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lunes, 9 de octubre de 2023

La misteriosa Área 51 y un puticlub en medio del Mohave



Todo lo que ocurre en Área 51 es Información Clasificada como Alto Secreto. El secretismo que rodea a esta base militar, cuya existencia no fue reconocida por el Gobierno hasta 1995, ha llegado a convertirse en el tema principal de las teorías de conspiración y del fenómeno OVNI. Además de los carteles militares que prohíben el paso, lo más llamativo que encontré cuando me acerqué por allí en 2013 fueron los restos de un avión estrellado y un cartel que dirigía hacia las instalaciones de un antiguo puticlub.

Desde la década de los 60 del siglo pasado, una pequeña porción de desierto, el Área 51 se convirtió en una zona sospechosa en la que, según se rumoreaba, el Ejército y la CIA ocultaban un centro secreto en el que se ocultaban pruebas relacionadas con la existencia de extraterrestres. Hoy, despejadas las dudas salvo para conspiranoicos irredentos, los frikis, curiosos y turistas despistados que se acerquen por allí encontrarán los restos de un avión y las ruinas de un burdel.



La carretera 95, que une Reno con Las Vegas, transcurre por el desierto de Amargosa, una de las áreas más desoladas del Mohave. Al noreste de Las Vegas, la carretera transcurre en paralelo a la frontera con California, a tiro de piedra del Valle de la Muerte destino de miles de turistas. Durante más de medio siglo, a 160 kilómetros al noroeste de Las Vegas, la capital hortera de Estados Unidos, una zona remota del desierto de Amargosa, el Área 51, ha sido con diferencia la fuente de mayor especulación sobre la existencia de extraterrestres en la cultura popular estadounidense.

La base conocida popularmente como Área 51, marcada en el mapa con una flecha roja, se encuentra en un área remota del sur de Nevada, aproximadamente a 161 km de Las Vegas. Está dentro de un área protegida por el gobierno federal del Campo de Pruebas y Entrenamiento de Nevada de la Fuerza Aérea, incluida en Campo de Tiro de la Fuerza Aérea de Nellis. DEMIS BV vía Wikimedia Commons, CC BY-SA.


La base ha servido de argumento de no pocas series de televisión, entre ellas Los Simpson y Star Trek, de unas cuantas películas como Independence Day o Indiana Jones, de media docena de novelas superventas y ha servido de escenario de un sinfín de videojuegos que siguieron al pionero Area 51 de 1995. La canción Hangar 18 del grupo Megadeth habla sobre el Hangar 18 del Área 51, donde supuestamente están custodiados los restos del platillo volante del caso Roswell.



Todas las teorías sobre los ovnis se vinieron abajo cuando en 2013 el Área 51 dejó de ser una instalación militar secreta altamente clasificada. Esta información salió a la luz como parte de un conjunto más amplio de documentos publicados gracias a una solicitud presentadas al amparo de la Ley de Libertad de Información, una petición que ciudadanos y grupos pueden hacer para solicitar al Gobierno que proporcione detalles sobre sus actividades. En este caso, la solicitud hizo pública información de la CIA previamente clasificada sobre el desarrollo histórico y las pruebas del avión espía U-2. La información decía que el campo de pruebas del avión era el Área 51.

La historia

En los primeros años de la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética buscaban nuevos desarrollos tecnológicos que pudieran otorgarles un poder superior al de su rival. Una gran cantidad de información científica, tanto militar relativa a misiles o armamentos, pero también sobre mejora del rendimiento de cultivos y de eficiencia combustible, se mantuvo en secreto como cuestiones de seguridad nacional.

Una parte clave de no librar otra guerra mundial fue, y sigue siendo, desarrollar tecnologías para ver lo que está haciendo el otro, es decir, tecnologías de vigilancia que puedan espiar al enemigo. La información recopilada por las nuevas y mejoradas tecnologías de vigilancia sobre las innovaciones en materia de aviones y armas son claves para los gobiernos, lo que significa que tanto la información de vigilancia como la tecnología para obtenerla eran secretos de seguridad nacional muy bien guardados.

Desde la década de 1940 hasta el final de la Guerra Fría en 1991, eran muy pocas las personas de los gobiernos estadounidense y soviético tenían acceso a esa información secreta. Quienes tenían acceso a la información clasificada poseían unas credenciales que, como le ocurrió a Oppenheimer, podían ser retiradas a la menor sospecha.

Un avión a reacción monoplaza sin marcas vuela por encima de las nubes.  El avión espía U-2 fue el primero de muchos secretos guardados en el Área 51. Imagen de la Fuerza Aérea de EE. UU.

Un elemento central de todo el sistema de vigilancia fue el avión espía U-2 de Estados Unidos. Podía volar más alto que otros aviones y estaba hecho para viajar sobre objetivos de todo el mundo para tomar fotografías y mediciones de alta resolución. El Área 51 fue seleccionada en 1955 para probar el U-2 entre otras razones porque su situación remota podría ayudar a mantener el secreto.

El Área 51 se convirtió en el sitio de pruebas para otros nuevos aviones secretos. Esto incluía el A-12, que, al igual que el U-2, era un avión de reconocimiento de vuelo rápido. El A-12 fue probado por primera vez en 1962. Tenía un centro abultado en forma de disco para transportar combustible adicional. Su forma y su brillante cuerpo de titanio fueron los responsables de las declaraciones de quienes decían haber visto naves con forma de disco, popularmente conocidas como platillos volantes. 

Otro avión de forma extraña probado por primera vez en el Área 51 fue el caza furtivo conocido como F-117. Voló por primera vez en 1981. Imagen de la Fuerza Aérea de EE. UU.

A medida que los vuelos de U-2 y A-12 aumentaron en las décadas de 1950 y 1960, también lo hicieron los avistamientos locales de ovnis. Conforme los globos de observación y los aviones se estrellaban, mientras continuaban las pruebas secretas de nuevas tecnologías, también lo hacían los informes de accidentes y aterrizajes de ovnis. De hecho, muchos avistamientos de ovnis coinciden casi exactamente con las fechas y horas de los vuelos de aviones experimentales clasificados en aquel tiempo. También se sabe que en el Área 51 se han ensayado y se están ensayando prototipos de drones y versiones más recientes de aeronaves.

Una década después de que el gobierno reconociera su existencia, el Área 51 sigue estando fuera del radio del tráfico aéreo civil y militar regular. Los 68 años de secretismo gubernamental han ayudado a amplificar las sospechas, las especulaciones y las teorías conspirativas. Estas teorías de conspiración incluyen naves espaciales alienígenas estrelladas, extraterrestres con los que se experimenta e incluso extraterrestres que trabajan en el Área 51.

Un burdel en el desierto

Dado que Nevada es un estado en el que el juego y la prostitución están legalizados, el personal monta casinos y burdeles (brothels) en los lugares más insospechados. Es verdad que el Angel's Ladies estaba en medio de la nada, pero era fácil de encontrar por el inconfundible rótulo de colores brillantes que en tiempos anunciaba masajes y aparcamiento gratis para camiones abierto veinticuatro horas.



Junto a la valla publicitaria del burdel queda un bimotor que ha conocido días mejores. Desde que se colocó allí como reclamo en 1978, después de estrellarse durante un truco promocional del propio burdel, el avión está blanqueado por el sol y con pruebas evidentes de que los vándalos han hecho cumplidamente de las suyas.

En la que en su momento debió parecer una buena idea publicitaria, los propietarios promovieron un interesante desafío con un premio muy travieso. Colocaron un colchón en el centro de una gran estrella pintada en medio del desierto; acompañados por algunas señoritas ligeras de ropa prestas a caldear el ambiente, los intrépidos interesados debían tirarse en paracaídas desde un avión (el avión corría por cuenta de la casa) y, si lograban aterrizar en el colchón, serían los afortunados ganadores de una noche en buena compañía.

Como era de esperar, las cosas salieron terriblemente mal. En pocas palabras, las mujeres con poca ropa, más el piloto distraído e inexperto y los fuertes vientos cruzados hicieron que el avión cayera en picado contra el suelo. Afortunadamente, nadie resultó herido en el accidente, y los astutos propietarios decidieron que ya tenían atractivo suficiente para atraer a los viajeros necesitados de afecto, así que decidieron dejar allí el maltrecho aparato.

Después de funcionar como burdel durante más de un siglo, su último propietario Mack Moore consideró que a sus 85 años ya no estaba para seguir alcahueteando, así que en agosto de 2014 se jubiló y cerró la empresa.

El sitio ya no es un burdel, pero hay gente que vive allí, así que trate de no molestarlos. Están armados. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.