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domingo, 10 de septiembre de 2017

Imitando a los pulgones

Espigas de Paspalum mostrando los estambres negruzcos en su ápice. Foto.
Si nos dan a elegir, la mayoría de nosotros preferiría evitar una ensalada plagada de insectos o una manzana repleta de gusanos. Pues parece que eso mismo hacen también muchos herbívoros cuando se tropiezan con plantas infestadas de insectos. Puede que algunas plantas se estén aprovechando de eso. En respuesta a la fuerte presión herbívora, algunas especies han desarrollado un curioso mimetismo: imitan a los insectos. Este es el caso de una gramínea, Paspalum paspaloides, relativamente frecuente en los bordes de ríos con aguas calmas y algo eutrofizadas, cuyos estambres imitan a los áfidos o pulgones.
Cuando florecen se puede observar algo muy interesante. Todas las flores parecen estar cubiertas de áfidos. Cuando uno las observa de cerca, la mayoría de las veces no hay infestación alguna. Los racimos de manchas oscuras que se balancean con la brisa son simplemente las anteras oscuras de la inflorescencia.
Áfidos sobre un tallo de Paspalum. Foto
Esa observación plantea una pregunta: ¿qué beneficio obtiene la planta imitando a los áfidos? Se han propuesto dos hipótesis para explicar este fenómeno. La primera es la defensa contra la herbivoría. Como dije antes, los herbívoros evitan a menudo el material vegetal que ha sido infestado con insectos. Aparte de cualquier problema potencial de palatabilidad, las grandes poblaciones de insectos pueden significar una disminución en el valor nutricional de una fuente de alimento potencial. ¿Por qué perder tiempo comiendo algo que ya se está zampando otro? La evidencia en apoyo de esta hipótesis se basa en que se ha demostrado que una amplia variedad de herbívoros, tanto mamíferos como insectos, evitan las hierbas infestadas de áfidos.
La segunda hipótesis es la de evitar futuras infestaciones. Los áfidos son organismos clonales con generaciones sucesivas que se repiten rápidamente. En muy poco tiempo, unos cuantos áfidos se convierten en muchos, y muchos en plagas. Parece ser que los áfidos que buscan una nueva planta para colonizar evitan las plantas que ya soportan poblaciones de áfidos. Por lo tanto, es posible que los estambres de las plantas imiten a falsos pulgones para mantener alejados a los auténticos.
En ambos casos se trata de meras hipótesis que están esperando que algún biólogo observador aporte pruebas hasta elevarlas al nivel de teoría. ¡La idea está ya madura! ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.