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viernes, 26 de agosto de 2016

Cambio climático y Revolución Industrial

Hasta ahora,  se asumía que el impacto de las actividades industriales en el clima se manifestó claramente a principios del siglo XX. En un artículo publicado ayer en Nature (536: 411-458), un grupo de científicos encabezado por la investigadora Nerilie Abram de la Universidad Nacional de Australia (ANU) y suscrito por otros 24 climatólogos de Australia, Estados Unidos, Europa y Asia, que forman parte del consorcio Past Global Changes 2000 (PAGES 2K), se han presentado las reconstrucciones de temperatura de la superficie terrestre y de los océanos desde el año 1500.

Los datos aportados indican que el efecto del calentamiento provocado por la era industrial en zonas terrestres y oceánicas tropicales del hemisferio norte comenzó antes de lo que se pensaba, en torno a mediados del siglo XIX. Las pruebas preliminares sugieren que, debido a la menor industrialización de los países situados en el hemisferio sur, los efectos del calentamiento en dicho hemisferio fueron más tardíos.

La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial fue el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Norteamérica, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo, en el que pasó de una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico.

Coalbrookdale de noche, óleo de P.J. de Loutherbourg.
Coalbrookdale se considera una de las cunas de la Revolución Industria
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A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal, que fueron sustituidos por maquinaria para la fabricación industrial y el transporte de mercancías y pasajeros. La introducción de la máquina de vapor de James Watt en las distintas industrias fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción. Más tarde el desarrollo de los barcos y ferrocarriles a vapor así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión interna y la energía eléctrica supusieron un progreso tecnológico sin precedentes. Quemar carbón y madera era la forma más rápida de obtener energía.

Según el estudio de Abram y colaboradores los efectos de la actividad humana sobre el calentamiento global no se desencadenaron en el siglo XX, sino que se dejan notar desde hace casi dos siglos, coincidiendo cronológicamente con lo que opinaba el historiador Eric Hobsbawm, considerado el pensador clave de la historia del siglo pasado, quien sostenía que el comienzo de la revolución industrial debía situarse en la década de 1780, pero que sus efectos no sintieron claramente hasta 1830 o 1840.

La investigación publicada ayer a Nature aclara que debido a que las mediciones climáticas eran poco frecuentes antes de la década de 1900, el cambio climático de origen antropogénico era generalmente visto como un fenómeno del siglo XX. Sin embargo, el equipo estudió reconstrucciones detalladas del clima pasado que abarcan 500 años para identificar cuando comenzó realmente la tendencia sostenida al calentamiento. Los científicos examinaron los registros de las variaciones climáticas naturales a través de océanos y continentes de todo el mundo. Estos registros climáticos aparecen preservados en corales, cuevas, anillos de árboles y núcleos de hielo. 

El equipo de investigación analizó miles de años de simulaciones de modelos climáticos, incluidos los experimentos utilizados para el último informe del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC), para determinar las causas del calentamiento temprano. Los datos y simulaciones identificaron la aparición inicial del calentamiento alrededor de la década de 1830, y encontraron que dicho calentamiento temprano se debe a los crecientes niveles de gases de efecto invernadero. Los investigadores estudiaron la mayoría de las erupciones volcánicas a principios del siglo XIX y se concluyen que sólo constituyeron un factor poco importante en los albores del calentamiento climático.