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jueves, 3 de agosto de 2023

Cuáles son los mejores (y los peores) repelentes antimosquitos

 


Impulsados por su increíble capacidad de desplazamiento, los mosquitos han hecho su habitual aparición veraniega sin necesidad de “operaciones retorno”. Más allá de las molestias que producen, también pueden representar un riesgo grave y, a veces, mortal para la salud en determinadas zonas del planeta en las que su picadura puede transmitir patógenos dañinos que causan enfermedades peligrosas como la malaria, el dengue, el Zika y el virus del Nilo Occidental.

Los mosquitos causan cada año enfermedades a aproximadamente cien millones de personas y sus picaduras han condicionado la historia de la humanidad.

Algunas de las enfermedades vectorizadas por los mosquitos han tenido una importancia notable que se remonta a la Roma antigua y alcanzaron un protagonismo histórico en la defensa de plazas militares asediadas o en desastres colonizadores que terminaron por acabar con la independencia de algún país pese a algunos remedios como la quinina, el gintonic o las cloroquinas que han intentado remediar sus fatales consecuencias.

Evitar las picaduras de mosquitos

Hay aproximadamente 3.500 especies de mosquitos en todo el mundo. La inmensa mayoría son generalistas que pican a cualquier vertebrado que encuentran a su paso. Mientras que los machos se alimentan de plantas, las hembras pican para obtener de la sangre de los vertebrados los nutrientes que necesitan para vivir. Una buena porción de esos nutrientes la dedican a elaborar sus huevos. Una sola ingesta de sangre humana sirve para elaborar un centenar de huevos, en cuyo interior madurarán las larvas; transcurrido un tiempo, y tras pasar por un estado de pupa, las larvas eclosionarán y nadarán mediante movimientos oscilatorios en aguas estancadas, de las cuales obtienen sus nutrientes por filtración.



Aunque existen varias maneras para que intentemos evitar las picaduras de los mosquitos, desde usar ropa larga y suelta de determinados colores, limitar el tiempo que pasamos al aire libre, colocar mosquiteras en las ventanas y evitar que el agua se estanque en terrazas y jardines, una de las mejores maneras de protegerse cuando uno se acerca a un lugar en el que acechan los hambrientos mosquitos zumbadores es usar repelentes.

Con toda seguridad el uso de repelentes antimosquitos se remonta en la historia al menos desde que los antiguos egipcios y los romanos dejaron registros gráficos o escritos de su uso

Hoy disponemos de más opciones de las que disponían nuestros antepasados cuando se trata de elegir qué tipo de repelente usar: aerosoles, lociones, barras de unte, velas y vaporizadores, por citar algunos. Esos repelentes interfieren con los sentidos del olfato y del gusto (o de ambos) de los insectos, los que el repelente bloquea o estimula. Los científicos entienden cómo funcionan a nivel molecular ciertos repelentes como el DEET, pero aún desconocemos cómo repelen exactamente la mayoría de ellos.

Larvas de Culex quinquefasciatus. Las larvas de mosquitos se alimentan filtrando los alimentos del agua. Deshacerse del agua estancada puede reducir los hábitats de los mosquitos. Foto de Immo Hansen.

Pruebas de repelentes

Si hay alguien en el mundo conocedor del comportamiento de los mosquitos, ese es Immo A. Hansen, profesor de Biología que trabaja en el Molecular Vector Physiology Laboratory de la Universidad de Nuevo México. Los miembros de su equipo han realizado varios experimentos científicos en laboratorio y campo para averiguar cómo funcionan esos repelentes y cuantificar su eficacia.

El brazo de un investigador cubierto con una manga protectora provista de una ventana que deja  parte de la piel expuesta mientras los mosquitos vuelan alrededor. Foto de Keyla R. Salas.

Algunas pruebas (varias de las cuales se muestran en este video) fueron tan simples como poner el brazo de un voluntario en una jaula con veinticinco mosquitos y esperar la primera picadura. En otras pruebas, como las realizadas con velas o dispositivos aromáticos de citronela, usaron un túnel de viento de baja velocidad y colocaron la vela o el dispositivo entre la persona testigo y una jaula de mosquitos. Según la eficacia del repelente, los mosquitos volaban hacia el testigo o se alejaban. Otro experimento fue un ensayo de elección usando un tubo bifurcado en el que los mosquitos podían elegir volar hacia la mano del testigo o, si eran repelidos, volar hacia el ramal vacío.

Dispositivo para la prueba del tubo bifurcado. Elaboración propia
Repelentes que no funcionan

Las pulseras no funcionan. Se comercializan cientos de diferentes variedades de pulseras y relojes “repelentes de mosquitos”, cuyos materiales pueden variar desde el plástico al cuero. Muchos son simples supercherías, pero incluso aunque algunos estén cargados de repelentes, no pueden proteger todo el cuerpo de las picaduras.

Los dispositivos ultrasónicos no funcionan. Se comercializan como dispositivos eléctricos o accesorios similares a relojes que pretenden emitir un sonido que imita a los ultrasonidos de los murciélagos pretendiendo asustar. Sin embargo, los estudios científicos han demostrado que los dispositivos repelentes ultrasónicos no logran repeler a los mosquitos. De hecho, cuando Hansen y su equipo probaron uno de estos dispositivos, comprobaron un ligero aumento en la atracción de mosquitos hacia el testigo.

Tres tipos de repelentes ineficaces, incluyendo unas cápsulas con suplementos dietéticos
 a base de romero silvestre (Ledum palustre), Salvia, levadura de cerveza y Vitamina B1.

Suplementos dietéticos. Descártelos. Un antiguo mito médico sugiere que tomar vitamina B1, también conocida como tiamina, puede hacer que el cuerpo rechace a los mosquitos. Un "repelente sistémico" que haga que todo el cuerpo no sea atractivo para los insectos suena muy bien. Incluso sabiendo que los repelentes como el DEET son seguros y efectivos, los repelentes orales tendrían la ventaja de que no habría que preocuparse por cubrir cada centímetro de piel expuesta o llevar dispositivos cada vez que se salga al aire libre. Ninguna prueba científica ha demostrado que ni la tiamina ni cualquier otro suplemento dietético protegen de las picaduras.

Los repelentes lumínicos no funcionan. Estos dispositivos con bombillas de distintos colores no atraen a los insectos que, como los mosquitos, vuelan hacia la luz blanca. Funcionan bien con polillas,escarabajos y chinches, pero no con los mosquitos.

Repelentes que funcionan

A pesar de que ningún repelente es eficaz al cien por cien, aquí está la clasificación de los que funcionan colocados de más a menos por orden de eficacia

Insecticidas con DEET (N,N-dietil-meta-toluamida), comercializados en todo el mundo con varias marcas. Desarrollado en 1946 por el ejército estadounidense para proteger a los soldados en zonas infestadas por insectos, el DEET fue registrado comercialmente por primera vez en 1957 y desde entonces se ha revelado como el más eficaz de los insecticidas y acaricidas, porque es eficaz contra moscas, tábanos, ácaros y garrapatas.



A pesar de un nombre que induce a la confusión, el DEET no es lo mismo que el DDT, prohibido en todo el mundo en la década de los 70. El DEET no mata los mosquitos, sino que los repele, porque interfiere con las neuronas y los receptores de las antenas de los mosquitos, que son los órganos encargados de detectar sustancias químicas como el ácido láctico y el dióxido de carbono cuyos olores, transformados en señales por el cerebro, atraen a las hembras picadoras. Los productos que contienen DEET pueden usarse en niños.

Insecticidas con icaridina. La icaridina, también conocida como picaridina es un repelente que muestra una gran eficacia contra diferentes insectos y es casi incoloro e inodoro. La icaridina puede ser tan eficaz como el DEET sin la irritación asociada con este último. A diferencia de lo que ocurre con el DEET, la icaridina no disuelve plásticos y puede proteger hasta seis horas a concentraciones de tan solo el 20%, que es la concentración del producto de la imagen.

El aceite esencial del eucalipto limón u OLE, es una excelente alternativa de origen vegetal al DEET y la picaridina. Los eucaliptos son originarios de Australia. Existen numerosas especies, alrededor de 600 y la gran mayoría producen valiosas esencias. En Australia se han usado tradicionalmente las hojas de eucalipto para repeler insectos, para bajar la fiebre o para tratar heridas.

El aceite esencial de eucalipto limón (llamado así por su aroma refrescante a limpio muy parecido a la citronella, con la que comparte algunas moléculas como el citronelal y el citronelol) se distingue de otros aceites esenciales extraídos de eucaliptos por su peculiar bioquímica. La mayoría de los aceites esenciales disponibles suelen ser más específicos del sistema respiratorio. El aceite esencial de eucalipto limón en cambio es un gran antiinflamatorio con aplicaciones muy polivalentes.

Otros aceites esenciales: algunos funcionan, otros no tanto. El equipo de Hansen aplicó 20 aceites esenciales diferentes en una mezcla al 10% en la piel de los voluntarios. Esto es lo que encontraron (aplicando siempre la concentración indicada):

El aceite de clavo, cuyo ingrediente activo es el eugenol, puede proteger de las picaduras de mosquitos durante más de 90 minutos.

El aceite de canela, con los principios activos cinamaldehído y eugenol, puede proteger de los mosquitos durante más de 60 minutos.

El geraniol de geranios y pelargonios actúa durante unos 60 minutos.

El aceite de citronela funciona, pero no tan bien, porque solo protege de las picaduras durante unos 30 minutos.

Si este verano desea preparar su propio repelente de mosquitos a base de plantas, recuerde que los aceites esenciales son mezclas complejas de productos químicos elaborados por las plantas que pueden causar irritaciones en la piel si se aplican en altas concentraciones.

Del estudio se desprende que es recomendable usar repelentes con el ingrediente activo DEET si uno vive o viaja a regiones tropicales con un alto riesgo de transmisión de enfermedades transmitidas por vectores. Los repelentes a base de plantas funcionarán bien para prevenir las molestas picaduras de mosquitos en áreas de bajo riesgo siempre y cuando se apliquen teniendo en cuenta el escaso tiempo de permanencia eficaz sobre la piel. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.