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viernes, 13 de junio de 2014

Cómo se inflan los precios de la gasolina (1)

[La definición de todos los términos técnicos utilizados, incluyendo la de los diferentes combustibles, puede obtenerse en este enlace].

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El día en que escribo estos párrafos el precio de operaciones del barril Brent era de 108,74 dólares USA (80,519 euros). Cada uno de los 159 litros de ese barril Brent salía a 0,506 euros. Ese mismo día, el precio del carburante más vendido en las gasolineras españolas, la gasolina de 95 octanos, tenía un precio de 1,387 euros. De manera que hay una diferencia entre el precio por litro de gasolina 95 y el del petróleo Brent de 0,881 euros, un margen que parece razonable si tenemos en cuenta que el petróleo Brent se entrega FOB*, lo que quiere decir que el comprador debe cargar con costes tales como el flete hasta el país consumidor, el coste de la descarga en puerto y su posterior bombeo o traslado hasta la refinería correspondiente. 

A estos costes hay que añadir la complejidad del proceso de refinación del petróleo y la infraestructura y los aditivos necesarios para procesar un barril de crudo en sus productos finales y, finalmente, se tiene que añadir el coste de la distribución de los principales combustibles refinados (gasolina y diésel) hasta las estaciones de servicio. Obviamente, se entiende que el precio de la gasolina que llega al surtidor lleva incluido, además de los impuestos, no solo todos estos costes sino también el margen de ganancia o comercialización de las empresas petroleras en toda esa cadena de procesos. Finalmente, se debe añadir el margen de comercialización de los dueños o concesionarios de las estaciones de gasolina. Todos esos costes deberían estar incluidos en la diferencia de 0,881 euros por litro a la que antes aludía. Eso, claro está, en el supuesto de que pudiera hacerse una conversión litro por litro de crudo Brent a gasolina de 95, lo que no es así. Empezaré por esto.

El primer punto a tomar en cuenta para entender la razón del precio de la gasolina, es conocer cuánta gasolina puede ser obtenida de un barril de petróleo. De un barril de petróleo sólo puede ser obtenida por destilación simple entre un 25 y un 30% de gasolina virgen o primaria. Es decir, de un barril de petróleo de 159 litros se pueden obtener por destilación simple unos 50 litros de gasolina. Quedan entonces 109 litros de remanente. Entran entonces en juego otros procesos (desintegración por catalisis, polimerización, alquilación, isomerización y reformulado) para obtener más gasolina de un barril de petróleo. 

Según el American Petroleum Institute, en el proceso de refinado petrolero la mayoría de los compuestos obtenidos resultan ser combustibles (las cifras son litros por barril): Gasolina (73,4); gasoil destilado, incluyendo el doméstico y el de automoción (39,7); queroseno para aviación (15,51); coque (2,2); gasoil residual destinado a uso industrial, marítimo y de generación de electricidad (6,4); gases licuados del petróleo (5,7); gases de refinería (6,8); asfaltos y breas (5,3); materias primas para petroquímicas (4,21); lubricantes (4,5); queroseno (0,8); otros (1,5). Nótese que el total de productos obtenidos son 10,2 litros más que los 159 que entraron debido a los procesos de ganancias de refinería. No deja de ser ilustrativo el esfuerzo para obtener carburantes si se tiene en cuenta que el rendimiento termodinámico de un motor de combustión interna es de solo un 23%, en contraposición a los infinitos usos (desde fertilizantes hasta plásticos y medicinas) que podrían ser obtenidos de un barril de petróleo en una planta petroquímica. 

Si sumamos los litros de gasolina (73,4), los de diésel (39,7), los de queroseno para aviación (15,1) y hasta los combustibles residuales (6,4), obtendremos un valor de 131,5 litros. Para simplificar nuestros cálculos, supongamos ahora que todos esos litros pudieran transformarse en gasolina de 95 octanos, que ya es suponer. Puestos en surtidor, tendrían un valor de 182,18 euros (131,5 x 1,387). En términos comerciales, la diferencia entre lo que costó el barril Brent (80,519 euros) y los 182,18 euros obtenidos por los litros de gasolina, arroja un margen de 101, 661 euros, lo que parece un negocio más que razonable. 

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Ahora bien, estamos hablando de la gasolina puesta en surtidor que lleva incluidos los impuestos. Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el precio de los carburantes está formado por tres factores: el precio de la materia prima, esto es, el barril de petróleo; otros costes de producción, transporte e intermediación comercial; y, por último, los impuestos, que suponen la mitad del precio final de venta. De acuerdo con los datos de AOP, el valor real de la gasolina de 95 octanos es el 51,71% del coste final, mientras que el 48,29% restante se debería íntegramente a los impuestos. En el caso del gasóleo de tipo A, el 57,31% sería correspondiente al precio sin impuestos, y el 42,69% es achacable a la fiscalidad. En España, los carburantes están gravados por tres tipos de impuestos. El principal es el Impuesto Especial de Hidrocarburos; el segundo en en el cómputo del precio total es el IVA, (21%). El tercer gravamen es el Impuesto sobre Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (IVMDH), que está determinado por el Estado y por las autonomías.

En resumidas cuentas, que de los 182,18 euros de nuestra gasolina de marras, el 48,29% son impuestos, lo que sitúa el verdadero valor comercial antes de impuestos en 87,97 euros o, lo que es lo mismo, a un coste de 0,669 euros por litro. Ergo, si el barril costaba en origen 80,519 euros y lo que obtengo transformándolo al máximo de su rendimiento posible en gasolina son 87,97 euros, ¿qué valor comercial pueden tener los diferentes productos obtenidos en la refinación los litros restantes del barril de petróleo Brent no convertidos en gasolina para que puedan compensar los costes de todo el proceso de la compra, traslado, refinación, transformación y venta de ese complejo mundo que se mueve en torno a un barril de petróleo? Si apartamos de la vista de los procesos industriales y los fijamos en los movimientos especulativos que rodean al petróleo y a tantas otras mercancías, podremos explicarnos muchas cosas. 

Procede ahora ocuparse sobre unos conceptos importantes y esclarecedores: “mercados de futuros” y “derivados energéticos” para regresar después al asunto del petróleo. Continuaré en las próximas entradas.