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miércoles, 24 de abril de 2013

Las cuentas de Rajoy duran menos que las duchas de Cañete


Abandonando por una vez la tele de plasma, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, obligado a dar una rueda de prensa junto al primer ministro de la República Eslovaca, ha anunciado nuevos recortes en el Consejo de Ministros del próximo viernes. Además, ha tenido que reconocer lo que todos los analistas afirmaban desde hace meses: sus previsiones económicas no han aguantado ni un trimestre, y ahora toca reconocer la verdad y ´ennegrecer el panorama´. Además, sus ministros económicos se han sumado a la ceremonia de la confusión. PP en estado puro.

La Unión Europea no ha tragado con las mentiras y maquillajes de las cuentas preparadas por el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. El Banco de España, el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea, el Banco Central Europeo, una pléyade de instituciones financieras y el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, eso sí, para la prensa extranjera, han reconocido que 2013 será otro año perdido. El paro, el déficit y la deuda siguen creciendo imparables. La caída del PIB, estimulada por los recortes del PP, esa “errónea medicina que está matando al paciente” como no se cansan de repetir desde la oposición hasta el FMI, todos salvo  la canciller alemana Angela Merkel, será el triple de la estimada.

Pero nada de eso es achacable, según Rajoy, a la gestión de su ejecutivo. El simplemente pasaba por allí: "España no ha hecho nada distinto a lo que ha hecho en otras ocasiones y (lo que han hecho) otros países", ha subrayado el presidente, para quien el cambio de previsiones es "lógico", porque la economía está sujeta a muchos cambios y circunstancias, ha ¿explicado? Rajoy.


De este modo, los presupuestos del PP y el cuadro macroeconómico que los acompaña y justifica, ha durado menos casi que los yogures, cuya fecha de caducidad ha ampliado generosamente el ministro del ramo, Miguel Arias Cañete. Toda una “ducha fría” para el Gobierno, como las que, por cierto, el ministro Cañete recomienda a los españoles para ahorrar.

Según el presidente, que hasta prácticamente ayer negaba la evidencia, España no hará nada "diferente" a lo que han tenido que hacer los diferentes organismos económicos y la "inmensa mayoría" de los países de la UE por el cambio en el escenario económico europeo. De hecho, ha asegurado que las rebajas en las previsiones de algunos países vecinos serán mayores que las de España. Gran ‘consuelo’, que aún falta por ver si será verdad.

La respuesta que prepara para el viernes será la contraria de la que se han empeñado en hacer creer los días pasados los diferentes portavoces del Gobierno: más recortes. Rajoy, quizás porque a tres días vista no lo sepa, quizás porque quiera seguir pretendiendo ocultar sus intenciones, no ha dado detalles de los nuevos hachazos que colará en el Consejo. Tan sólo ha apuntado que  los recortes “afectarán a algunas partidas presupuestarias”. "Es probable alguno en alguna partida presupuestaria", ha dicho Rajoy en una rueda de prensa junto al primer ministro de la República Eslovaca, Robert Fico. Una vez más el presidente ha vestido de solemnidad una obviedad digna de Don Tancredo: obviamente, los recortes se producirán en partidas presupuestarias. Es difícil, ‘lo que viene siendo imposible’, recortar gasto de otro sitio que no sean los presupuestos.

Además, Rajoy ha sacado su vena de estadista para reconocer que “a nadie le gusta hacer recortes”. Para redondear la jugada, se ha empeñado en transmitir a la opinión pública que “no quiere subir impuestos como el IVA o el IRPF este año”… para completar la frase afirmando que todo dependerá del crecimiento económico (nulo este año) y la reducción del déficit (que el viernes reconocerá que se va a disparar). Por tanto, la única duda que cabe a los analistas es cuándo se disipará esta última cortina de humo del PP y el Gobierno impondrá nuevas subidas de impuestos.

Finalmente, y para que no falte ningún ingrediente en los tradicionales ‘bailes de la yenka’ que anteceden la acción de las podadoras del PP, los ministros económicos del Gobierno, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, como un solo hombre pero con dos voces muy diferenciadas, se han lanzado con entusiasmo a corregir, matizar, desmentir, las palabras de su supuesto jefe de filas y, por supuesto las de su ilustre colega. Mientras Montoro insiste en el trágala de que el Consejo del viernes no tendrá recortes, sino “medidas de dinamización de la economía”, Luis de Guindos avisa de recortes “sin concretar” dependiendo de la evolución de la situación económica de España. Osea, que no tiene ni idea.

Por su parte, la ministra del desempleo, Fátima Báñez, con más de 6 millones de parados a sus espaldas, anuncia por libre que entre los recortes figurarán la reducción de los fondos para las políticas activas de empleo, con la peregrina argumentación de que no por gastar se va a crear empleo. Efectivamente, quizás sería más efectivo un cambio de Gobierno, pero para eso todavía falta un tiempo.