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martes, 11 de julio de 2017

Luchas biológicas: efectos de las carpas asiáticas en la avifauna ibérica amenazada

Macho de malvasía cabeciblanca. Foto.
Investigadores de la Universidad de Barcelona y de la Estación de Doñana (CSIC) han publicado en el último número de Biological Conservation (junio de 2017) un interesante artículo en el que ponen de manifiesto los profundos y perjudiciales cambios en los ecosistemas que provoca la introducción de algunas especies invasoras.
Los lagos mediterráneos poco profundos albergan una alta biodiversidad pero sufren muchas amenazas antropogénicas, incluyendo la introducción de peces alóctonos, los cuales, faltos de competencia y de depredadores, se transforman en invasores que alteran profundamente el equilibrio ecológico y degradan el ecosistema acuático. En ese trabajo se estudió el impacto de la introducción de la carpa común de origen asiático (Cyprinus carpio) en los lagos de Medina (Cádiz) y Zoñar (Córdoba). Ambos lagos están protegidos de acuerdo con el Convenio Ramsar debido a su importancia para las aves acuáticas, en particular para la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), considerada en peligro de extinción por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), y para el porrón ​​común o europeo (Aythya ferina) considerado vulnerable por la misma organización.
Carpa común o asiática. Foto.
La introducción accidental de la carpa en el lago de Medina en dos momentos diferentes (2003 y 2011) separados temporalmente por un período de erradicación total de la misma, proporcionó una oportunidad única para estudiar los impactos en la comunidad de aves acuáticas (censaron un máximo de 69 especies) y en la cobertura de macrófitas sumergidas (en las que dominaban dos especies de angiospermas, Potamogeton pectinatus y Zannichellia palustris, y algas del género Chara) que se analizó mediante imágenes del satélite Landsat LTSM tomadas en mismo período. Una comparación de la abundancia de aves acuáticas antes y después de la erradicación de la carpa en el lago Zoñar (más pequeño que el Medina) apoyó los resultados del lago Medina.
Variación simultánea en la abundancia de fochas (líneas rojas) y de macrófitos sumergidos (líneas azules) en el lago Medina  mostrando dos períodos (2004-2007 y 2011-2013) con invasión de carpas. El año 2003 no está representado porque se desconoce el mes de la invasión. El recuadro superior muestra los cambios en la población de la focha Fulica atra antes (2001-2006) y después (2001-2009) de la erradicación de la carpa en el lago Zoñar. Fuente.
La presencia de la carpa, un pez de hábitos omnívoros, trajo siempre consigo la radical disminución de las poblaciones de invertebrados acuáticos, la destrucción de los lechos de macrófitas y, como consecuencia, un cambio radical en la comunidad de aves acuáticas. El número de individuos y la diversidad de especies de patos buceadores se redujeron significativamente por la actividad de la carpa, mientras que el efecto contrario se observó para piscívoros como las garzas grises (Ardea cinerea). Los impactos negativos sobre los buceadores como la malvasía cabeciblanca, el porrón común, el pato colorado (Netta rufina) y las fochas herbívoras (Fulica spp.) fueron particularmente notables. También se registró un efecto negativo significativo en los flamencos (Phoenicopterus roseus), los zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis), los zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis) y el ánade friso (Anas strepera).
Los graves impactos de la invasión de la carpa en la cubierta de macrófitas y en la abundancia de fochas, patos de buceo amenazados a nivel mundial y otras aves acuáticas se explican por varios mecanismos que no son mutuamente excluyentes. Como resultado de su actividad alimentaria, la carpa reduce la abundancia de macroinvertebrados a los que depreda directamente, al tiempo que disminuye la cobertura de macrófitos por consumo directo, desarraigo y por el aumento de la turbidez que dificulta la actividad fotosintética de las praderas acuáticas. Es probable que la pérdida de macrófitas cause el efecto negativo observado en las fochas, que son herbívoras, y en el porrón común, que es omnívoro.
El mayor impacto sobre los patos buceadores guarda relación con la competencia por los invertebrados bentónicos (particularmente larvas de dípteros quironómidos) de los cuales se alimentan tanto aquellos como la carpa. Finalmente, las reducciones generales en la abundancia de aves acuáticas se deben en parte al aumento de la turbidez que impide o limita la visión de patos y zampullines buceadores, lo que limita su capacidad de caza.
Fluctuaciones de la abundancia de Netta rufina, Anas strepera, Tachybaptus ruficollis, Phoenicopterus roseus y Podiceps nigricollis (desde arriba a la izquierda a debajo a la derecha) mostrando los efectos de dos períodos (2004-2007 y 2011-2013) de invasión de la carpa en el lago Medina. El año 2003 no está representado porque se desconoce el mes de la invasión. Fuente.
Entre las anátidas no buceadoras, las alteraciones en el medio acuático tienen mayor probabilidad de afectar a los ánades frisos que se alimentan de vegetación sumergida cerca de la superficie del agua, lo que explica el efecto negativo de las carpas y el descenso poblacional de esos ánades. No hay cambios significativos en la abundancia de los ánades reales (Anas platyrhynchos), porque estos animales explotan a menudo los hábitats terrestres, ni tampoco en las poblaciones de pato cuchara (Anas clypeata) que se alimentan de zooplancton. Aunque la comunidad zooplanctónica del lago Medina cambió radicalmente después de la invasión de la carpa, el pato cuchara es capaz de alimentarse con los copépodos más pequeños que dominan el zooplancton cuando hay carpas. La disminución observada en la abundancia de otros invertívoros como flamencos y zampullines cuellinegros no resulta sorprendente porque dependen de invertebrados más grandes como las larvas de quironómidos y de otros insectos.
La actual expansión de los ciprínidos alóctonos en la región Mediterránea constituye una amenaza importante para las aves acuáticas y en particular para los taxones sedentarios amenazados como la malvasía cabeciblanca y la focha moruna (Fulica cristata). De los 22 sitios ibéricos con malvasías cabeciblancas identificados en un Plan de Acción europeo, al menos 14 han sufrido desde entonces invasiones de carpas.
Es urgente desarrollar más métodos de control de las poblaciones de carpas para apoyar la conservación de las aves acuáticas en la región Mediterránea. Conviene también resaltar que la eliminación de las carpas realizada por el Gobierno andaluz en 2006 se hizo a base de un fitosanitario de efectos piscicidas, la rotenona, cuyos efectos tóxicos (1, 2) sobre invertebrados han motivado su prohibición en medios acuáticos a partir de 2008. Las alternativas son la pesca reiterada y el uso de barreras físicas que han demostrado ser métodos efectivos (3, 4). © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.