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sábado, 12 de agosto de 2023

Una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía

 



«Una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía» es un refrán equivalente al adagio de origen galés «An apple a day keeps the doctor away». Ambos se refieren a la creencia tradicional de que el consumo de manzanas es beneficioso para la salud.

Sobre las manzanas y su derivado líquido, la sidra, he escrito en este mismo blog (1, 2, 3). En este artículo me ocuparé del refrán e intentaré dar respuesta a esta pregunta: ¿es verdad que las manzanas son tan saludables que sus consumidores habituales se olvidad del médico?

Comenzaré por decir que las manzanas ni son ricas en vitamina A, ni son buenas para la vista como las zanahorias. Tampoco son una gran fuente de vitamina C y, por lo tanto, no sirven para tratar los resfriados como las naranjas. Sin embargo, contienen varias sustancias bioactivas, unos compuestos químicos naturales que se producen en pequeñas cantidades en los alimentos, ejercen efectos biológicos positivos en el organismo y no se consideran nutrientes como las vitaminas.



Los compuestos bioactivos se encuentran en pequeñas cantidades en los alimentos. Entre los ejemplos más conocidos de origen animal se cuentan los ácidos grasos omega-3 del pescado, el ácido linoleico conjugado de la carne y de los lácteos, y la luteína de la yema de huevo. Sin embargo, estos compuestos bioactivos son más frecuentes en los alimentos de origen vegetal en forma de fitoquímicos. Debido a que las manzanas contienen muchas sustancias bioactivas que favorecen un estado saludable, se consideran un alimento "funcional".

Alimentos funcionales

Son alimentos funcionales aquellos que no solo poseen características nutricionales, sino que también cumplen la función específica de mejorar la salud o reducir el riesgo de contraer enfermedades. Vean un resumen en el siguiente video.

Los alimentos funcionales no son lo mismo que los superalimentos. "Superalimento" es una palabra de moda que los publicistas utilizan para promover las ventas de alimentos como la col rizada, las espinacas y los arándanos. Etiquetarlos como "súper" atrae al público y aumenta las ventas. Los anuncios de superalimentos aseguran que comerlos mejorará algún aspecto de la salud del consumidor. El problema es que la mayoría de esas afirmaciones no se basan en investigaciones científicas como las establecidas como criterio para calificarlos como alimentos funcionales.




Además de los nutrientes que nuestros cuerpos necesitan para el crecimiento y el desarrollo, los alimentos funcionales contienen una variedad de sustancias bioactivas, cada una de las cuales realiza una función en el cuerpo. Las sustancias bioactivas se pueden encontrar naturalmente en los alimentos o agregarse durante el proceso de elaboración industrial.

La lista de componentes bioactivos en los alimentos crece constantemente a medida que se investiga. Aunque los componentes en sí no son nuevos, la investigación basada en las pruebas que confirman sus beneficios para la salud sí es muy reciente.

Los carotenos son los ejemplos más fácilmente reconocibles de sustancias bioactivas. Son un grupo de 850 pigmentos diferentes que dan color a las frutas y verduras amarillas, naranjas y rojas. Los carotenoides funcionan principalmente como antioxidantes, lo que significa que mejoran la salud al ayudar a prevenir daños en las células. Varias investigaciones sugieren que los carotenoides y otros tipos de sustancias bioactivas pueden ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer y mejorar la salud cardiaca.

Es importante tener en cuenta que las frutas y verduras ricas en carotenoides se asocian con riesgos reducidos de enfermedades cardiovasculares y de contraer algunos tipos de cáncer, pero que los carotenoides añadidos como suplementos en algunos alimentos son menos beneficiosos.

Los componentes bioactivos en las manzanas

Las fibras dietéticas naturales de una manzana son uno de los componentes bioactivos que permiten considerarlas un alimento funcional. La pectina es la principal fibra que se encuentra principalmente en la pulpa de la manzana. La pectina reduce la cantidad de azúcar y grasa que se absorbe en el cuerpo, lo que ayuda a reducir el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiacas. Además, las pieles de las manzanas también contienen fibras que actúan como laxantes.

Las manzanas contienen también altas cantidades de polifenoles que juegan un papel vital en la mejora de la salud y en la reducción de enfermedades crónicas. Se han identificado más de 8.000 polifenoles en diversos alimentos vegetales. Debido a que se encuentran principalmente en la piel, las manzanas enteras consumidas con piel son mejores fuentes de polifenoles que la manzana pelada, el jugo o la compota.

Las antocianinas son una subclase de los polifenoles que le confieren a la piel de la manzana gran parte de su color rojo. Las dietas ricas en antocianinas ayudan a mejorar la salud del corazón y están siendo investigadas en el tratamiento del Alzheimer.

Otro de los polifenoles primarios de las manzanas es la florizina. Desde hace más de un siglo los investigadores han estudiado su papel para ayudar a controlar la glucosa en sangre. Estudios recientes confirman que desempeña un papel importante en la regulación de los niveles de glucosa al disminuir la cantidad de glucosa absorbida del intestino delgado y aumentar la excreción de los riñones.

Si las manzanas son alimentos funcionales que favorecen la salud, ¿ayudan de verdad a mantener alejado al médico?

Los investigadores han tratado de resolver la cuestión. Un estudio analizó los patrones de consumo de manzanas y el número de visitas al médico entre más de 8 000 adultos estadounidenses. De ellos, alrededor del 9% comía una manzana al día. Una vez ajustados por factores demográficos y relacionados con la salud, los investigadores encontraron que los consumidores diarios de manzanas usaban menos medicamentos recetados que los que no comían manzanas. Pero el número de visitas al médico fue aproximadamente el mismo entre los dos grupos.

Si una manzana al día no es suficiente para que estemos más saludables, ¿habría que comer dos o tres? Un grupo de investigadores europeos descubrió que comer dos manzanas al día mejoró la salud cardíaca de cuarenta adultos. Otro estudio concluyó que comer tres manzanas al día mejoraba la pérdida de peso y los niveles de glucosa en sangre en mujeres con sobrepeso.

En conclusión, aunque comerse una manzana al día no reducirá necesariamente los medicamentos recetados o las visitas al médico, sí es un excelente paso en la buena dirección de comer alimentos más saludables y llenos de fibra. Así que la próxima vez que estés en la frutería, coge algunas manzanas e intenta comer al menos una al día. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.