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viernes, 10 de julio de 2015

Mi nuevo libro sobre el fracking



Al inicio de la actual década un nuevo espectro comenzó a sobrevolar Europa. Tenía su origen en Estados Unidos y se llamaba fracking, en castellano fractura hidráulica. De creer a sus apologistas, el “nuevo maná” que estaba devolviendo a los Estados Unidos a la posición privilegiada que había ostentado hasta la década de 1970 -ser el mayor productor de petróleo del mundo- era una esperanza para las compañías gasísticas y petroleras y un espanto para los colectivos ambientalistas.

Las nuevas tecnologías de perforación horizontal con multifractura hidráulica han permitido acceder a yacimientos hasta ahora inaccesibles de petróleo y gas que han revertido por el momento el declive mantenido y constante de la producción de petróleo y gas estadounidense durante las últimas décadas. Este incremento es importante y ha dado un cierto respiro al contrastado desplome de la producción mundial de hidrocarburos.

No obstante, las proyecciones hechas por los operadores y por algunas agencias gubernamentales según los cuales esas tecnologías son una “revolución” que abre una nueva e interminable era de “independencia energética” para los Estados Unidos, que dejará de ser un país importador de combustibles fósiles y se convertirá en exportador de energía, carecen absolutamente de fundamento. Al fin y al cabo, los combustibles fósiles son recursos finitos y esos pronósticos desorbitados son inalcanzables. 

Este libro de 359 páginas, que contiene 78 figuras a todo color, 15 fotografías y 6 tablas, además de describir los aspectos medioambientales que rodean a la agresiva técnica del fracking, aporta datos y argumentos para demostrarlo.

En este enlace podéis bajar los índices del libro y en este otro el Capítulo 1 completo.