invernadero que las que generan seis personas en todo un año.

Como dijo la cantante en su refutación al Daily Mail, compensa sus emisiones comprando créditos de carbono. Sin embargo, esas compensaciones se enfrentan a críticas por motivos morales y prácticos. La objeción moral es que las compensaciones son como “bulas de indulgencia”, que dan a los ricos el derecho a contaminar mientras continúan con sus estilos de vida intensivos en carbono. La objeción práctica es que muchas compensaciones no funcionan según lo anunciado. Por ejemplo, con frecuencia no está claro dónde se plantarán los árboles que secuestran carbono, qué especies, cuánto tiempo podrían sobrevivir y cuánto carbono capturarán a lo largo de su vida.

Las giras Eras son una parte importante de la trayectoria profesional de Swift. Supongamos que, en lugar de comprar compensaciones a proveedores externos, aprovecha las giras para participar directamente en el negocio de las compensaciones creando “Bosques Eras”. Esa iniciativa tendría dos componentes: autoimponerse un impuesto al carbono y presentar una forma creíble de utilizar el dinero de esos impuestos para compensar las emisiones.

¿Qué pasaría si Swift considerara el coste social del carbono para determinar su nivel impositivo? La administración Biden fijó el coste social en 51 dólares por tonelada, pero intenta revisarlo para fijarlo en 190 dólares por tonelada. Para su contabilidad de carbono Swift podría autoimponerse la cifra más alta.

Actualmente, la cantante compra créditos de carbono que compensan el doble de sus emisiones. Dada la controversia sobre las compensaciones, duplicar parece insuficiente. ¿Por qué no multiplicar por diez? No hay nada mágico en el número diez, pero sería un buen índicador de su fuerte compromiso con la responsabilidad y la equidad climática.

En cualquier caso, haciendo eso no le saldría caro. Consideremos el viaje de Tokio a Las Vegas, que generó 41 toneladas de dióxido de carbono. Si Swift trabajara con un coste social del carbono de 190 dólares por tonelada y tratara de compensar diez veces la huella de carbono, estamos hablando de un coste de 77.900 dólares (41 x 10 x 190), pura calderilla para una artista que recientemente se unió al club de los mil millonarios.

Los Bosques Eras

¿Pero cómo utilizar ese dinero? Alguien tan creativo como ella podría aplicar su creatividad para plantar árboles. Supongamos que Swift creara un “Bosque Eras” en cada ciudad que visite y los situara en los barrios más pobres. Además de secuestrar carbono, los bosques urbanos mejoran la calidad del aire y reducen el efecto isla de calor. Estos beneficios son especialmente importantes en distritos de ingresos bajos, que generalmente son deficitarios en espacios verdes en comparación con las comunidades de ingresos altos.



Su organización podría colaborar con ONGs y gobiernos locales y contratar a los mejores expertos para seleccionar especies autóctonas. Es también muy importante que, para evitar críticas sobre el “lavado verde”, su organización podría permitir que el público monitoree estos bosques las 24 horas del día, los siete días de la semana a través de su página web.

Esto solucionaría el problema de la verificación e incrementaría la confianza de que Swift se toma en serio la cuestión de la huella de carbono. Cada año podría publicar un informe de situación (similar a los informes de responsabilidad social corporativa) sobre cuánto carbono han secuestrado sus bosques.

Además, involucrar a las comunidades locales podría hacer que los “Bosques Eras” fueran algo más que una simple acción climática: podrían convertirse en una estrategia de participación social. Incluso podría animar a que sus fans apadrinaran árboles en sus bosques. Las posibilidades son infinitas.

En resumen, los “Bosques Eras” fortalecerían la marca Swift dotándola de una agenda climática y social, y podrían establecer un modelo para que los artistas y otros agentes con una huella de carbono inevitablemente alta aborden los problemas climáticos y las desigualdades asociadas a ellos

En lugar de intentar librarse de las críticas sobre su huella de carbono, Swift pasaría a ser alguien que influye positivamente en el clima global.

domingo, 3 de marzo de 2024

Los asesinos de la luna y el fracaso del gobierno



La mayoría de los críticos de la película Los asesinos de la luna extraen una sola lección de la historia: la codicia es mortal. El amor al dinero conduce al mal. Pero la verdadera lección debería ser también el fracaso del gobierno.

El guion de la película se basa en el libro Asesinos de la luna de las flores: Los crímenes en la nación Osage y el nacimiento del FBI, de David Grann, un ensayo de estilo novelístico que narra la historia de la tribu Osage durante el bum petrolero de los 1920 en Oklahoma. Los miembros de la tribu se hicieron muy ricos gracias al descubrimiento de petróleo en tierras tribales, al tiempo que muchos blancos cometieron fraudes y asesinatos para apropiarse de sus bienes.



La gente debería leer el libro y ver la película, pero también debería leer el libro de Angie Debo publicado en 1941 (no hay traducción al castellano) And Still the Waters Run: The Betrayal of the Five Civilized Tribes (Y aún corren las aguas: La traición de las cinco tribus civilizadas), porque lo que les ocurrió a los miembros de la tribu Osage fue sólo una pequeña parte de lo que ocurrió a los miembros de las Cinco Tribus Civilizadas en el este de Oklahoma en aquellos mismos tiempos.

And Still the Waters Run, que expuso el escándalo del despojo de tierras nativas por parte de los colonos estadounidenses, cuenta la trágica historia de la liquidación de las repúblicas indias independientes de los choctaws, chickasaws, cherokees, creek y seminoles, conocidas como las Cinco Tribus Civilizadas. A principios del siglo XX, esas tribus poseían la mitad oriental de lo que hoy es Oklahoma, un territorio inmensamente rico en tierras de cultivo, bosques, carbón y petróleo. Su estatus político y económico estuvo garantizado por el gobierno federal… hasta que llegaron los colonos estadounidenses.

Cuando lo hicieron, el Congreso derogó tratados que había prometido durarían “mientras las aguas corran” y, en tan solo una generación, las tribus fueron sistemáticamente despojadas de sus propiedades y rescatadas de la hambruna sólo gracias a la caridad pública. And Still the Waters Run fue tan controvertida cuando se publicó por primera vez que a la escritora y maestra Angie Debo se le prohibió enseñar en Oklahoma durante muchos años.

Escultura dedicada a Angie Debo en la biblioteca pública de Stillwater, Oklahoma. 


Antes de la creación del Estado de Oklahoma en 1907, los gobiernos tribales eran propietarios de sus tierras y las arrendaban a sus miembros. Pero el gobierno federal insistió en que dividieran la tierra entre los ciudadanos tribales individuales y establecieran derechos de propiedad privada sobre la tierra. A pesar de la tremenda oposición de la mayoría de los ciudadanos tribales, el gobierno federal obligó a las tribus a repartir sus tierras individualmente. Entonces se descubrió petróleo en la tierra. En las cinco tribus civilizadas, los individuos poseían los derechos sobre el mineral, mientras que la tribu Osage los conservó comunalmente.

Los blancos del este de Oklahoma inventaron muchas formas de robar la riqueza que el petróleo aportaba a los miembros de las tribus. Asesinos de la luna describe algunas de ellas. Unos prometían pagar a los miembros de la tribu una renta vitalicia de cientos de dólares al mes si el propietario les cedía los derechos mineros. Por supuesto, esos miembros morían misteriosamente a las pocas semanas, pero nadie lo investigaba. Otros delincuentes blancos trabajaban en comandita con jueces, sheriffs y abogados para asignar la tutela de los huérfanos a hombres blancos que luego les robaban todo lo que tenían y lo repartían con jueces, sheriffs y abogados.

Zitkala-Ša, 1898, por Joseph Keiley


El gobierno federal empezó a descubrir el alcance de los delitos gracias al informe Los indios ricos pobres de Oklahoma: una orgía de soborno y explotación de las cinco tribus civilizadas: un robo legalizado, escrito por Zitkala-Ša (Pájaro Rojo), una escritora y activista de etnia Dakota, que fue cofundadora del Consejo Nacional de Indios Americanos, creado para luchar por el derecho de los nativos a la ciudadanía estadounidense y otros derechos civiles que se les habían negado durante mucho tiempo.

El gobierno federal presentó más de treinta mil acusaciones contra ciudadanos blancos de Oklahoma por fraude y asesinato en el juzgado federal de McAlester en la década de 1930. Las acusaciones incluían a casi todos los hombres de negocios y políticos prominentes de Tulsa, la capital del condado Osage y a la mayor parte de la legislatura estatal. Sólo escapó el gobernador, William H. Murray, alias Bill Alfalfa, que envió una delegación a Washington para protestar contra las acusaciones y quejarse de los daños económicos que causaban al cuestionar los títulos de propiedad.

El gobierno federal aceptó retirar las acusaciones si Oklahoma permitía a las tribus restaurar sus gobiernos con una soberanía igual a la del Estado. Oklahoma accedió y decenas de miles de delincuentes quedaron en libertad.

La verdadera lección de la actividad criminal masiva contra los ciudadanos tribales fue, una vez más, el fracaso del gobierno a la hora de ejercer su función. El gobierno federal rara vez cumplía un tratado firmado con un gobierno tribal. Había obligado a todas las tribus de Oklahoma a trasladarse desde sus hogares ancestrales al Territorio Indio, empezando por el Sendero de las Lágrimas de los cheroquis en Georgia en la década de 1830.

Tras la Guerra de Secesión, el gobierno federal volvió a incumplir sus tratados y robó a las tribus gran parte de las tierras que les había asignado originalmente. La adjudicación forzosa de tierras a individuos de propiedad tribal fue otra violación de los tratados, al igual que la disolución del gobierno tribal cuando Oklahoma, una palabra choctaw que significa tierra de los pieles rojas, se convirtió en Estado.

Durante el boom petrolero de los 1920, los funcionarios del gobierno permitieron a los blancos saquear a los miembros de las tribus y asesinar a muchos de ellos al negarse a ejercer su función: castigar a los criminales. Sin embargo, en Oklahoma, las autoridades gubernamentales no sólo se negaron a castigar a los malhechores, sino que ellos mismos se convirtieron en los criminales que atacaban a los buenos ciudadanos.

Los miembros de las tribus y todas las minorías indias comprenden mejor que nadie la lección de Asesinos de la luna: no confíes tu seguridad al gobierno.

sábado, 2 de marzo de 2024

Nieve en el suelo, cristales en el cielo


Todo comienza en las nubes. Las nubes se forman cuando el aire cerca de la superficie de la Tierra se eleva porque la luz del sol calienta el suelo y el aire más cercano a él, que es menos denso, se eleva. A medida que el aire ligeramente más cálido asciende, se enfría y el vapor de agua de ese aire ascendente se condensa para formar agua líquida. Así nace una nube.

Cuando las temperaturas cerca del suelo están muy por debajo del punto de congelación, es decir, de la temperatura a la que dicho líquido se solidifica, las nubes están compuestas principalmente de agua en forma de hielo. A una temperatura de cero grados centígrados, las moléculas de agua congelada se organizan en una forma cristalina hexagonal o de seis lados. A medida que estos cristales de hielo crecen y se agrupan, se vuelven demasiado pesados para mantenerse en el aire. Gracias a la gravedad, comienzan a caer de nuevo a través de la nube y, finalmente, salen de ella.

El aspecto de estos cristales de hielo una vez que llegan a la tierra depende de la temperatura y la humedad de la atmósfera. A medida que aumenta la humedad (la cantidad de vapor de agua en la nube), a algunos de los cristales de hielo les crecen brazos intrincados en sus seis esquinas. Ese proceso de ramificación crea las formas características de los copos de nieve.

Caminos diferentes



No hay dos cristales de hielo que sigan el mismo camino a través de una nube. En cambio, cada cristal de hielo experimenta diferentes temperaturas y humedades a medida que viaja a través de la nube, ya sea hacia arriba o hacia abajo. Las condiciones en constante cambio, combinadas con la infinita cantidad de caminos que pueden tomar los cristales, dan como resultado una historia de crecimiento y una forma cristalina únicas para todos y cada uno de los copos de nieve. Por eso probablemente hayas escuchado el dicho: «No hay dos copos de nieve exactamente iguales».

Muchas veces, estas diferencias son visibles a simple vista; a veces es necesario un microscopio para distinguirlas. De cualquier forma, los científicos que estudian las nubes y la nieve pueden examinar un copo de nieve y, acabar por descubrir el camino que tomó a través de la nube para aterrizar en tu mano.

Nieve seca y nieve húmeda

Cuando cae nieve del cielo, no se suelen ver cristales de hielo individuales, sino grupos de cristales pegados entre sí. Una forma de agregarse los cristales de hielo es mediante entrelazamiento mecánico. Cuando chocan entre sí, los cristales con ramas y brazos intrincados se entrelazan y se adhieren a otros. Este mecanismo es el principal proceso de adherencia en condiciones más frías y secas, lo que llamamos "nieve seca" o “nieve en polvo”. El resultado es una nieve perfecta para esquiar y fácilmente recogida por el viento, pero que no se mantiene unida cuando se forma una bola de nieve.



La segunda forma de unir cristales de hielon es cuando se calientan un poco. Cuando los cristales de hielo caen a través de una región de nubes o de la atmósfera donde la temperatura es ligeramente superior al punto de congelación, los bordes de los cristales comienzan a derretirse. Esa pequeña cantidad de agua líquida permite que los cristales de hielo que chocan entre sí se peguen casi como pegamento. ¿El resultado? Caen del cielo grandes masas de cristales de hielo, a las que llamamos “nieve húmeda”, no tan ideal para esquiar, pero perfecta para construir un muñeco de nieve.

La nieve formada en las nubes normalmente llega al suelo sólo en invierno. Pero casi todas las nubes, sin importar la época del año o la situación geográfica, contienen algo de hielo. Esto se cumple incluso para las nubes en las regiones tropicales cálidas, porque la atmósfera sobre nosotros es mucho más fría y puede alcanzar temperaturas bajo cero incluso en los días más cálidos. De hecho, los meteorólogos descubrieron hace tiempo que las nubes que contienen hielo producen más lluvia que las que no contienen ninguno.

El innombrable efecto de algunas verduras y la oda al pedo


Aunque la coliflor y el brócoli tienden a ser los culpables de causar flatulencias, la verdad es que muchos alimentos ricos en fibra son también culpables.

Aunque es cierto que las verduras de la familia de las crucíferas como el repollo, la rúcula, el brócoli y la coliflor pueden provocar un aumento de la tasa de flatulencias, a pesar de su reputación estas verduras están lejos de ser las únicas responsables.

En condiciones normales, un ser humano bien alimentado elimina diariamente hasta un litro y medio de gases con una frecuencia de 10 a 20 flatos y pedos al día. Gran parte de ellos puede pasar desapercibida incluso para quienes los emiten.

Los gases del sistema gastrointestinal están compuestos básicamente por cinco elementos: nitrógeno (N2), oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2), hidrógeno (H2) y metano (CH4). Los cinco juntos añaden hasta un 99% de los elementos presentes en un pedo. El eructo tiene una composición similar, pero es más rico en oxígeno y nitrógeno.

¿Cuál de ellos es responsable del mal olor? Ninguno, todos son básicamente inodoros. La culpa tampoco es de las heces. Al contrario de lo que se podría imaginar, el pedo no apesta por pasar por las heces antes de ser eliminado. Lo que causa el mal olor es el 1% restante de los gases, principalmente compuestos por azufre, sobre todo el sulfuro de hidrógeno (SH2). Eso explica por qué no todos huelen mal. Si no hay un aumento de la producción de gases azufrados, el pedo puede no tener mal olor.

Los gases intestinales se producen, principalmente, por millones de bacterias que viven en nuestro tracto digestivo y participan del proceso de digestión después de la metabolización de carbohidratos, grasas y proteínas ingeridas en los alimentos.

En el caso de los gases en el estómago, la principal fuente es el aire que se ingiere durante las comidas. Nosotros no lo notamos, pero durante las comidas tragamos grandes volúmenes de aire. También es común ingerir aire al masticar chicle, al fumar un cigarrillo y, sobre todo, consumiendo bebidas gaseosas.

Gran parte de los gases deglutidos son eliminados a través de los eructos. Sin embargo, cuando nos acostamos inmediatamente después de las comidas, los gases encuentran mayor facilidad para seguir el camino hacia los intestinos que para retornar al esófago. Por eso es mucho más fácil eructar cuando se está sentado o de pie en vez de acostado.

El agente causante de la acumulación de gases es la fibra. Cuando comemos carbohidratos no digeribles como la fibra, pasan a través de nuestro estómago hasta nuestros intestinos, donde las colonias de microbios los descomponen creando gas en el proceso. Estos carbohidratos son cruciales para cultivar un microbioma intestinal saludable, pero, por desgracia para nosotros, los pedos son el precio que hay que pagar.

Ciertos alimentos son más ricos en fibra, especialmente fibra fermentable, y por tanto provocan una mayor producción de gases. Es verdad que como ocurre con algunas legumbres como las judías y los garbanzos, las verduras crucíferas como las coles de Bruselas, la col rizada, los nabos y los rábanos, además de las ya mencionadas, son ricas en fibra.

Pero no es menos cierto que hay otras culpables como las manzanas, las zanahorias, las cebollas, los melocotones, el ajo y los cereales integrales que se van de rositas a pesar de su naturaleza rica en fibra. Los edulcorantes artificiales se basan en gran medida en azúcares no digeribles, es decir, en carbohidratos, por lo que también pueden provocar gases.

Comer un exceso de proteínas (más de aproximadamente un gramo por kilogramo de peso corporal) es todo un banquete para las bacterias intestinales, que devuelven el favor produciendo el gas sulfuro de hidrógeno, que hace que las flatulencias no sólo sean frecuentes sino también fétidas.

Si te gustan las verduras crucíferas y las legumbres, pero quieres evitar algunos arrebatos ventosos, cocinar las verduras ayuda a descomponer los carbohidratos no digeribles y reducir su potencial de formación de gases. Te importen o no las flatulencias, no deberías comer legumbres sin cocinarlas, porque contienen lectinas, una importante familia de antinutrientes que pueden ser tóxicas.

Para desdramatizar el asunto, te dejo una auténtica oda flatulenta, el Poema al pedo de Francisco de Quevedo:

Alguien me preguntó un día

¿Qué es un pedo?

y yo le conteste muy quedo:

el pedo es un pedo,

con cuerpo de aire y corazón de viento

el pedo es como un alma en pena

que a veces sopla, que a veces truena

es como el agua que se desliza

con mucha fuerza, con mucha prisa.

El pedo es como la nube que va volando

y por donde pasa va fumigando,

el pedo es vida, el pedo es muerte

y tiene algo que nos divierte;

el pedo gime, el pedo llora

el pedo es aire, el pedo es ruido

y a veces sale por un descuido

el pedo es fuerte, es imponente

pues se los tira toda la gente.

En este mundo un pedo es vida

porque hasta el Papa bien se lo tira

hay pedos cultos e ignorantes

los hay adultos, también infantes,

hay pedos gordos, hay pedos flacos,

según el diámetro de los tacos

hay pedos tristes, los hay risueños

según el gusto que tiene el dueño

Si un día algún pedo toca tu puerta

no se la cierres, déjala abierta

deja que sople, deja que gire

a ver si hay alguien que lo respire.

También los pedos son educados

pues se los tiran los licenciados,

el pedo tiene algo monstruoso

pues si lo aguantas te lleva al pozo

este poema se ha terminado

con tanto pedo que me he tirado.

sábado, 24 de febrero de 2024

Cómo se inventaron los años bisiestos

 


Los años bisiestos sirven para mantener el calendario de doce meses ajustado con el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol.

A partir de los tres años desarrollamos una memoria consciente que nos permite fijar la atención y asimilar muchas cosas que recordaremos para siempre. Quizás por eso se nos quedó grabado aquello que nos enseñaron en el parvulario de que la Tierra tarda 365 días en dar una vuelta completa alrededor del Sol, aunque en realidad ese viaje dure alrededor de 365 días y cuarto.

Después de cuatro años, ese cuarto de horas de más suman un día entero. Para ajustar el calendario, cada año bisiesto añadimos un día al mes de febrero, que pasa a tener 29 días en lugar de los 28 habituales. La historia de ese ajuste cuatrienal se remonta a la antigua Roma, cuando la gente organizaba su vida alrededor de un año de 355 días porque aquel calendario romano ancestral se basaba en los ciclos y fases de la Luna.

Como es sabido, la Luna tarda el mismo tiempo en dar una vuelta sobre sí misma (por eso mantiene siempre una cara oculta) que en cumplir una fase completa, es decir, los 27 días, 7 horas y 43 minutos que se toma para dar una vuelta completa alrededor de la Tierra, la llamada revolución sideral, una medida exacta si se considera el giro respecto al fondo estelar.

Pero como la Tierra gira alrededor del Sol al mismo tiempo, la Luna tarda un poco más en mostrarnos la misma fase. La revolución sinódica, es decir, el intervalo de tiempo que transcurre entre dos fases lunares iguales y visibles desde un mismo punto de la Tierra es de 29 días, 12 horas y 44 minutos. A este período se le llama mes sinódico, que, multiplicado por doce meses, da un año lunar de 354,3672 días.

Los romanos se dieron cuenta de que su calendario ancestral no estaba sincronizado con las estaciones. Para ponerse al día con los días faltantes y alinear el calendario romano original de 355 días con los 365 del año solar, cada dos años decidieron insertar en el almanaque un mes adicional al que llamaron Insertoris o Mercedonius.

Como el ajuste no acababa de funcionar, en el año 45 a. C. el emperador Julio César impuso un calendario solar inspirado, por no decir plagiado, en otro desarrollado en Egipto. Cada cuatro años, febrero recibía un día adicional para mantener el calendario alineado con el viaje de la Tierra alrededor del Sol. En honor a Julio César, ese calendario todavía se conoce como juliano.

Guía esquemática del cielo nocturno. Los antiguos egipcios eran astrónomos concienzudos. Esta sección del techo de la tumba de Senenmut, un funcionario de la corte suprema de Egipto, se dibujó alrededor de 1479-1458 a. C. Muestra constelaciones, dioses protectores y 24 ruedas segmentadas para las horas del día y los meses del año. Foto: NebMaatRa/Wikimedia , CC BY.

Pero ese no fue el último cambio. Con el paso del tiempo, los astrónomos fueron afinando y se percataron de que el viaje de la Tierra no duraba exactamente 365,25 días: en realidad, duraba 365,24219 días, que son aproximadamente once minutos menos. Por tanto, agregar un día entero cada cuatro años era en realidad una corrección un poco mayor que la estrictamente necesaria.

Así siguieron las cosas hasta que los desfases acumulados por el calendario juliano durante más de quince siglos provocaron tal desajuste en el inicio de la Pascua de Resurrección, la “Pasche celebratione”, la principal celebración cristiana, que se hizo necesario corregirlo para ajustarse al dogma católico y establecer el año litúrgico.

Con tal motivo, el papa Gregorio XIII convocó la Comisión del Calendario que debía proponer uno exacto y con vocación de constituirse en universal. La cincuentena de sesudos astrónomos acabó por redactar un Compendium correctionis calendarita pasche celebratione, una corrección inspirada en las Tablas alfonsíes, redactadas en el siglo XIII por iniciativa del monarca Alfonso X de Castilla, a su vez casi calcadas de las Tablas toledanas elaboradas por astrónomos árabes dos siglos antes. En el Compendium, al que muy bien se hubiera podido llamar refrito, el año solar aparecía con un valor de 365 días, 5 horas, 49 minutos y 16 segundos.

Esa medición, ampliamente difundida en Europa durante el siglo XVI, fue aceptada en 1580 como correcta por la Comisión del Calendario. Finalmente, los cambios para el nuevo almanaque quedaron recogidos en la bula Inter Gravissimas promulgada por Gregorio XIII en febrero de 1582, aunque su aplicación se pospuso prudentemente a octubre de ese año. Ese calendario es el actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo, incluida China, a pesar de que los chinos sigan usando su milenario calendario tradicional con fines exclusivamente festivos.

Retrato de Gregorio XIII por Bartolomeo Passerotti c. 1536. Fuente

Por no dar una puntada sin hilo, en la bula papal se hizo un pequeño ajuste. Seguiría habiendo un año bisiesto cada cuatro años, excepto en los años “siglo” (años divisibles por 100, como 1700 o 2100) a menos que también fueran divisibles por 400. Puede sonar un poco enigmático, pero este ajuste hizo que el calendario fuera aún más preciso y, a partir de ese momento, se conoció como calendario gregoriano.

Otros calendarios de todo el mundo tienen sus propias formas de contabilizar el tiempo. El calendario hebreo, que está regulado tanto por la Luna como por el Sol, es un gran rompecabezas con un ciclo de 19 años. De vez en cuando, agrega un mes bisiesto para garantizar que las celebraciones especiales se realicen en el momento adecuado a las normas de la Torá.

El calendario islámico es aún más peculiar. Sigue las fases de la Luna y no añade días extra. Dado que un año lunar tiene sólo unos 355 días de duración, las fechas clave del calendario islámico se adelantan entre 10 y 11 días cada año sobre el calendario solar. Por ejemplo, el Ramadán, el mes islámico de ayuno, cae en el noveno mes del calendario islámico. En 2024, tendrá lugar del 11 de marzo al 9 de abril, por lo que coincidirá en parte con la Semana Santa; en 2025, del 1 al 29 de marzo; y en 2026 se celebrará del 18 de febrero al 19 de marzo. En 2011, cayó en pleno mes de agosto, por lo que a las exigencias del ayuno se unieron las penalidades del calor.

La Astronomía nació como una forma de darle sentido a nuestra vida diaria, vinculando los acontecimientos que nos rodean con los fenómenos celestes. El concepto de años bisiestos es un ejemplo de cómo, desde muy antiguo, los humanos pusieron orden en condiciones que parecían caóticas.

El trabajo de los astrónomos es apasionante y también extremadamente humillante: muestra constantemente que, en el gran esquema del tiempo universal, nuestras vidas ocupan apenas un segundo en la vasta extensión del espacio y el tiempo incluso en los años bisiestos, cuando añadimos un día más.

Unas herramientas simples, poco sofisticadas pero efectivas, nacidas de ideas creativas de los antiguos astrónomos, proporcionaron los primeros indicios para comprender la naturaleza que nos rodea. Algunos sistemas antiguos persisten hoy en día, revelando la esencia eterna de nuestra búsqueda por comprender la naturaleza, una búsqueda secular que, desgraciadamente, está llevando a su extinción

Y es que cuando el hombre, olvidando el sello indeleble de su ínfimo origen, pasó de vivir en la naturaleza a vivir de la naturaleza, inició la historia interminable de su propia condena como especie. 

lunes, 19 de febrero de 2024

Arroz con carne

 

Cuenco de arroz con carne.Los granos de arroz con células animales integradas pueden ser un atajo hacia un sistema alimentario sostenible.Foto cortesía de la Universidad Yonsei


Solo un puñado de científicos investigaba hace unos años el potencial de la carne hecha en laboratorio. La primera hamburguesa de carne cultivada del mundo, que según los informes costó alrededor de un cuarto de millón de euros, fue hecha por Mark Post, de la Universidad de Maastricht, que se la zampó en una conferencia de prensa en 2013. Sigue vivo.

Los investigadores están seguros de que si logran que las células musculares cultivadas crezcan, la carne  carne cultivada en laboratorio se podrá incluir en el menú. Estos productos están ahora mucho más cerca del mercado: más de 150 empresas de todo el mundo están trabajando en carne cultivada (desde carne picada hasta filetes, pollo, cerdo y pescado), leche o productos relacionados con la "agricultura" celular.

Las autoridades estadounidenses de seguridad alimentaria aprobaron en junio de 2023 la comercialización de la carne cultivada en laboratorio, convirtiendo al país en el segundo en el mundo (después de Singapur) en autorizar el consumo humano de este alimento semiartificial. Se espera que al menos un producto esté disponible en un restaurante estadounidense este año, incluso si inicialmente se haya vendido con pérdidas. Se están construyendo plantas de producción y la inversión ha alcanzado los 2.780 millones de dólares, según un informe de esta industria innovadora.

A medida que aumenta la actividad comercial, los biotecnólogos se afanan en la mejora del cultivo celular y en perfeccionar otras fases del proceso. Tampoco cesan los esfuerzos de sus defensores, que dicen que la carne cultivada reducirá los impactos negativos del insaciable apetito que la humanidad siente por la carne y mitigará los efectos perversos que la ganadería intensiva, en especial la vacuna y la porcina, provoca en el equilibrio ecológico de la Tierra y en el agravamiento del cambio climático, porque no hay que olvidar que la ganadería utiliza grandes cantidades de suelo y representamás del 14% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Cada año mueren en el mundo 80.000 millones de animales para darnos de comer  y un informe conjunto de las Naciones Unidas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico predice que, gracias al creciente aumento del nivel de vida, en 2031 la demanda mundial de carne habrá aumentado en un 15%

Así las cosas, uno de los desafíos más importantes a las que se enfrenta el futuro de la humanidad es encontrar fuentes alternativas de proteínas o hacer que la producción ganadera convencional sea más eficiente. Esa necesidad ha estimulado en los últimos años muchos proyectos de carne cultivada, que van desde filetes de salmón hasta productos similares a la carne picada. Hasta el año pasado, sólo Estados Unidos y Singapur habían aprobado la venta de carne cultivada en laboratorio.

El último proyecto de esta tendencia imparable acaba de presentarse: un grupo de investigadores surcoreanos acaba de publicar los resultados de una investigación en la que el arroz se ha utilizado como medio de cultivo para el crecimiento de células musculares y grasas de carne de bovino, lo que ha resultado en una combinación comestible de arroz y carne con un sorprendente sabor a nuez (dicen quienes la han catado), que se puede cocinar de la misma manera que el arroz normal.

Los investigadores han utilizado métodos de fabricación similares a los de otros productos cárnicos obtenidos cultivando células animales en laboratorio. Usar arroz como base de cultivo supone añadirle valor nutritivo al cereal, porque el arroz con carne tiene un contenido de grasas y proteínas ligeramente mayor que el arroz normal.

Los granos de arroz, sembrados con células bovinas  colocados en el medio de crecimiento. Cortesía de la Universidad Yonvei


Es más que probable que los consumidores habituales prefieran los sabrosos platos tradicionales elaborados con arroz (sí, esos en los que estás pensando), pero los investigadores surcoreanos esperan que su arroz con carne se incorpore a la dieta de colectivos con difícil acceso a la carne, para alimentar a las tropas y para reducir el impacto ambiental de la cría de ganado para carne.

El equipo de investigadores surcoreanos intentó cultivar células de carne bovina directamente en las oquedades porosas de un grano de arroz, pero las células no se adaptaron bien a la textura superficial del grano. En cambio, barnizarel arroz con una capa de gelatina de pescado y transglutaminasa microbiana, un aditivo alimentario ampliamente utilizado, mejoraba la unión y el crecimiento de las células. Después de empapar los granos de arroz crudos con la mezcla de gelatina y aditivos, el equipo sembró en ellos células musculares (miocitos) y grasas (adipocitos) de carne y de bovino.



Luego, las células permanecieron en el medio de cultivo durante aproximadamente una semana y ¡voilá!: después del período de cultivo, el arroz cárnico respondió al hervido con vapor como lo haría otro arroz cualquiera

El contenido nutricional es diferente, pero muy poco. Una ración de 100 gramos de arroz cárnico contiene 0,01 gramos más de grasa y 0,31 gramos más de proteína, una mejora del 7% y el 9% respectivamente en comparación con un arroz convencional. Según el estudio, es esencialmente lo mismo que comer 100 gramos de arroz con un gramo de carne, lo que se debe a que el contenido de células de carne es bajo porque tan solo forman un barniz sobre el arroz.

Los investigadores sostienen que el contenido nutricional podría mejorarse aumentando el número de células bovinas en los granos de arroz. Es posible que se logre, pero hay un problema en la respuesta de las células animales: aunque las células musculares crecen con relativa facilidad, las células grasas no crecen tan bien como aquellas.

Lo que si cuadra perfectamente son los costes. Cualquier producto que aspire a venderse bien debe mantener un precio asequible, sobre todo si se pretende destinarlo a colectivos de ingresos bajos. El equipo estima que un kilo de su arroz tal como se elabora ahora costaría unos 2,07 euros, un precio muy interesante si se compara con el arroz convencional (algo menos de dos euros) y mucho menos que la carne picada de bovino, que ronda los diez euros el kilo siendo optimista. 

Si la producción puede ampliarse y mantenerse asequible, el arroz híbrido podría ser una fuente de nutrición más barata y eficaz que las hamburguesas y los filetes de carne cultivada en laboratorio. Por el momento, el arroz cárnico abre un camino más en la búsqueda de alimentos alternativos, una senda en la que los alimentos híbridos formados a partir de la combinación de ingredientes vegetales y animales tienen un enorme potencial para convertirse en alimentos razonables en el futuro. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.