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viernes, 13 de junio de 2014

Cómo se inflan los precios de la gasolina (3)

Esta entrada procede es continuación de la anterior. [La definición de todos los términos técnicos puede encontrarse en este enlace].

El primer pozo petrolífero de Estados Unidos (1859). 
El “coronel” Edwin L. Drake (a la derecha) 
posa ante el primer pozo petrolífero erigido en Norteamérica.
   Fuente
En la década de 1850, los combustibles para quinqués y para la iluminación callejera, los lubricantes y los disolventes se obtenían a partir de varias fuentes como el aceite de manteca de cerdo, la grasa de ballena, el alcohol obtenido de productos agrícolas o de la trementina de madera. Varias empresas comerciales producían petróleo o gas mediante procesos de tratamiento de carbón, asfalto, brea, alquitranes e incluso de lutitas. Comenzó una nueva era cuando el coronel Edwin Drake logró producir con éxito cantidades comerciales de crudo de un pozo de unos veinte metros de profundidad en Oil Creek, Pensilvania, en 1859.

El proceso de obtener petróleo a partir del carbón por los laboriosos y costosos procesos utilizados hasta entonces, los patentados por Gessner y Downer, respectivamente, era muy caro: el barril de crudo de 40 galones salía al mercado al precio de 80 dólares, unos 1.900 dólares actuales (Hamilton, 2009), lo que lo ponía fuera del alcance de la mayor parte de las familias. Entonces, en agosto de 1859, apareció el coronel Drake y puso en el mercado sus barriles a la cuarta parte del precio del mercado: veinte dólares por barril. Reventó el mercado.

Campo petrolífero de Long Beach,
California en 1923. Fuente
Conforme incrementó su producción y los barriles comenzaron a inundar un mercado cuyos clientes no podían creer que ahora sí podían acceder al petróleo a precios razonables, los precios fueron cayendo. A finales de 1859, cuando apenas llevaba cuatro meses extrayendo, Drake vendía su petróleo a 9,60 dólares el barril, unos 228 dólares al cambio actual. Otros hombres se pusieron a la rueda de Drake y comenzaron a perforar pozos. La producción se multiplicó en Pensilvania: en 1860 se producían medio millón de barriles; al año siguiente ya se producía el cuádruple, dos millones de barriles, al tiempo que los precios se desplomaban. A finales de 1861, el barril se vendía a 10 centavos, unos 2,4 dólares de hoy. Muchos de los recién enriquecidos productores se retiraron y dejaron la producción en manos de un puñado de compañías.

Con esto quiero fijar la idea de que la extracción de petróleo es muy barata. Lo era entonces, cuando aquellos pozos pioneros eran artefactos casi artesanales que consumían mucha mano de obra y enormes esfuerzos, y lo es aún más ahora, con procesos de perforación y extracción del crudo convencional estandarizados, mecanizados y automatizados. Si a los escasos costes de upstream le añadimos la economía de escala (piensen en esos 32.000 Mbls que se consumen cada año en el mundo) podemos llegar a la conclusión de que poner barriles de crudo en el mercado sale muy barato. Si el coronel Drake y sus competidores eran capaces de extraer petróleo, envasarlo y ponerlo en el mercado a 2,4 dólares el barril, ¿por qué hoy el mismo barril cuesta 108 dólares? La respuesta es la de siempre: la especulación financiera.

Fotograma de Gigante. Fuente
Hoy día, el antiguo y cerrado club de los petroleros que se reunía en los elegantes salones de los mejores hoteles de Texas (recuerden por ejemplo, la película Gigante) pasaron a la historia. Las familias petroleras están ahora en Wall Street y en la City londinense, donde se urden las maniobras de casino características del desregulado mercado financiero, y donde los precios del crudo FOB se inflan para encarecerlo o abaratarlo a voluntad de los especuladores. En el casino de los carburantes han jugado su papel los mismos procedimientos –la desregulación de los mercados de futuros y derivados y la especulación financiera que inevitablemente le sigue- que concentra el poder de decisión en unas pocas manos, las mismas que inflaron la burbuja de las subprime y la burbuja inmobiliaria que nos han llevado a la Gran Recesión actual. El negocio del petróleo está al inicio de la rueda, en la especulación que sigue a la producción del crudo: ahí está la mena. El resto, el transporte, el refinado, la venta mayorista y minorista es una ganga cuyos márgenes se pueden casi regalar.

El precio del petróleo hoy en día no se realiza de acuerdo a la tradicional relación entre oferta y demanda. Está controlado por un sofisticado sistema de mercado financiero y por las cuatro principales compañías petroleras angloamericanas, los “Majors”. Al menos el 60% del precio del crudo de hoy es pura especulación impulsada por los grandes bancos y los fondos de cobertura o hedge funds. También interviene, cómo no, el pico del petróleo y puede estar condicionado por determinados acontecimientos geopolíticos, como las guerras entre árabes e israelitas, el derrocamiento del shah de Persia, la guerra de Irak e Irán o las primaveras árabes, pero tiene que ver sobre todo con el control del petróleo y de su precio. ¿Cómo? Esta es, en resumen, la historia.

Antes de comenzarla, para los que no estén familiarizados con los mercados financieros y con las trampas con los combustibles resultaría muy ilustrativo repasar la historia del auge, la cima y el desplome del gran gigante energético Enron, autor de la más grande estafa energético-financiera jamás conocida. El resumen de Wikipedia, muy bien documentado, resultará más que suficiente. Si prefieren un documental, vean Enron, los tipos que estafaron a América, de Alex Gibney.

Fuente
Conviene también tener en cuenta que ya pasó a la historia el tiempo en el que eran los países de la OPEP los que regulaban el precio del petróleo según las leyes de la oferta y la demanda. El mercado internacional del petróleo se desreguló en tiempos del presidente George W. Bush y hoy  el New York Mercantile Exchange (NYMEX), la bolsa neoyorquina de transacción de futuros operada desde Wall Street, y el mercado ICE Futures de Londres controlan los precios mundiales del petróleo y la mayor parte del negocio del tráfico petróleo de libre comercio. Ambas ejercen su control a través de los contratos de futuros de los petróleos de referencia Brent y WTI. 

El Brent se utiliza en contratos al contado (spots) y a plazo (forwards) para valorar la mayor parte del crudo producido en los mercados mundiales de petróleo cada día. El precio del Brent es publicado por una agencia de la industria petrolera privada, Platt. Los principales productores de petróleo como Rusia y Nigeria usan también el Brent como referencia para fijar el precio del crudo que producen. Por tanto, el Brent es clave para el mercado europeo y, en cierta medida, para Asia. Históricamente, el WTI es la referencia para el crudo doméstico de Estados Unidos. Se utiliza como base para los futuros del petróleo estadounidense en la Bolsa y como punto de referencia clave para la producción estadounidense.

Todo eso es de dominio público, oficial y hasta parece claro. Pero la realidad es bien distinta, porque los precios reales del petróleo se establecen a través de un proceso tan opaco que solo un puñado de los principales bancos comerciales de petróleo como Goldman Sachs o Morgan Stanley conocen lo que se compra y se vende en los mercados de los futuros de derivados del petróleo, que son los que en realidad fijan los precios del petróleo físico en un este extraño nuevo mundo de "barriles de papel", que es una pieza fundamental en la globalización de los mercados. 

Continuará.